El pasado 05 de abril, llegó al juzgado segundo de lo civil un incidente de falsedad de declaración realizada por Eduardo Diez de Bonilla Aguilar, cometida al momento de absolver posiciones en una audiencia de pruebas y alegatos celebrada el martes 02 de abril.
Como hemos informado en este caso en que se le ha dado puntual seguimiento, en el que Eduardo Diez de Bonilla pretende a toda costa arrebatar un inmueble de la calle Aquiles Serdán de la colonia Emiliano Zapata a Alexander James y Diego Bedini –a pesar de que hubo un contrato de promesa de compra venta y se pagaron más de cinco millones de pesos—; ahora, mediante argucias y mentiras pretende darle largas al asunto para que los afectados no gocen de su propiedad en paz y no pague por sus fechorías.
EL INCIDENTE
En el incidente presentado ante al juez segundo, Alexander James precisa que la demanda también fue incoada en contra de Diez de Bonilla, “por ser el actor intelectual de efectuar actos simulados y enajenaciones fraudulentas que se han puesto en evidencia a lo largo del juicio”.
Por ello, indica, resulta de suma importancia que el Juzgado tome en cuenta cómo es que Diez de Bonilla operó para deshacerse de bienes inmuebles (casa y departamento de Humberto Esparza) con el objetivo de no pagar a las víctimas lo que le habían invertido en la compra de estos bienes, ya que los trasladó a una empresa de su propiedad (de Eduardo Diez) para evitar así que Alexander James tuviera el carácter de acreedor.
Sin embargo, cuando fungió como abogado de Alexander James, Diez de Bonilla firmó un pagaré de su puño y letra que hace constar la existencia de un adeudo por parte de Humberto Esparza y su socio Roberto Cuevas.
No obstante, el abogado Diez de Bonilla --durante el juicio-- negó que haya sido abogado de Alexander James, pero sí reconoció haber llenado el pagaré en cuestión, lo que resulta contradictorio.
LAS EVIDENCIAS
Bajo esta tesitura, existen pruebas que demuestran la falsedad de la declaración del hoy demandado, ya que, no obstante que fue protestado por el juez para que se dirigiera con la verdad, decidió declarar falsamente.
Por ejemplo, el 02 de diciembre del 2021, el Agente del Ministerio Público, Adscrito a la Unidad de Investigaciónn del Sistema Penal Acusatorio de Bucerías, entrevistó al notario número 2 de esa localidad, Teodoro Ramírez Valenzuela, quien dijo que el 06 de septiembre del 2016 recibió en sus oficinas a Eduardo Diez, Humberto Esparza, Alexander James y Diego Bedini, quienes le solicitaron ratificación de firmas dentro de un contrato privado de promesa de venta.
Que estas cuatro personas le solicitaron al notario que iniciara con los trámites necesarios para el otorgamiento de la escritura pública de compraventa, solicitando enviara el aviso cautelar a las oficinas del Registro Público de la Propiedad y del Comercio en Puerto Vallarta.
Sin embargo, Ramírez Valenzuela precisó no tener “ningún documento de las partes (ya que) después de la ratificación de las firmas, dejaron de comparecer y no me exhibieron documento alguno, ni de los inmuebles, ni de su identidad”.
El 02 de diciembre del 2021, el mismo Ministerio Público entrevistó a Adriana Ivonne Ramírez Camarero --hija del notario Teodoro--, quien comentó que sí conocía a Eduardo, Humberto, Diego y Alexander como clientes de la notaría; que ellos le solicitaron la ratificación de las firmas de un contrato de promesa de compraventa; pero que no se elaboró la escritura… “ya que estas personas no proporcionaron los documentos necesarios para iniciar con la elaboración de la misma”.
Empero, los avisos cautelares se emitieron a solicitud de los mismos Eduardo Diez de Bonilla, Guadalupe Esparza, Diego Bedini y Alexander James… “ya que, según recuerdo, Eduardo Diez era el asesor jurídico y desconozco la razón por la cual no se otorgó la escritura de compraventa, ya que a nosotros se nos dejó de acompañar la documentación necesaria para elaborarla”.
LAS MENTIRAS
Con este testimonio, fue claro que Eduardo Diez de Bonilla mintió y falseó su declaración ante una autoridad judicial.
Peor aún, después dijo que los involucrados en el fraude, Roberto Cuevas y Humberto Esparza eran “solamente sus conocidos”, lo que también es incorrecto, ya que este abogado fue el actor intelectual de efectuar los actos simulados y las enajenaciones fraudulentas, ya que utilizó los recursos económicos de los señores Roberto Cuevas y Humberto Esparza para comprar y vender las propiedades con recursos ajenos.
Pero bueno, no obstante, a que se negó a reconocer la relación profesional que tuvo con Alexander James y con los propios codemandados, posteriormente se logró conocer el origen del dinero de la supuesta compra que realizó la empresa American Properties S.A DE C.V., con lo que se acreditó todavía más la falsedad en que incurrió Diez de Bonilla.
Así las cosas, el 09 de marzo del 2022, la fiscalía regional conoció –mediante oficio-- los estados de cuenta que comprenden de los años 2015 al 2021, respecto de las cuentas bancarias de HSBC a nombre de Roberto Cuevas y Eduardo Diez de Bonilla; otra en Banorte a nombre de American Properties S.A. DE C.V.; y una más de HSBC a nombre Humberto Esparza.
Del contenido de dicho oficio se acredita y se corrobora la falsedad de la declaración de Eduardo Diez, ya que, efectivamente, Humberto Esparza, Roberto Cuevas y Eduardo Diez, utilizando la sociedad mercantil American Properties, simularon la ejecución de la compra venta de los inmuebles.
En el siguiente artículo, vamos a revelar cómo, cuándo y por qué cantidades se hicieron las transferencias millonarias que derivaron en el escandaloso fraude que habría operado el mismísimo Eduardo Diez de Bonilla para perjudicar a los dueños del hotel Guirnalda del Río.