“No que no. No me crean…” dijo con una sonrisa de oreja a oreja el galeno.
Ese martes 11, Sánchez Peña convocó para hablar de las actividades del grupo de voluntarios que le apoyan en el reto de recorrer el municipio para ofrecer servicios básicos de salud. La cifra de 9 mil 320 personas beneficiarias con la tarjeta “si por la salud”, con la cual se adquieren derecho al paquete básico y la visita a 90 colonias barridas por sus 400 promotores, nos causó asombro. No es una cifra menor y en automático nos hace remitir a estadísticas que en su momento manejó, por ejemplo, el dirigente del PRI, Gustavo González Villaseñor en sus pasadas jornadas asistenciales.
Bien, Paco Sánchez Peña es un actor de actualidad en la política. Ese número de casi diez mil vallartenses con su tarjeta médica la alcanzó de agosto a la fecha. Debe ser importante el dato porque potencialmente son ciudadanos, sin importar su edad, potenciales simpatizantes de las aspiraciones políticas del médico
Lo último es lo interesante. Sánchez Peña maduró por meses la idea de construirse una candidatura ciudadana a la alcaldía de Puerto Vallarta. A principios del año reunió a sus amigos y les hizo saber su decisión de buscar postularse. Sus amigos, profesionistas y familiares, algunos ellos priistas que en otros tiempos fueron del grupo compacto de Gustavo González Villaseñor, lo escucharon, lo animaron y le juraron respaldarlo. En su momento, y de eso allá por febrero, en este espacio se consignó que en aquel primer paso, el viejo operador de imagen de Gustavo González, Abel Chávez Galván le impuso su condición; “te apoyo pero con el compromiso de que en su momento no me vayas a salir que negociaste con el PRI o con Gustavo y declinas”. Paco Sánchez pactó con todos que, en las peores condiciones, él renunciaría al PRI y para siempre
El médico, propietario de la Clínica Las Palmas, cumplió su palabra en agosto y la semana pasada lo hizo público. Asume el compromiso de regresar a su pueblo todo lo que en años le ha dado. Logró ganarse la confianza de sus amigos y estos ya tienen un pie fuera del PRI. Ha logrado entusiasmar a un grupo de profesionistas que poco a poco se integran a las actividades propias de un trabajo a perfeccionar y construir una plataforma de propuestas.
Los tiempos electorales ya avanzan. Establecen que en diciembre se realizan los registros de precandidaturas, se abre el periodo oficial de precampañas. En el caso de una candidatura independiente, el mismo periodo se otorga al aspirante independiente a recorrer el municipio para recopilar las firmas de apoyo. Es un tema poco abordado con el médico, pero entendemos que él y su grupo se saben al dedillo el calendario electoral, con fechas y plazos fatales, y trabajan con los tiempos marcados.
La noticia del deslinde de Sánchez Peña al PRI es una buena señal y puede convencer a muchos de que el señor va en serio y no juega a negociar con los priistas. Quienes suelen hablar de política, son asiduos a esta especulación, la de que Paco terminará por negociar y dar su reculada. No pocos al autor le preguntaron qué traía en manos Paco Sánchez, si era juego para acabar negociando una regiduría. El primero paso ya dio y recibió algunos aplausos de los incrédulos. Al fin y al cabo, va muchos pasos delante de otros tantos que hablaron de ser candidato independiente pero que más allá de hablarlo con sus amigos jamás movieron sus manitas. Hay varios casos de ello.
En efecto, sabedores nuestros amigos priistas de que un candidato independiente del perfil de Sánchez Peña es a ellos a quien más daño le ocasionan, hicieron todo lo imposible por sentarse y convencerlo de seguir en el PRI. Gustavo mismo se sentó varias veces con el aludido. También le envió varios emisarios. Cierto, le ofrecieron ser regidor y en las dos primeras posiciones. Le dijeron que ahí estaba la jefatura de la Jurisdicción Sanitaria, que Gustavo personalmente, se encargaría de correr a la actual titular y entregarle la oficina a Paco. Éste no le creyó pues en su memoria está fresco el compromiso no cumplido por Gustavo de ocupar esa posición al primer día de la toma de posesión de Aristóteles Sandoval.
Los priistas han hecho sus primeros cálculos y estiman que con Paco Sánchez pierden varios miles de votos. No saben a ciencia cierta si pueden ser uno, dos, tres, cuatro o cinco mil votos. Cifras las anteriores estimadas por los pesimistas porque otros ya hablan de diez o muchos más votos priistas que se inclinarían por una candidatura independiente. Y votos priistas, porque aun restarían por sumar votos, rasguñados unos al PAN, otros al MC o a los partidos minoritarios.
Puerto Vallarta ya está identificado en el mapa electoral como un municipio con un elector sensible a las propuestas electorales. El voto se evapora con facilidad y un día se puede mover a la derecha, al segundo día al centro y al tercer día, podrá dar el paso a la izquierda. Los expertos en la materia tienen una conclusión: Puerto Vallarta tiene un voto antipriista mayoritario. Pero ese voto abiertamente rebelde al tricolor tampoco tiene color ni sello y la prueba está que por casi una década depositó su confianza en el PAN y en la última elección favoreció al Movimiento Ciudadano. Puede estar ávido de una candidatura independiente y, ya después del paso del médico Sánchez, los operadores priistas monitorean condiciones del escenario, destazan las consecuencias y tratan de hallar la fórmula para reducir el costo político.
El PAN y el MC, o en su defecto sus candidatos respectivos, eventualmente son partidos beneficiarios con la candidatura independiente del médico de Las Palmas. Las familias Sánchez, se cuentan por decenas e invariablemente se declaran toda la vida priistas. Esos miles de Sánchez, algunos Peña, otros Ruiz, sus amigos, empleados, colegas de profesión, compadres o comadres, estarán dudando, si no darle el voto al PAN o al MC, sí negarle el voto al PRI y firmar por Paco. Es ese el peor escenario para el PRI. Aun cabe esperar una campaña y si los operadores del candidato independiente hacen mejor el trabajo, nadie debe descarte que el electorado se prenda y atestigüemos el primer domingo de julio próximo otro campanazo que marque la historia.
REVOLCADERO
Ya Martha Ramírez lo publicó en Contralínea. Fidencio Hernández Lomelí, el dirigente barzonista y ex candidato por el Partido de la revolución Democrática, confirmó lo que en repetidas veces le adelantamos. Declina a cualquier aspiración a ser candidato por el PRD y apoyará al Partido Acción Nacional. El único pero, o más bien la única condición, es que el PAN postule al diputado local Juan José Cuevas García. ****** Por cierto, son los priistas los que sostienen accidentadas negociaciones con los verdes ecologistas y su cacareada alianza se tambalea. Los ecologistas quieren venderse bien y le piden las perlas de la virgen por ir aliados al PRI. Pero pues tienen muchas razones para desconfiar de los priistas pues en casos como Puerto Vallarta les quieren hacer chanchullo. Los González Reséndiz quieren mandar en la planilla a su pariente, Salvador Villalvazo Sandoval para ocupar el espacio negociado para el verde. Y encima de eso, también proponen a un empresario vinculado a los negocios del entretenimiento nocturno motejado como “el chocho” que responde al llamado de Sergio Orozco. De la noche a la mañana este individuo se erige en ecologista y reclama el derecho a ir en la planilla del PRI, ocupando el espacio verde, que porque es ecologista. Y tiene apoyo de varios accionistas de la franquicia tricolor. Y los ecologistas, los de carrera política, proponen al abogado Antonio García López, éste sí con derechos y méritos propios pues en los últimos años ha estado haciendo faena por el verde.****** Este amigo, el alcalde priista de Bahía de Banderas, José Gómez Pérez se niega a dejar el negocio de los bailes populares. Fue él quien organizó el baile el fin de semana y a quien le importó un bledo los susurros de varios de sus colaboradores dejar ya esas actividades por el bien de su imagen. Como alcalde, naturalmente no se puso ningún pero, para firmar su propio permiso. No pues así es fácil hacer negocios. Que si le explotan algunas granadas, cualquier artefacto explosivo, como ya ocurrió en la explanada de la familia, no hay problema. Ahora nadie lo acusará de hacer bailes sin permiso pues puede sacarse de la manga ese papelito al momento que él quiera.
