Por Gerardo Sandoval Ortiz
“No te cansas de robar” escuchó el estruendo del grito el diputado local Gustavo González Villaseñor. El incidente quedó registrado en el concurrido pasillo de un centro comercial semanas atrás. Las damas, doña Soledad Gómez y Teresa Córdova, reaccionaron, una, con cierto bochorno, la otra, con ganas de caminar a prisa y ya no escuchar los reclamos.
Ismael Macías Garibay había sido quien gritó al priista González Villaseñor el que apenas alcanzó a expresar un tibio “don Ismael...”.
No eran desconocidos entre ellos. Don Ismael Macías y Gustavo González Villaseñor habían sido miembros del Cabildo en el trienio 1989-1992, el primero como regidor plurinominal y el segundo, regidor de la bancada del presidente municipal Efrén Calderón Arias.
Más reciente, hará cosa de unos diez días, el mismo Macías Garibay se halló en una peluquería a Cesar Abarca Gutiérrez. El sitio se localiza en el barrio de la residencia de “don Isma” y por lo tanto, presenciaron el momento los amigos del legendario político ex panista. Para sorpresa de todos, Macías Garibay dio un trato generoso al director del Seapal, que como priista, es una de las figuras del PRI en la actualidad, acaso también perfilado para ser en algún momento candidato a la alcaldía. Se entabló una amistosa charla. “Don Isma” le recordó al priista sus inicios de cuando era un líder estudiantil en la prepa. Le recordó que él como regidor en los tiempos de Efrén Calderón le ayudó en aquellas manifestaciones en contra del alza de las tarifas del transporte urbano; “exigí que el descuento se aplicara para todo estudiante y no solo para unos cuantos”, le dijo.
En una charla posterior, don Ismael confió al autor haber sido honesto y sincero en su plática con Cesar Abarca. Pero, reafirmó su sentir hacia Gustavo González Villaseñor, a quien conoce perfectamente desde que juntos fueron regidores. Pero, desde su autoexilio, Macías Garibay siempre estuvo atento al desarrollo de la administración municipal presidida por González Villaseñor. Algo sabe de aquella permuta de una parcela de Ixtapa por un predio de Amapas, donde estuvo involucrado Andrés González Palomera. También sabe algunos detallitos del cambio de uso de suelo en la desembocadura del río Pitillal donde se levantaron una media docena de mole de cemento y acero. Como media ciudad, también tiene sospechas de supuestos dividendos que le dejaron al habilitar González Villaseñor el fraccionamiento Fluvial Vallarta.
Nos llamó la atención el trato tan diferente que dio a González Villaseñor y a Cesar Abarca. Al primero lo trató como un auténtico ladrón. Con el segundo, se portó caballero como raramente se expresa de un político.
Tomamos nota de los dos momentos protagonizados por Macías Garibay por asumirlos como apenas el sentir de un ciudadano. Algunos nos corregirán diciéndonos que don Ismael ya vive sus años de canas. Nosotros apelaremos a que se trata no de cualquier ciudadano sino un personaje que vivió y sintió en carne propia las experiencias de un estilo de hacer política vigente aun hoy en día. Puede equivocarse, sí, pero dada esa experiencia, aderezada con un profundo conocimiento, al cabo de muchos años ha agudizado su olfato cuando tiene frente a si a un político. Reiteramos lo último porque hemos escuchado largas charlas a don Ismael posterior a sus años de activismo. Nos llama la atención escucharlo de su voz haber cometido muchos errores y eso, no es que hable bien de él, sino que ya entiende de otra forma la política.
Pero bueno, abordamos el tema porque aparecieron dos nombres para el Partido Revolucionario Institucional, cuadros de primer nivel. Los priistas refritearon por enésima vez a González Villaseñor y le volvieron entregar la estafeta del partido. Son riesgos calculados dirán nuestros amigos priistas. No faltan quienes piensan que es apenas parte de una treta avalada por los amos del partido para volver cerrarle la puerta a Andrés González Palomera. El último escenario encanta en el edificio de la calle Nicaragua, en la CTM donde no acaban de aceptar a González Palomera. Cosa contraria, como la charla del anecdotario de “don Isma”, entre los cetemistas no es mal visto Cesar Abarca Gutiérrez.
Gustavo es un ave de tempestades, fama bien ganada al cabo de una larga carrera política. Sus amigos le reconocen su buen carácter y ser un político tolerante. Pero sus detractores, y dentro de su partido los tiene en abundancia, lo tachan de ser un político propenso a las traiciones y a cualquier juego deshonesto. Con frecuencia nos repiten la historia de ser González Palomera una de sus víctimas preferidas. Con individuos como Andrés, es donde Gustavo exhibe su capacidad de convencimiento.
Apenas rebasó los 50 años pero el ex “niño de la voz de oro” va para las tres décadas en la política. A los 25 años ya era regidor. Cuando en el 2003 ganó las elecciones por la alcaldía, se vendió como un político de la nueva camada pero al final de su gestión terminó por ganarse una imagen de un viejo dinosaurio, con los mismos vicios de la vieja clase priista.
Gustavo en sus inicios enfrentó toda clase de obstáculos y quizá eso lo convirtió en un priista que se conduce igual a la de aquellos que le impidieron crecer. Andrés González Palomera creció bajo la sombra de su amigo y líder Gustavo. Cesar Abarca anda en las mismas. Andrés le ha confesado a sus íntimos estar en su última oportunidad de ser candidato del PRI a la alcaldía y está en lo correcto. Cesar tiene todo un mundo de oportunidades por delante. Sin embargo, como Andrés, el último está a tiempo de corregir conductas y hacer movimientos que lo conduzcan a una senda de mayor independencia ante los caprichos y decisiones que bajo influencia de su “padrino” Gustavo para tomar en el futuro inmediato. De ello dependerá en buena medida cosechar resultados en el futuro.
REVOLCADERO
Nos enteramos desde el fin de semana pasado que los actores principales, Ricardo Ponce Ibarría y Olivia habían recibido su notificación respectiva. En pocas palabras, que la elección del domingo 1 de diciembre había sido anulada y que habría noticias. Los que saben de cómo se maneja el partido, el profesor Carlos Murguía por ejemplo, nos adelantó que ya venía la designación de una delegación. Lo que nadie atina a saber es quién será el elegido para encabezar la delegación. Como antecedente allá por 1994 hubo una primera delegación, al mando de Rocío García Gaytán. Humberto Jiménez Rosales había sido destituido.*****Pero bueno, ya se había escrito el guion de la película azul. Ya se ha advertido que hay panistas empeñados en seguir enlodando a su partido que bajo la careta de ser muy azules, honestos y llevar el color teñido en la barriga se presentan en sociedad como los paladines que no son del PAN. Desde los oscuros cuartos del gobierno municipal, que por cierto son muchos muros, se mueven hilos que en cortito se reconocen pero en privado de desconocen. El alcalde juega con ellos y como prueba ahí están algunas figuras allegadas al Ricky Ponce cobrando en la nómina municipal. Todo obedece a pactos en las tinieblas de las que algunos panistas, como Daniel Canales, Antonio Escobedo Pulido Manuel González Farrera, José Pablo Ruiz, han sido enterados, algo saben, pero por obvias razones las niegan.***** Los seguidores del Ricky Ponce apostaron por la anulación y por nuevas elecciones. Los cálculos matemáticos pudieran fallarles. Hay panistas que no creyeron el pacto con Ramón Guerrero Martínez, votaron no del todo convencidos por Ponce Ibarría, pero al saber que Josefina “pina” Ibarría se fue a trabajar a la administración mochilista, que lo mismo hizo Jaime Ruvalcaba, Nestor Tello, Dulce Palomera, todos ellos rikistas, ya empezaron a creer la historia del pacto negro azul. Lo bueno para Ricardo Ponce es que no hay indicios de que se llame a nuevas elecciones, que viene la orden de constituir una delegación. Tampoco es buena noticia porque los dueños del partido no tienen planes de hacer las cosas a satisfacción de los quejosos.****** Y por cierto, será interesante saber ahora la opinión del regidor Humberto Muñoz Vargas, un panista de cepa, que en un proceso interno se enfrentó a Ramón Guerrero Martínez y que como regidor ha sido su principal contrapeso en el Ayuntamiento, que en la elección del primero de diciembre se la jugó con Ricardo Ponce; la pregunta es interesante porque la madre de Ponce Ibarría ya trabaja de la mano con el odiado adversario del regidor Beto Muñoz. Si Beto Muñoz nos dice que no hubo pacto y que sigue fiel en apoyar a Ricardo Ponce, no cabe más que pensar que ya se apegó a las reglas de la política mexicana, reglas en donde la simulación es todo. O bien, que Muñoz Vargas ya no tiene amigos con quien jugar a la política. ****** Pues bien, en Bahía de Banderas, en todo Nayarit, ya está decidido. El PRI ya puso las reglas, los aspirantes se alinean y los bendecidos se preparan. Lo que viene son las fugas y en el vecino Bahía de Banderas se desvelan en los preparativos de calentar lanzas. Por lo pronto, los porristas de José Gómez ya festejan desde la noche del domingo. Los muchachos se dieron gallo acarreando familias enteras de todos los poblados para pasearlos por la capital del país.