Al final, como si fuera un mago, uno de los consejeros sacó mañosamente un papelito de entre sus manos y ¡bingo!, dijo que Puerto Vallarta había resultado el municipio “sorteado” para cambiar el género del candidato, de hombre, a mujer.
De esta manera, tronaron la candidatura del profesor Luis Alberto Michel Rodríguez, quien ya había comenzado su campaña la noche del 04 de abril y se preparaba para dar la pelea por la presidencia municipal. Era el aspirante con mayor posibilidad de llevarse el triunfo, según las encuestas más serias que se habían publicado en diferentes medios y redes sociales, toda vez que Morena seguía y sigue encabezando las preferencias electorales en Puerto Vallarta.
De esta manera, el IEPC se convirtió en un auténtico chiquero donde prevalecieron los arreglos en lo oscurito para afectar a algunos partidos competitivos como Morena y el PVEM y beneficiar a los de casa.
Pero si los consejeros del IEPC fueron cochinos, más sucios se vieron los “operadores” de Morena en Jalisco, Carlos Lomelí y Alberto Uribe, quienes son candidatos por Guadalajara y Zapopan respectivamente, pues ellos fueron los que operaron desde antes para tenderle una trampa legaloide al profesor Luis Michel –antes tumbaron a Paco Sánchez y a Luis Munguía—y animarlo a que se registrara, que se creyera candidato y que aceptara en la segunda posición a Karla Esparza, quien al parecer ya sabía todo este enredo y se prestó para bajar a Michel y subir ella como la mera, mera candidata.
El objetivo fue claro desde un principio: colocar a Karla en el segundo lugar de la planilla porque ya sabían que eventualmente podrían cuestionar la paridad de género en los municipios y si ese fuera el caso, Puerto Vallarta sería el sacrificado para darle el paso a Karla Esparza, tal como sucedió.
De hecho, Karla cometió algún desliz al revelar entre sus amistades que ella se convertiría esta noche en la candidata de Morena, porque era inminente que quitarían al profesor Luis Michel. Incluso habría presumido tal hecho minutos antes de que el “consejero mago” sacara el papelito diciendo que Puerto Vallarta había resultado el municipio “agraciado” para cambiar de candidato por razones de equidad de género.
Así las cosas, usted saque sus propias conclusiones… ¿Quiénes son más porkys, los consejeros del IEPC o los operadores de Morena que se prestaron al juego del tío Lolo?
Al profesor Luis Michel lo único que le queda es impugnar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación semejante aberración de proceso del IEPC y rescatar su candidatura.