En el contexto general, la llegada de Víctor Bernal al gobierno de Luis Michel fue bien vista por diferentes actores políticos, en cuyo escenario aparecen luces y sombras de la trayectoria que Bernal Vargas tuvo en los seis años que trabajó al lado de Arturo Dávalos Peña.
Para algunos, la invitación del profesor Luis Michel tiene un mensaje político profundo hacía aquellos que no solo pisotearon la imagen de Víctor Bernal, sino que lo hicieron a un lado, después de años de contemplarlo como aspirante a la presidencia municipal en las filas del Partido del Movimiento Ciudadano.
Pero institucional como es, Bernal soportó todo, hasta la vergüenza de bajarlo de la nube, “porque no hacía clic con la gente”. Se deprimió en silencio y aguantó incluso una andanada de “periodicazos” –con columnas nefastas y caricaturas mordaces—para que “entendiera” que debería quedarse quieto, que él ya no sería el pre-candidato del MC.
Superada la crisis política, Víctor Bernal fue humilde y hasta aceptó ser coordinador del gabinete del gobierno de Arturo Dávalos-Jorge Quintero, además de que cumplió en lo político al apoyar a la candidata Lupita Guerrero, pero al final perdieron la elección y Bernal siguió siendo institucional y sacó adelante los compromisos y tareas de la administración al respaldar en todo momento al entonces presidente municipal interino.
Hoy que el profesor Luis Michel lo invita a formar parte de su equipo, aceptó a la primera, tomó una decisión importante y le avisó a su anterior jefe, a su amigo Arturo Dávalos y ahora le toca mirar hacía adelante, en un gobierno que va a necesitar de mucha ayuda; sobre todo de una persona que conozca las “tripas” de la administración y sea un puente convencional entre varios sectores de la sociedad vallartense y el nuevo Ayuntamiento.
Sin embargo, solo el tiempo dirá si el profesor Luis Michel conformó un buen equipo de asesores, pero, sobre todo, si los escucha y les permite trazar estrategias inteligentes en bien de Vallarta, o si todo fue una simulación.
Nosotros le apostamos a que vienen cosas buenas, porque Luis Michel es vallartense de Vallarta, todo está en que le amarre las manos a los que pretenden medrar con los recursos del pueblo, sean familiares, amigos, compadres o no.
Todos entendemos que no es tiempo de rencores, ni de reclamos, mucho menos de odios, en Vallarta la mayoría nos conocemos y es momento de ver hacía adelante, nunca hacía atrás.