Hoy, tres años después, nada parece haber cambiado en el PAN. Se fueron y fueron expulsados los que para los que se quedaron era los malos. Pero el partido, acelera su agonizamiento por el mismo padecimiento. En la teoría de los buenos, no cabe su responsabilidad y con su insistente negación, solamente dañan al partido.
De lo anterior, podemos resumir: El PAN repite un escenario asombrosamente similar al que protagonizaron precisamente Juan José Cuevas García, asociado a Humberto Muñoz Vargas y Ramón Guerrero por el otro lado. Con la aportación de los que se quedaron y el abono de los que se fueron, todo se dirige a un nuevo encontronazo. El motejado “peri Cuevas” quiere ser candidato pero el panismo doctrinario lo rechaza. Los porristas del diputado local lo empujan a todo lo que da y están lejos de que, llegado el momento, si su gallo (más bien debemos decir perico) se queda en el camino, muy probablemente se apartarán del partido. Es decir, el partido está partido.
En lo personal nos llama la atención que los pocos militantes de un partido que electoralmente está en la lona se muestren dispuestos a dar su vida por aplastar, no a los de otros partidos, sino a los de su misma sangre. Porque, por años nos han presumido que el panista es de sangre azul. En este caso, a ellos nos referimos como quienes se mueven cual si acuden a una guerra con órdenes de exterminar a un enemigo de sangre. Deben tener sus razones y nosotros las entendemos. Con el entendido de tratarse de una guerra, asumen un proceso interno dispuestos a todo.
Un factor externo influye a la mentalidad doctrinaria. Cuando hace dos semanas tocamos el tema, citamos que los panistas empleados en la nómina municipal oscilaban sobre el medio centenar. Nos llamaron para regañarnos y corregirnos: somos 85 panistas mochilistas. Ya en una charla más privada, se nos aseguró que nada los motiva en este proceso que acudir a hacer uso de su derecho de militante y cobrar una especie de venganza. Los de abajo no hicieron pacto con nadie pero reciben instrucciones de sus jefes, de los operadores del alcalde. En realidad, los mochilistas de alcurnia son quienes se alistan a cobrar a Juan José Cuevas el agravio del proceso interno pasado. La alianza con Ricardo Ponce Ibarría es circunstancial, parecida a la alianza que “El peri Cuevas” pactó con Muñoz Vargas. Ese fue el acuerdo decisivo para echar del PAN a Ramón Guerrero y a decenas de panistas.
A menos de un mes de la elección se juegan con las cifras. Los operadores de Ramón Guerrero nos dieron los siguientes números. Hay 402 activos, fallecieron dos y quedan 400. Nosotros tenemos 217 votos amarrados y ellos 108. Hay 65 indecisos “y eso se los regalamos al peri y ni así nos van a ganar”.
Pero bueno, cifras alegres. A veces nos preguntan quién ganará. Un voto nuestro no será para “el peri Cuevas”. No conocemos personalmente al Ricky Ponce como tampoco conocíamos a Jesús Ruiz Higuera. El último, nos causó buena impresión en las dos o tres charlas sostenidas ya como jefe del panismo. No creemos equivocarnos cuando en su momento advertimos que estaba lejos de cumplir el perfil del líder social que en estos tiempos requiere el PAN. Hasta ahorita no disponemos de elementos para afirmar que el hijo de Pina Ibarría no cumple el perfil. Ojalá y sea el líder que el PAN requiere y sea capaz de colocar a su partido al nivel de competencia contra el PRI y el MC. Ese análisis debe dejarse para después.
Pero si podemos poner a discusión a Juan José Cuevas. En su momento consignamos que el señor no es digno de otorgarle la confianza. No se puede hablar ni medianamente bien de un candidato que no cumple a proveedores. En diversas ocasiones se escribió en este espacio el caso de Helidoro Aréchiga, el rotulista oficial del PAN, militante él y su señora, que por meses persiguió a Cuevas para cobrarle por unos trabajos. Nunca le pagó. Meses atrás se dio pormenores del rompimiento de Gustavo “el chopas” Jiménez Hernández. “El peri” y su familia, el hijo y la esposa, le dieron el peor de los tratos y porque conocemos al paisa, no lo merecía. “El chopas” nos dice ahora que en buena parte ha sido por culpa de Hugo Lynn Almada y de David Cuevas García, mostrarle otra cara y una actitud de desprecio. En otras palabras, la asesoría falla, algo común en los políticos. De David Cuevas, hace unas cuantas semanas se dijo aquí que la candidatura de Olivia Pérez fue su aportación.
En el PAN no hay muchos escenarios sino uno solo. Se nos antoja para que lo menos importante sea quien gane la elección por el partido. Eso no modificará el escenario único. Ya después, irán a elecciones para definir candidato, llegarán a la campaña constitucional y al día de la elección. El escenario se mantendrá.
Para procurar ser más claro. Gana el Ricky Ponce y abrirá camino favorable a un candidato a la alcaldía que no será Juan José Cuevas. Éste y su grupo no harán campaña e inclusive, podrían irse a la contra campaña. El panismo tradicional se fortalecerá. Impondrán su hegemonía durante los siguientes tres años, periodo que aplicarán la ley de helo al perismo. En la eventualidad de que “el peri” gane con Olivia Pérez el partido, con otros rostros, el partido se dividirá. Los porristas del Ricky Ponce asumirán posiciones alejadas del partido. No trabajarán en la campaña y, como ya lo han hecho algunos doctrinarios, harán contra campaña. Es decir, en el PAN, hay dos bloquees, uno enemigo a muerte del otro, con los odios y enconos exhibidos en los últimos tres años.
Eso establecimos, que con Ramón Guerrero y Muñoz Vargas de precandidatos el PAN no tenía ninguna posibilidad de ganar la elección. Quien no tiene memoria, solamente que hurgue en archivos. Mucho tememos que ese es el futuro inmediato del PAN. La fractura ya está y se agudiza. La militancia atiza el fuego amigo. Son más los que asumen el juego de la política como una cuestión personal y eso todo lo contamina.
Revolcadero
Nunca hemos rehuido entretenernos un poco en el juego de la política. Y a propósito de la elección interna del PAN, a quienes nos preguntaron si podíamos atinar en el resultado, les podemos decir, se acomodaron determinadas piezas en favor de Ricardo Ponce Ibarría. No creo ganen en una proporción de uno a dos como nos pronostican los mochilistas panistas. Sin embargo, un resultado más cerrado pudiera bien favorecer al hijo de Pina. Juan José Cuevas esconde una carta. Apostaba a otro ramillete de panistas adherentes que recibirían su credencial de militantes pero esta noticia nunca llegó y la convocatoria trae como candado el requisito de ser activo seis meses antes de la asamblea. Sin embargo, el tiempo ya corre en su contra y difícilmente eso ocurrirá. Por si fuera poco, Carlos Murguía Cibrián el tercer aspirante al Comité, tiene su voto apalabrado en una segunda ronda y será para el Ricky Ponce. Hace dos años, cuando competía por la candidatura a alcalde, declinó a favor de Humberto Muñoz Vargas y de eso todavía se sigue lamentando porque ya cerrados los registros, se aceptó un paquete de activos, la mayoría vinculados a su grupo.***** las condicione son le son nada favorables a Juan José “el peri” Cuevas por dos o tres razones. Las canicas no le funcionan y ya no tiene margen para negociar con otros grupos o subgrupos del partido. En sus dos campañas por las diputaciones incumplió diversos compromisos que le ha hecho perder credibilidad. Ahora son menos los panistas que creen en él. Por eso los conocedores dan como cierta la posibilidad de que Carlos Murguía se defina en su momento a favor del Ricky Ponce. Claro, también el compromiso de la familia con el mochilismo. Existió antes un acuerdo con el grupo de Humberto Muñoz Vargas pero nada de eso hay. Nos dicen haberse enterado ahora que Cuevas García no apoyó a Beto Muñoz en la campaña pasada y prefirió hacer campaña en la sierra. En este espacio se consignó en plena campaña, que “el peri” ordenó a varios de los suyos no trabajar en la campaña de Muñoz Vargas. Nadie creyó y dijeron que era mentira. Ahora están seguros que sí. Curiosidades de la política.***** El fin de semana se supo que ya había convocatoria. Por razones nada claras, los dirigentes del partido no informaron que desde el miércoles, en la página web del Comité Estatal, ya se había publicado la convocatoria para la asamblea de renovación del Comité Directivo Municipal. Pero bueno, ya los registros empezaron y viene la campañita. La maestra Dulce María Flores será el árbitro principal apoyada por los vocales de la Comisión electoral municipal, Oscar Castellón Rodríguez, Celina Joya Macedo, Guadalupe Salcedo Aréchiga y Ricardo Fernández.