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Lunes, 21 Junio 2021 02:19

Creaban cuentas falsas premier de Aeroméxico en PV; involucran al abogado Diez de Bonilla, Gastón Bouvier y otros Destacado

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Por Jorge Olmos Contreras

Hasta el área de fraudes de la compañía nacional Aeroméxico llegó una información delicada sobre un grupo de personas que en Puerto Vallarta estaban creando cuentas premier falsas para revenderlas en perjuicio de esta empresa de aviación, por lo que de inmediato se inició una investigación desde las oficinas el corporativo en la Ciudad de México.

En las pesquisas, que por alguna extraña razón dejó inconclusas el área de fraudes de Aeroméxico, salieron a relucir los nombres del abogado guanajuatense radicado en Puerto Vallarta, Eduardo Diez de Bonilla; su pareja, Gastón Bouvier, un conocido de estos, José Guadalupe Ortega Haro y un empleado de la aerolínea de nombre David Geraldao Soto Silva, empleado de la Sucursal Parque Alameda de Juárez 76, colonia Centro en la delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México (y luego Soto Silva trasladado a la sucursal en plaza Villas Santa María Vallarta a pedido del propio Diez de Bonilla).

De acuerdo con los datos que llegaron al correo del ejecutivo José Alberto Ochoa Zaragoza --precisamente del área de fraudes de Aeroméxico y que él mismo confirmó de recibido hace tiempo y manifestó el interés de la aerolínea para investigar el presunto fraude que se estaba cometiendo en agravio de la compañía-- un grupo de personas estaban lucrando con cuentas premier supuestamente apócrifas para revenderlas a terceros.

La investigación se centró en el abogado Eduardo Diez de Bonilla, presunto líder de este grupo que operaba en conjunto con Gastón Bouvier y José Guadalupe Ortega Haro, todo por conducto de David Geraldao Soto Silva, quien al parecer les proporcionaba las listas de todos los pasajeros que volaban con Aeroméxico para después seleccionar a los que no acreditaban sus kilómetros. De esta manera, presumiblemente creaban cuentas premier falsas utilizando la información robada del sistema.

EL MODUS OPERANDI DE LA ORGANIZACIÓN

Según la información que está en poder de Aeroméxico, estas personas presuntamente elegían, sobre todo, tickets pagados en efectivo y en algunos casos hacían cuentas falsas de los pasajeros para luego utilizar los kilómetros. En otras ocasiones habrían trasferido kilómetros premier a la cuenta número 409945490, y a la cuenta de la empresa “Torre del mar Corporativo”, acaso creada exclusivamente para estos movimientos; y a otras de sus presuntos cómplices.

También, con ayuda de David Soto Silva, habrían acreditado vuelos comprados por particulares o empresas, como si los hubiera adquirido “Torre del Mar Corporativo”.

Todo hace suponer que el modus operandi del grupo era a través de una agencia paralela a la franquicia de Aeroméxico. A veces pedían un adelanto en efectivo y mandaban a los clientes a pagar los derechos en la sucursal o al aeropuerto; o en su caso solicitaban información de una tarjeta para hacer el pago de los derechos. En otras ocasiones pagaban los derechos con las tarjetas de crédito de los miembros de la organización que ellos mismos formaron.

No solo eso, sino que también se investigan otras formas para vender las cuentas premier falsas, ya que entre los datos que llegaron a Aeroméxico se señala que, supuestamente, comercializaban los pasajes premier mediante grupos de WhatsApp y cadenas de emails a la mitad del precio publicado por la compañía de aviación.

Por igual, indagan el supuesto de la venta de productos de las tiendas premier de Aeroméxico, ya que los ofrecían asimismo con los kilómetros robados.

No obstante, llama la atención la inacción de Aeroméxico en cuanto al robo de información de sus clientes, que luego era usada para compras en la tienda online y para canje de pasajes premium.

EL CORPORATIVO FACHADA

En los años 2012, 2013 y 2014 –se puede leer en los correos que llegaron a Aeroméxico para la investigación--, especialmente robaban la información de tickets desde o hacia China, supuestamente contratados para trabajos de telecomunicaciones por otras empresas. 

Por igual, se indica que estas personas habrían seguido robando información en los años siguientes, pero cambiaron las cuentas de donde sustraían los kilómetros premier.

El “Corporativo Diez de Bonilla” o “Diez de Bonilla Corporativo SC” es una oficina en Salamanca, Guanajuato que en los últimos ocho años no ha tenido más de tres empleados, es un establecimiento que se dedica a trámites notariales y contratos. 

La cuenta premier de Eduardo Diez de Bonilla está identificada con el número 189866007 y la cuenta corporativa, ya inactiva, es la 409945490, cuya “matriz” presumían estaba en la calle General Negrete número 103 de Salamanca, Guanajuato. En Puerto Vallarta, dejaron la misma dirección de la agencia de bienes raíces “American Propiertis” –a través de la cual se apoderaron de los bienes del restaurantero de Lebistro, Humberto Esparza—en la calle Francisco I Madero de la colonia Emiliano Zapata, mientras que otro domicilio que incluyeron fue en la Ciudad de México, en la calle Alba número 39 departamento 101 de la Colonia Insurgentes Cuicuilco, en la delegación Coyoacán.

TRUNCAN LA INVESTIGACIÓN

Sin embargo, y después de que Aeroméxico estaba siendo perjudicada con estas prácticas presuntamente fraudulentas, el ejecutivo José Alberto Ochoa Zaragoza afirmó en un intercambio de correos con un afectado, que la información ya había sido atendida por auditoría interna y por el área legal desde junio del año 2013; y que las personas que se mencionan en una de las denuncias anónimas, Diez de Bonilla y David Soto Silva “hoy en día no tenemos ninguna relación laboral” (con estas), “por lo que te pedimos que procedas con la denuncia y en su momento si la autoridad requiere de la intervención de Aeroméxico, con gusto la empresa presentará la información que se nos pida”.

En otras palabras, José Alberto Ochoa Zaragoza –no sabemos si a título personal o a nombre de Aeroméxico—desestimó los fraudes que se estaban cometiendo en perjuicio de los intereses de la empresa y se limitó a decir que, si la autoridad lo requiere, presentará la información que se les solicite.

Antes, Ochoa Zaragoza escribió que ya habían identificado más cuentas premier relacionadas con David Soto Silva y otras que habían localizado… “Estamos encontrando muchas cosas que en su momento compartiremos… es fuerte el mal uso de la información, estamos en ese proceso de revisión”.

Dijo que el área legal ya estaba enterada del caso y “se procedió en su momento”, por lo que dejó el teléfono del director legal de Aeroméxico, licenciado Alfonso Aranalde Aguilar Álvarez.

 

 APARECE ALEJANDRO ROJAS DÍAZ DURÁN

Por otra parte, por trascendidos, se sabe que entre 2012 y 2013, Eduardo Diez de Bonilla y su familia –ya estaban involucradas su mamá Yolanda Aguilar y su hermana Cecilia—se ostentaban como dueños de una franquicia de Aeroméxico. De hecho, estos supuestos indican que el propio Bonilla presumía ser accionista de la aerolínea y vendía boletos al 50 o 60 por ciento menos de su valor. Supuestamente el argumento era que se trataba de un “descuento” que la otorgaba la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) por ser dueño de la empresa de aviación, pero en realidad habrían estado vendiendo los tickets con información presuntamente robada.

En este enredo, sale a relucir el nombre del ex director de turismo de la Ciudad de México, Alejandro Rojas Díaz Durán y hoy senador suplente de la República por Morena –cuñado a la postre de Eduardo Diez de Bonilla--, ya que se presume que a la sombra de este influyente político, se manejaban grandes cantidades de dinero que llegaban a la cuenta de un sujeto de nombre Ricardo Ernesto Almirón, y de ahí a los bolsillos de Yolanda Aguilar, madre del abogado Bonilla.

El 23 de enero del año 2013, por ejemplo, Alejandro Rojas transfirió un millón de pesos en dos partidas, de 500 mil pesos cada una, a la cuenta de la mamá de Eduardo Diez de Bonilla, Yolanda Aguilar, su suegra, por conducto de una de las personas de confianza en ese entonces de Bonilla; esto a través de una cuenta bancaria registrada en HSBC.

La cuenta de retiro del dinero que envió Alejandro Rojas estaba a nombre de Ricardo Ernesto Almirón en Bancomer, el mismo personaje que obtenía contratos por miles de pesos en la secretaría de turismo de la Ciudad de México.

Es en este contexto cuando se presume que la esposa de Alejandro Rojas Diaz Duran, Cecilia Diez de Bonilla, junto con su madre Yolanda Aguilar hacían uso de esos retornos de dinero para asociarse en la apertura de la agencia de Aeroméxico en Puerto Vallarta. A partir de entonces, Eduardo Diez de Bonilla comenzó a ostentarse como dueño de Aeroméxico, y de esa manera habría logrado tener acceso a toda la información del sistema de la aerolínea.

En tanto, Ricardo Ernesto Almirón era un proveedor de servicios de la secretaría de turismo de la Ciudad de México, donde le asignaban contratos de publicidad, promoción y otros a través de la firma “Asistencia en Viaje SA de CV”, según documentos públicos. Uno en particular que le otorgó el entonces secretario de turismo de la Ciudad de México en 2014, Miguel Torruco Márquez, y hoy flamante secretario de turismo del gobierno federal.

A su vez, Alejandro Rojas Díaz Durán actualmente es consejero de Morena y senador suplente, trabajó como secretario de turismo de la capital del país del 2008 al 2012 en tiempos en que el regente de la Ciudad de México era el perredista Miguel Ángel Mancera Espinosa, hoy senador de la República.

EXHIBEN RIQUEZA DEL CUÑADO

De acuerdo con la columna “Los Protagonistas, periodismo con perspectiva de género” que está en el link https://billieparkernoticias.com/revelan-riqueza-de-alejandro-diaz-duran/ y que fue publicada antes de las elecciones internas de Morena, existen “documentos del Registro Público de la Propiedad y de Comercio de la Ciudad de México (que) revelan la riqueza del ex aspirante a la presidencia de MORENA, Alejandro Rojas Díaz Durán.

Investigaciones periodísticas de medios nacionales exhibieron los bienes adquiridos por Díaz Durán a menores precios, mismos que se dispararon después de trasladarse al haber patrimonial de su esposa, Cecilia Diez de Bonilla. https://www.sdpnoticias.com/columnas/austeridad-de-lujo-los-regalos-de-alejandro-rojas-diaz-duran.html

Según la inscripción del folio real bajo el concepto de donación, Díaz Durán registró un inmueble valuado de forma catastral por 1 millón 836 mil pesos ubicados en la Calle Paseo de San Francisco, número 103, Fraccionamiento Villas de San Francisco en la alcaldía Coyoacán. En beneficio de Diez de Bonilla, su esposa, el valor comercial junto con adecuaciones en plusvalía se disparó hasta poco más de 12 millones de pesos, siendo que el promedio de venta de casas similares en la zona está entre 10 y 25 millones de pesos.

Desde 2004, la casa del Fraccionamiento Villas de San Francisco fue en la que tanto Díaz Durán como su esposa declararon vivir, aun cuando ella entró a trabajar en la Policía Bancaria e Industrial.

Sin embargo, 16 años más tarde se hicieron de tres propiedades más en la misma calle Paseo de San Francisco, dentro del Fraccionamiento Villas de San Francisco; en el que son propietarios de los inmuebles con el número 65, 99, 103 y 107
Según los documentos.

El origen de una de las casas se remonta al 18 de mayo de 1992, cuando la madre de Díaz Durán, María de los Ángeles Álvarez González de Díaz Muñoz, compró la casa número 103 mediante un crédito hipotecario a 7 años de Banamex, a un precio de 250 millones de viejos pesos. Apenas en 3 años, en julio de 1995, su hijo aparece como comprador. Es hasta el 23 de octubre de 2013 que la casa es donada a su esposa Cecilia Diez.

Un año después, el 25 de febrero de 2014, Alejandro Rojas adquiere de Rafael Juan Rosales Gómez el inmueble con el número 99 del Fraccionamiento Villas de San Francisco, valuado en 5.3 millones de pesos.

En el desarrollo político de su carrera, hacia 2015 Ricardo Monreal le hizo una invitación para ser el coordinador de estrategia electoral y proyecto de gobierno en la ex delegación Cuauhtémoc. Con aquella final responsabilidad entra de lleno al Movimiento de Regeneración Nacional después de haberse formado en las filas del PRI, después en el PRD y finalmente, en MORENA.

Según la suma en valor catastral de aquellos bienes, serían cerca de 16 millones de pesos que la pareja tiene invertida en propiedades. Si el cálculo se hiciera tomando en cuenta el valor comercial, según la cantidad más baja en que se vende una casa dentro de aquel fraccionamiento que son 10 millones de pesos, la acumulación patrimonial tan sólo en inmuebles alcanzaría los 40 millones de pesos.

Rojas Díaz Durán también posee automóviles de lujo, ya que cuentan con seis vehículos que suman cerca de 1.7 millones de pesos.

Los gustos son lejanos al típico Tsuru en el que López Obrador les mostró que la vida podía recorrerse. El matrimonio tiene una camioneta Audi Q3 blanca, modelo 2018, con un valor de mercado que rebasa los 600 mil pesos, así como un Mercedes-Benz, modelo GLA, color rojo, modelo 2017, que asciende a 370 mil según el valor de este año”.

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