Dado que los sismos más fuertes ocurren en las llamadas zonas de subducción —el área en la que parte de una placa oceánica se sumerge bajo una placa continental—, en México esto ocurre en todo el territorio comprendido entre Puerto Vallarta (Jalisco) y Tapachula (Chiapas), a lo largo de toda la costa del Pacífico. Desde que se tiene constancia de la magnitud de los temblores sólo en cinco ocasiones ha superado la magnitud 8,0, según los datos recogidos por el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Colima, junio de 1932
Es el único que, en fuerza, es comparable al que ha tenido lugar este jueves. El 3 de junio de este año, tuvo lugar un fuerte temblor entre las costas de Colima y Jalisco. La ciudad de Colima, en el estado homónimo, fue la más afectada por el terremoto. Dos semanas después, otro temblor, de 7,7 azotó de nuevo la zona, y una semana más tarde, un tercero, de magnitud 7.
Este último —que se creen réplicas del primero—, el 22 de junio, provocó el conocido tsunami de Colima que, a finales del mismo mes, tuvo lugar en la playa de Cuyutlán, una importante zona turística de la costa. Con olas de entre ocho y diez metros, el maremoto llegó a acceder hasta un kilómetro en la tierra, destrozando por completo el pueblo de Cuyutlán.
Jalisco, junio de 1932
Mientras esto ocurría en Colima, en Jalisco también se movía la tierra. El 18 de junio, día en que tuvo lugar la segunda réplica fuerte del terremoto de Colima, Tuxpán, en el estado de Jalisco era escenario de un terremoto de magnitud 8,0 que se considera réplica del de Colima, dos semanas antes. Entre los dos sismos, se contabilizan un total de 430 muertes.
Michoacán, septiembre de 1985
El terremoto de Lázaro Cárdenas es, sin lugar a duda, el más devastador en la historia mexicana. El 19 de septiembre, pasadas las 7:00 de la mañana, comenzaba a temblar el suelo de todo el sur, centro y oeste de México desde su epicentro, la localidad de Lázaro Cárdenas, en el estado de Michoacán. Este temblor tuvo también numerosas réplicas, una de ellas, al día siguiente, de magnitud 7,3.
La capital, Ciudad de México, fue la gran afectada: El balance de muertos nunca llegó a cerrarse: el Gobierno, entonces presidido por Miguel de la Madrid, cifró las víctimas mortales entre 6.000 y 7.000 personas. Sin embargo, numerosas investigaciones realizadas años después, elevan este balance hasta los 10.000 muertos. El estadio de béisbol del Seguro Social se convirtió en una auténtica fosa común: las autoridades utilizaron estas instalaciones para realizar las labores forenses.
Más de 4.000 personas fueron rescatadas de entre los escombros; más de 30.000 edificios se destruyeron por completo y cerca de 68.000, de forma parcial. Más de un millón de personas se quedaron sin servicio eléctrico, y tres días después sólo se restableció la electricidad de algo más de un tercio de los afectados.
Colima, octubre de 1995
El 9 de octubre de 1995, el estado de Colima, que se encuentra precisamente en esta área de la costa del Pacífico, pasadas las 9:30 de la mañana, un sismo de 8,0 sacudía el sur de México. La ciudad más afectada fue la de Manzanillo, donde se derrumbó por completo el hotel Costa Real: primero fue el último piso, después le siguió el edificio entero. Más de 60 personas murieron, y cerca de un millar resultaron damnificados por el sismo.
Durante varios días los equipos de rescate buscaron supervivientes entre los escombros, si bien únicamente dos personas lograron salir con vida de entre los restos del hotel, una de ellas, una niña de menos de un año. Al terremoto le siguieron multitud de réplicas, 15 de ellas de magnitud entre 4 y 5. (Fuente original www.elconfidencial.com)