Resulta que el 06 de febrero del año 2022, el acusado llegó a la casa de la señora Enedina N que está ubicada en la calle Nicolás Bravo del poblado de Campo Acosta, municipio de Tomatlán –en compañía de su esposa e hija—y se metió al baño común que comparten ambas personas (anteriormente Martín NL fue suegro de Enedina) para orinar, pero de repente vio a su ex nuera, se agarró el pene, se lo comenzó a sobar y en seguida le gritó a la mujer… “me la vas a pel…”, “eres una put… barata”.
La acción, reprobable a todas luces de este sujeto, fue observada también por una de las hijas menores de Enedina y de una clienta de un negocio de comida y micheladas que la señora tiene en ese sitio, por lo que decidió denunciar a Martín NL, un adulto mayor que ha tenido varias etapas de agresiones y hostigamientos en contra de esta mujer, al grado tal que ella misma afirma tener 14 Carpetas de Investigación en contra de su ex suegro.
Así las cosas, durante el juicio que se llevó a cabo el pasado 07 de noviembre para desahogar la Carpeta de Investigación 556/2022 y en donde el Ministerio Público estuvo representado por tres abogadas; y presidido por el juez Francisco Barrera Gómez, fue muy clara la tendencia parcial de este juzgador en favor del imputado y en contra de la víctima, en este caso de la señora Enedina SZ.
De acuerdo con información a la que este medio tuvo acceso, el juez Barrea Gómez fue tan cargado a favor del presunto victimario, que se atrevió a reformular algunas preguntas del abogado defensor de apellidos Eduardo Castillo, un litigante que vino especialmente de Guadalajara para defender “el honor” de Martín ML, casi, casi tomando el micrófono para decir “lo que quiso decir el abogado defensor es…”
En la audiencia, el juez permitió que la defensa presionara a los testigos con preguntas tendenciosas como “si había gente o no” en el negocio de comida cuando sucedieron los hechos. También dejó que el abogado defensor interrumpiera una y otra vez a la Ministerio Público que llevaba la acusación, sin exigirle o apercibirlo de forma tajante que se dirigiera con probidad y respeto.
Y es que, de plano, el abogado Castillo aseguró que la acusación contra su cliente fue una “escenificación “, que no existían indicios de que eso hubiera pasado, que el señor Martín ML tenía estudio superior (sic) y que ya sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal, etc., etc.
CONTRA LA DIGNIDAD DE UNA MUJER
No obstante, el Ministerio Público aportó varios testigos que señalaron a Martín ML como la persona que atentó contra la dignidad de una mujer al mostrarle su miembro viril y hacer como que se masturbaba para después lanzar la amenaza de… “me las vas a pel…”
De hecho, muy segura de lo que decía –por los medios de prueba aportados--, la Ministerio Público manifestó que se acreditó el delito de ultraje a la moral y buenas costumbres cometido por Martín MN, ilícito que realizó además con intención dolosa, por cuestión de género y que su grado fue de consumación instantánea.
Sin embargo, Francisco Barrea Gómez –que ignoró por completo juzgar con perspectiva de género—desestimó el cúmulo de testimonios y pruebas aportados por los testigos y el MP, y finalmente resolvió no sentenciar al presunto.
Fue tan descarada la actuación del juez Francisco Barrera, que se dio el lujo de callar a la Agente del Ministerio Público Blanca cuando ella quiso plantear la importancia de hacerle justicia a doña Enedina por ser mujer, pues le recordó al juzgador y a los ahí presentes que todos tienen esposas, hijos, hijas, tías, que vivimos en un entorno de mujeres pues… Pero el juez la interrumpió y le dijo que se concretara a lo que le pasó a Enedina.
En la segunda aparte de esta historia, vamos a precisar las inconsistencia e irregularidades de este juicio oral en las que Francisco Barrea Gómez quedó prácticamente reprobado para presidir casos en el juzgado oral especializado en violencia contra las mujeres y cuya nota debería tomar en cuenta el Consejo de la Judicatura de Jalisco.
De hecho, se sabe que ya hay una queja en contra de este juez por parte de un colectivo de mujeres de Puerto Vallarta por este oprobioso caso.