giweather joomla module
Martes, 13 Junio 2017 02:38

El misterioso personaje que financió la comida del Mochilas en Las Juntas

Valora este artículo
(0 votos)

Por Gerardo Sandoval Ortiz

En la arenga, el diputado federal Luis Munguía reveló la identidad del generoso anfitrión de la finca de Las Juntas y lo reconfirmó al enlistar obras atribuidas a “el mochilas”; confirmó que el misterioso personaje que les “financió” la comilitona dominical era Don Carmelo.

La euforia del momento atrapó a las decenas de fans leales a la causa de los diputados Ramón Guerrero Martínez y Luis Ernesto Munguía González. Hubo ruido, traguito y taquito. La convocatoria fue a media tarde y se prolongó hasta ya entrada la noche. El anfitrión cuidó todos los detalles y rentó mueble suficiente para los invitados. En un rincón se quedaron sillas y mesas. Esperaron el doble de la asistencia registrada pero los “operadores” no cumplieron con las expectativas. Ni siquiera Víctor Manuel “el cachis” Aréchiga dejó contento al ex alcalde. 

Todo en honor al de apodo “el mochilas”. Fue una especie de relanzamiento del “candidato” a la alcaldía por el Movimiento Ciudadano, Ramón Guerrero. El que una vez soñó con disputarle al actual alcalde, Arturo Dávalos Peña, la candidatura a la alcaldía; se regocijó con su reducción a simple animador del diputado local.

Casi nadie de los invitados sabía el nombre del propietario de la finca de un bien cuidado césped con alberca. Don Carmelo prestó la finca y se hizo cargo de hacer amena la estancia a todos.

Don Carmelo García es un misterioso constructor que supo tener frente a él negocios que le redituarían mucho dinero cuando en un restaurante conoció a Ramón Guerrero. Este incursionaba con mayor frecuencia en Puerto Vallarta gritando sus aspiraciones de ser presidente municipal. Se le acercó al político ayutleco. Hablaron. Le detalló una propuesta de hacer negocios juntos. No se anduvo con rodeos cuando le ofreció a Guerrero financiamiento para su campaña a las primeras, sin condiciones de ningún tipo, le puso una lana a disposición de Ramón Guerrero. Así, mientras Antonio Arreola Pérez ponía su rancho para reuniones y fiestas políticas en Las Juntas, don Carmelo inundaba de dinero a El Mochilas. En cada fiesta, los refrigeradores de “el rulas” se vaciaban. La estantería de abarrotes de “La nena” también resentía los días de esos festines. Todos ellos “cooperaron” con un financiamiento de largo tiempo.

Para el verano del 2012, don Carmelo sintió tener amarrado jugosos negocios. El primer domingo de julio, su amigo, “el mochilas”, ganó las elecciones y sería alcalde. En menos de un año ya había hecho sus primeras obras. A Don Carmelo, Ramón Guerrero, sin contrato mi mucho menos licitación pública, le asignó a Don Carmelo diversas obras. Fue don Carmelo el que se encargó de reconstruir y remodelar las plazas públicas de Las Juntas, Las Palmas, Mojoneras, Infonavit. Por distintos colonias también le asignaron, siempre sin contrato de por medio, diversas obras, sobre todo arreglo de calles. Pero fueron los trabajos en las plazas lo que más le gustó y en donde más dinero se embolsó. Medio arregló las bancas, remozó las jardineras, puso algunos juegos infantiles, puso ladrillos y armó un “teatro”; cobró dos millones y medio de pesos. Por una obra mucho más austera cobró otro millón, por los trabajos en la plaza de Las Palmas. Casi todas sus obras le significaron un cobro arriba del millón de pesos.

Para todos, Don Carmelo es un personaje misterioso. Ya es de una edad avanzada. Preguntamos si es ingeniero, arquitecto y tiene alguna profesión en su tarjeta de presentación. “Nada, es un constructor, un contratista”, nos dijeron. Otros datos personales apuntan a venir de Guadalajara. Considera a “el mochilas” como su minita de oro y no tiene empacho en “refaccionarlo” en esta campaña. Con el político de Ayutla tiene asegurado obras con el más alto dividendo. Además no se le exige contrato ni compite por ganar una licitación pública con otros constructores. Tampoco se le pide cumplir requisitos, como estimaciones o cotizaciones. 

Quienes escucharon el discurso de Luis Munguía entendieron ni supieron por qué hizo mención de “casi una decena de plazas y espacios” como las razones “para mirar de frente a quienes le tienen miedo a su regreso”. En su arenga, el diputado federal Munguía González dijo que con “el mochilas” llegó “el cambio radical”, hubo mejoras en el municipio y enumeró sus gestiones para infraestructura y programas de obras. Citó como obras importantes los remozamientos las plazas de Las Juntas, de Las Palmas, de Mojoneras, en la colonia Leandro Valle, del Infonavit, de otras obras. Antes de entregar el micrófono al profesor Carlos Murguía, Luis Munguía hizo mención de obras en materia deportiva en Lomas de San Nicolás (un asentamiento que forma parte de la delegación municipal de Las Juntas en la parte alta de El Coapinole), en Los Tamarindos y en Ixtapa. La calidad de estas obras se puso en duda por el inmediato deterioro. A unas semanas de su inauguración, los muros de las canchas de frontón en Los Tamarindos registró desprendimiento del muro del frente y en su momento se informó en este espacio.

En todo momento, Luis Munguía hizo cita, precisamente de las obras asignadas sin contratos y sin estimaciones de costos al anfitrión, a Don Carmelo. Lo hizo en gratitud al anfitrión por prestar y costear gastos de la comilitona de los mochilistas.

Respecto a los asistentes, fueron los de siempre, hombres y mujeres enmochilados, distinguidos todos por un hecho: cuando Arturo Dávalos inició su gestión no fueron incluidos en su administración y en protesta se declararon enemigos de Dávalos y “guerreros” leales a la causa del “mochilas”.

No se registró asistencia en calidad ni en cantidad, pero nuestro informante nos reportó haber visto a los profesores Carlos Murguía Fregoso y a su esposa Carina Cibrián; asimismo a Iris Ulloa Godínez y a esposo. El ex delegado municipal de Ixtapa, Víctor Manuel Aréchiga al que “el mochilas” ya le empezó a hacerle el fuchi porque no llevó a los cientos y cientos que presume lo siguen. Ramón Chávez y su esposa cumplieron, pero Oscar Pérez llegó solo y no hizo labores de acarreo. Hubo otros que le echaron pimienta y alegría, como el ixtapense de raíces guerrerenses Néstor Delgado. Cuando lo despidieron en esta administración, Néstor se unió a la dupla Munguía-Mochilas y se declaró anticepillista. Ese es el perfil y la característica condición de los fans del “mochilas”, emecistas que no hallaron acomodo en la nómina municipal.

REVOLCADERO

Aunque gritan a cielo abierto ser fans de Ramón Guerrero, nos dijeron que nadie vio a la maestra, la ex regidora María Guadalupe Anaya Hernández. Tampoco se dejó ver Juan Manuel Contreras Ramos, aquél que, como panista, alguna vez ocupó un cargo relevante en la administración municipal; despedido en la última quincena de mayo para abrir cupo a un empleado de aseo público. Tampoco vimos a la ex regidora, Candelaria Villanueva Sánchez, quien se cuida de no aparecer abrazada a la causa mochilista y menos cuando está ahí “el cachis”, uno de sus enemigo declarados cuando ella y su grupo controlaron la delegación de Ixtapa. Uno de los hijos de Cande, José Eduardo Guzmán Villanueva, es uno de los despedidos. Mientras cobró su quincena, de este muchacho se referían como un auténtico “aviador”.****** En la comelitona del domingo hubo un infaltable invitado. Es Rosalío Villaseñor Alvares. Le apodan “el chalo”. Este muchacho es el alcalde de Atenguillo, pero más da la impresión de ser cualquier vecino de Puerto Vallarta, de Ixtapa, de Las Palmas, de Las Juntas o El Pitillal. Pasa más tiempo en estos poblados que en el municipio donde dice ser alcalde. Grita presente en toda fiesta que lo inviten y se aparece en todos los argüendes donde está Luis Munguía y “el mochilas”. Como si en su pueblo no hay problemas que atender. Ya es hora que alguien le diga que en su rancho los ciudadanos votaron por él para gobernar su municipio y no para estar de fiesta en fiesta acá en Puerto Vallarta. Allá lo reclaman que atienda sus problemas y se deje de hacerle al tío lolo. Nuestros amigos de Las Juntas nos confiaron que “el chalo” ya tiene enfadado a Toño Arreola, porque cada semana viene y le pide sus caballos y el rancho. Abusa “el chalo” del Toño Arreola, un ganadero que no acostumbra a decirle “no”, pero ya no oculta su malestar y sus muecas cuando cada vez le avisan que “el chalo” quiere más caballos.****** Habla bonito “el cachis” nos dijo un amigo de El Ranchito el fin de semana. Nos contó que uno de estos días lo saludó el ex delegado de Ixtapa y lo invitó a unirse a la causa mochilista. Nuestro amigo le dijo ser panista y no oportunista como él (cachis). “Ándale, tu vente. Te va a ir bien. Mírame, yo tengo auto nuevo” le presumió el de apodo “el cachis”. ****** En Bahía de Banderas, la telenovela de la elección no se ve tenga fin. Los priistas amenazaron con impugnar. También lo hizo el cantante Ernesto Pérez, mejor conocido como “el chapo de Sinaloa”. Éste amigo también se dice robado. Está envalentonado por su gran logro, desplazar al abanderado del Movimiento Ciudadano, Moisés Guerra a la cuarta posición de la tabla. Pero, para quien conozca un poco del clan, Los Guerra, no es una gran hazaña superar en popularidad a uno de los hijos de Adrián el jerarca. Muy al principio consignamos en un comentario corto los graves problemas del diputado federal Moisés Guerra. Por respeto nosotros seguimos en muestra posición de guardarnos detalles para argumentar esta última afirmación.

 

 

 

Visto 2513 veces
Inicia sesión para enviar comentarios

Vínculos importantes

Publicidad

Para anuncios en la versión impresa y en línea comunicarse a la Redacción al teléfono 322 294 8412