La Asociación Civil del asilo San Juan Diego fue formada el 16 de octubre del año 2002 por María Guadalupe Sánchez Salazar, Esther Sánchez Salazar, Ofelia Vargas Melín, Juana Vargas Carrillo, María del Carmen Romero Nuño, Rodrigo Sánchez Cruz, Mercedes Macedo Gómez, Félix Macedo Gómez, Leocadio Curiel Montes y Joaquín Humberto Famanía Ortega.
Al protocolizar el acta constitutiva ante la Notaría Pública Número Tres, aseguraron que se trataba de una asociación de carácter no lucrativo.
ESTATUTOS PISOTEADOS
Entre sus estatutos –de acuerdo con el acta que está en poder del reportero--, está la realización de trabajo comunitario de asistencia social que conlleva la administración, operación y construcción de asilos de ancianos, que tenga como beneficiarios a personas de la tercera edad, especialmente la de escasos recursos, realizando las actividades necesarias para otorgarles la atención a requerimientos básicos de subsistencia en materia de alimentación, vestido o vivienda.
Sin embargo, de un tiempo a la fecha, el Consejo Directivo del Asilo San Juan Diego --cuyos miembros han cambiado en repetidas ocasiones hasta quedar como presidenta vitalicia María Guadalupe Sánchez Salazar, como presidente Arturo Fernández Flores, como vicepresidente Luis Angarita, como secretaria Alejandra Gómez, como tesorera María Dolores Covarrubias Sánchez (mejor conocida como Lolita Covarrubias) y como vocales Oscar pimienta Torres, María Teresa Abundis Rosales (ya fallecida) y Eduardo Meza Peña, según consta en documentos pasados por el notario Francisco Ruiz Higuera el 11 de enero del 2018— han descuidado este lugar hasta solapar que se les cobren cuotas excesivas a los familiares de los ancianitos que ahí están asilados, toda vez que les pedían nueve mil pesos mensuales.
Algunas personas que tienen a sus viejecitos ahí, a duras penas pueden pagar esa cantidad; aunque a otras les parece una cuota razonable, sin embargo, ahora que en noviembre el denominado “patronato” o “consejo directivo” les anunció que la nueva tarifa sería de 15 mil pesos al mes, muchos de plano decidieron sacar a sus ancianos de dicho asilo.
De hecho, sabemos que de 15 ancianitos que estaban asilados, sólo quedan nueve, al irse seis, cuyos familiares ya no pueden sostener el pago de una cuota excesiva como lo son 15 mil pesos mensuales, por lo que piden ayuda para que el consejo directivo reconsidere y no se afecte a los ancianos, ni se violente el espíritu y la vocación del Asilo San Juan Diego.
EL SUEÑO DEL PADRE ALDANA
En Puerto Vallarta, muchos vallartenses participaron para que se construyera el asilo San Juan Diego, era el sueño de un sacerdote católico muy querido en la ciudad, el padre Aldana; pero al morir el párroco, las cosas dieron un giro distinto y hoy el mismo Consejo Directivo viola sus propios estatutos y hasta permite que uno de sus miembros adopte una postura soberbia y arrogante al decirle a los familiares de los ancianos que “el que no esté de acuerdo con la nueva tarifa mensual, o no pueda pagarla, que igual puede llevarse a su viejito”.
En la entrada del asilo está una placa con un mensaje de agradecimiento a todas las personas que han hecho posible la operación de este centro de atención para personas de la tercera edad, pero al final está un slogan que parece contradictoria y que dice: “A nuestros adultos mayores que son nuestra razón de ser”.
Hoy, pareciera que la razón de ser del asilo no son los adultos mayores, sino las cuotas lucrativas que pretenden obtener de las familias de los viejecitos.
OPACIDAD
Aunado a lo anterior, el Consejo Directivo del Asilo no es transparente, no informa qué hace o qué ha hecho con los donativos que ha recibido todos estos 17 años.
Tampoco han explicado cómo es que los donativos han bajado sustancialmente en fechas recientes, entre otras cosas, porque presuntamente ya no se extienden facturas deducibles de impuestos, lo que quiere decir, que hasta la situación fiscal del asilo se ha descuidado.
Esperemos que los miembros del Consejo Directivo, la mayoría de ellas personas de buena fe, intervengan lo antes posible y pongan orden en este asilo que es muy valioso para la comunidad de Puerto Vallarta.
LAS QUEJAS
Una de las personas que tiene a un familiar asilado en San Juan Diego, envió una carta al Consejo Directivo de la Asociación Civil, donde reclama el aumento a las cuotas, ya que no se informó si dicho incremento se hizo en una asamblea general de la AC.
“En relación con el aumento de la “aportación voluntaria de recuperación”, me permito manifestar que con esta fecha no he sido informada formalmente de este incremento; por lo que solicito que la notificación se realice de manera oficial y por escrito, toda vez que por las características y monto de esta decisión debió tomarse en el pleno de una Asamblea de los Asociados, en virtud de que este incremento de forma inevitable orilla a los familiares de los beneficiarios a violentar la toma de decisiones aún en contra del bienestar de los ASILADOS.
Por lo anterior y con base en los Estatutos de la Asociación Civil, reitero la petición de:
- a) Que me sea notificado por escrito y con base en el Acta de la Asamblea correspondiente y b) Transparencia del manejo y aplicación de las cuotas de recuperación que justifique un aumento del 63%, no obstante que el objeto social de la Asociación menciona que “los beneficiarios serán personas de la tercera edad, especialmente las de escasos recursos” y que los donativos no podrán destinarse más del 5% a gastos de administración.
Por último y a modo de comentario no omito informar que el Proyecto del Asilo San Juan Diego fue concebido en sus inicios por los Vallartenses y para los Vallartenses, recibiéndose entonces cuotas que la población aportaba religiosamente mes con mes como apoyo y compromiso con este Proyecto. Por alguna razón esto se ha dejado de hacer por lo que se sugiere la revisión de este punto, así como la entrega de los recibos deducibles de impuestos que anteriormente se otorgaban”.