El propietario del restaurante italiano –que antes era conocido como La Piazzeta—Jorge Gallegos, en confabulación con el dueño del edificio, un tal Javier Fernando Quezada Medrano, decidieron colocar chimeneas --por donde sale el humo de la leña que queman para cocinar en horno—que dan directo a las casas y departamentos de los vecinos de esa calle.
No solo eso, también instalaron tanques estacionarios de gas licuado pegados a las bardas de los vecinos, sin importar el riesgo que esto representa para la vecindad y mucho menos les interesa cumplir con las Normas Oficiales Mexicanas –como la NOM 004-- y las reglas de protección civil municipal.
Por si esto fuera poco, también pusieron extractores viejos, que están en mal estado y que hacen un ruido infernal, además de tener una fuerte vibración que, incluso ya ocasionó cuarteaduras a las casas contiguas, pero cuyas viviendas están dentro del mismo edificio que se observa en las fotografías que acompañan a esta nota.
LA CARTA DE ABRIL
Confiados en el nuevo gobierno municipal, los vecinos firmaron una carta dirigida al profesor Luis Alberto Michel Rodríguez en abril pasado --ya que en los primeros días de ese mes los dueños del restaurante comenzaron a hacer pruebas del ‘buen’ funcionamiento del establecimiento comercial--, para pedirle de favor que el Ayuntamiento no fuera a otorgar licencia a este lugar, por las evidentes violaciones a la normatividad vigente.
En dicha carta –cuya copia obra en poder de VALLARTA UNO—los vecinos pedían (y piden) al alcalde que antes de dar el permiso a “Prato” se consideraran varias correcciones, como colocar una chimenea con al menos 10 metros de altura para que el humo no afecte la vecindad.
Asimismo, que cambiaran los equipos en el techo del edificio donde está el restaurante y no al lado de cualquier casa de la vecindad.
También, que movieran los tanques de gas al techo del edificio para minimizar el riesgo de explosión, pues ya hay antecedentes de accidentes de este tipo en otros inmuebles.
JORGE EL VIOLENTO
Los vecinos decidieron acudir al presidente municipal, porque en repetidas ocasiones quisieron hablar de forma tranquila y respetuosa con Jorge Gallegos, pero el sujeto solo ha reaccionado de forma violenta y cínica, al grado de burlarse de la vecindad y de las autoridades.
Sin embargo, en las primeras quejas que hicieron los vecinos, el establecimiento fue clausurado por la Dirección de Reglamentos Municipales en un par de ocasiones, pero Jorge Gallegos acudió con el coordinador de jueces municipales, Benito Gutiérrez González, quien le tendió sus manos llenas de corrupción y las dos veces ordenó que se levantaran los sellos de clausura.
SE TOPARON CON UNA PARED DE NEGLIGENCIA
Desesperados, los vecinos buscaron al Director de Protección Civil Municipal, Gerardo Castillón, para que fuera a inspeccionar el sitio de venta de comida italiana, pero el señor funcionario que tomó protesta para salvaguardar los intereses del pueblo y conducirse con honestidad, simple y sencillamente no los recibió, ni les hizo caso, y no se ha molestado por atender esta que parece ser una emergencia.
A la fecha, Gerardo Castillón no ha hecho nada por realizar una visita de inspección y verificar que, en efecto, los tanques estacionarios, la chimenea y su pestilente humo, además del ruido de los viejos extractores, representan un serio peligro para la vecindad, sobre todo para amas de casa que tienen niños menores de edad y que todos los días sufren esta pesadilla de aguantar ruido de música, escándalos y un ambiente contaminado (como se muestra en un video que se sube por separado a las redes sociales de VALLARTA UNO) .
Tanta impunidad, tanto descaro y sinvergüenzadas no pueden estar sucediendo en un gobierno emanado de Morena, cuyo alcalde firmó el decálogo del presidente Andrés Manuel López Obrador, ese que dice, no robarás, no mentirás, etc.
Pero los vecinos observan, con tristeza y coraje, cómo algunos empleados de protección civil, a cargo de Gerardo Castillón, se conforman con una pizza que Jorge Gallegos les regala, a cambio de que no lo molesten.
Ojalá que ahora que viene a Puerto Vallarta el ex secretario de gobernación y aspirante a candidato a la presidencia de la República, Adán Augusto, se entere de cómo algunos funcionarios municipales le dan la espalda al pueblo que protestaron servir.