El siguiente es el artículo que aparece en http://revistagrilla.com/2016/04/laires-carrera-perez-ambicion-y-ruindad/ escrito por Alberto Contreras:
“Conocido en el bajo mundo de la Colonia Guadalupe Borja de Villahermosa, Laires Carrera Pérez, inició su camino delincuencial al lado de verdaderos asesinos y asaltantes. En su alocada juventud se destacó por el alto grado de violencia que imprimió a su azarosa vida.
Su inicio como transportista se da cuando su padre le endosa la propiedad de un camión del servicio público, y más adelante obliga a su progenitor a cederle todo lo que poseía, tal actitud del hijo hacia el padre, le provoca a éste una trombosis cerebral, aseguran cercanos a su familia.
Se hace de su primera placa en Autos Rápidos de Villahermosa, Tabasco (ARVIT) al obligar a su madre le ceda los derechos de la unidad-concesión con el número económico 187 de la ruta 60, y finalmente obliga a la autora de sus días, a quién, aseguran, agredió por este motivo, a que le firmara los documentos donde se queda con la número 42, de la misma ruta 60.
Transbús-1En Mayo de 2010, se apoderó de la secretaria general de ARVIT, y con ello inicia la pesadilla que hasta hoy no se acaba. Ese mismo año se enfrenta al entonces titular de la SCT, Aquiles Domínguez Cerino y al presidente de Transportes Urbanos Integrados S.A. de C.V. (Transbus), Daniel Pérez Guillén a quiénes puso contra la pared obligándolos a que lo nombraran tesorero de la Cooperativa, aún sin ser socio activo. En minuta firmada por todos los directivos de ese organismo del 1 de Diciembre de 2010, junto con los demás miembros de la directiva, se auto asignaron un sueldo de 15 mil pesos mensuales.
Ambicioso y traidor
Aquiles Domínguez, no sólo lo ubicó como tesorero de la Cooperativa, sino que le “aportaba” 40 mil pesos mensuales para gastos operativos internos, es decir, era una especie de sicario del Transbus. Todo esto según declaraciones de dos de sus víctimas, que la opinión pública conoce; el invidente, Bartolo Zapata De la Cruz y Águeda Alonso García, ex secretarios generales de ARVIT.
En la tenebrosa historia que se narra, Laires Carrera presenta diversas facetas, además de violento esquizofrénico, es cleptómano, ya que a la señora Águeda Alonso, le robó documentación oficial cuando esta era tesorera en los tiempos de Pérez Guillén como presidente del Transbus.
Ese mismo año 2010, Pérez Guillen lo nombró jefe de taller y compras del Transbus, donde apenas lo aguantaron seis meses ya que lo sorprendieron con su camioneta americana que adquirió en 20 mil pesos (en ese entonces su único vehículo) con más de 20 llantas y refacciones, que extraía de las instalaciones para venderlas en el mercado negro. Esta acción provocó que se liara a golpes con su propio jefe, el presidente del Transbus, Pérez Guillén.
De mendigo a millonario.
En 2010, Laires Carrera rentaba en tres mil pesos una casa en la cerrada de Revolución, Callejón del Guarumo, y se le veía regularmente en chanclas o con zapatos desgastados por la chamba. Pero su suerte cambió radicalmente cuando en 2014, con base a una larga estela de chantajes y arreglos debajo de la mesa con líderes de las asociaciones, llegó a la presidencia del Transbus. Enseguida, con el cargo formal en la bolsa, comienza el saqueo a las arcas de este organismo que es propiedad de 474 socios.
De inmediato su cónyuge (Paty) le recomendó a su sobrino Edgar para que trabajara en la empresa y sin pensarlo dos veces o colocó en la zona llamada de Recaudo, donde se recibe diariamente el dinero recolectado por todas las unidades. En plática informal con el joven Edgar, quién se encontraba en estado de ebriedad, le comentó al reportero que las instrucciones que tenia de su tío Laires, era apartarle 50 mil pesos diarios antes de oficializar el ingreso total del recaudo.
Con este procedimiento se embolsó aproximadamente un millón y medio de pesos mensuales durante más de dos años, lo que explica el enriquecimiento que hoy ostenta. Desde luego para esta operación tenía que contar con cómplices a los que les embarraba la mano.
En la Calle Tampico, de la Colonia Guadalupe Borja, en 2014, adquirió un predio de más de 300 m2, donde construyó su mansión del poder, con detalles y mobiliario de Puebla y Guadalajara. Los cálculos de expertos señalan que se trata de una inversión total de más de seis millones de pesos. Pero su fortuna no acaba ahí, el derroche del dinero de Transbus le ha permitido viajar por todo el mundo y contar con una flotilla de cuatro vehículos de lujo.
Laires es propietario de dos unidades pesadas para acarreo de materiales de construcción llamadas Góndolas y cuatro camiones de volteo. A estas unidades con placas del servicio público que le concedió Aquiles Domínguez, les proporciona mantenimiento gratuito en los talleres del Transbus.
Sus broncas legales
Nuestro personaje tiene en su haber demandas penales de los socios de ARVIT, quienes le han demostrado el cobro fraudulento de los cheques de subsidio. Eso, es lo menos, hoy, Bartolo Zapata De la Cruz, invidente, lo tiene cercado con la demanda penal 806/2014, radicada en la Novena Agencia, por lesiones en pandilla, junto con Juan Carlos Izquierdo Castro, de ARVIT; Tomas Rivera Villegas de UTPCAM; Domingo Pinto Araujo y su hijo el boxeador profesional, Domingo Pinto Jr., entre otros.
Fue necesario que Zapata De la Cruz recibiera el apoyo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, debido a la gravedad del asunto, ya que siendo invidente, según videos públicos, fue agredido sin lástima por los indiciados, en complicidad con las autoridades judiciales.
El pasado 15 de Marzo de 2016, el mismo Bartolo Zapata le enderezó otra demanda penal por los delitos de ejercicio indebido de funciones y/o abuso de autoridad y los que resulten a raíz del desalojo ilegal de las instalaciones del Transbus que llevó a cabo Laires Carrera y su gente con apoyo de las autoridades el 15 de Junio de 2014.
Pendiente en su resolución se encuentra el incendio de las 47 unidades del Transbus, asunto que mantiene expectantes a los socios, señalando con índice de fuego a Laires Carrera y José Luis Montoya López, quienes esa noche fueron vistos embriagándose, por lo que se mantiene oculto al hijo de un socio, único testigo, de nombre Javier (N).
El conflicto Rubén Salomé vs Laires Carrera
Ese episodio de Junio de 2014, provocó la fractura que tiene al borde del colapso financiero a este organismo privado, ya que Laires y su pandilla se apoderaron de la dirigencia y de decenas de millones de pesos, por lo que la justicia federal ha resuelto diversas acciones cautelares que no le permiten manejar un solo peso del Transbus.
El juicio ordinario civil 93/2014-V, en su resolución, ordenó suspender “todos los trámites correspondientes que realice la sociedad mercantil denominada Transbus, respecto a las atribuciones que tengan Laires Carrera Pérez y José Luis Montoya López”, dejando firmes a los miembros del Consejo de Administración encabezado por Rubén Salomé Cárdenas, y otros.
El pasado 4 de Febrero de 2016, causó ejecutoria la Toca Civil 3/2015-1-C, donde el Tribunal Colegiado, ordena a las autoridades, bancos, y otros que tengan responsabilidad en este asunto, para el reconocimiento legal de Salomé Cárdenas.
Otro asunto muy delicado que las autoridades federales investigan es la evasión de impuestos y el lavado de dinero, lo que obligó a la empresa Cometra a no seguirle prestando el servicio al Transbus cuando existe la presunción de que estuvieran cayendo en esos posibles delitos.
Los 474 socios buscan sacar adelante el proyecto Transbus, pero, sin el delincuente Laires Carrera Pérez”.