Acudieron el lunes a las oficinas del Instituto Electoral y de Participación en Guadalajara para darle trámite a su solicitud pre registro. Es lo que llaman solicitud intención (de participar). Para Puerto Vallarta son los primeros valientes. Otros ya desistieron pues les resulta demasiados enredos a superar para aparecer en la boleta del 2018. El amigo Luis Alberto Alcaraz, periodista de profesión, ya dio su primera muestra de estar decidido y entusiasmó a “el chetillo”.
En el proceso electoral del 2015 se anotó y logró cumplir os requisitos, el médico Francisco Sánchez Ruiz. Le fue fácil reunir las cuatro mil y pico de firmas y también alcanzar la regiduría. Pero se quedó lejos de la alcaldía. Los votos lo colocaron en su realidad, una realidad distante del sueño de ganar con votos el gobierno municipal. No le hemos preguntado a Alcaraz López pero se infiere que él está seguro de ir a competir con posibilidades de ganar la elección y gobernar la ciudad. Si eso lo anima, a nosotros nos encanta la idea de verlo competir, de ir a ver incendiarios discursos, convencer y persuadir a las grandes masas y verlo satisfecho de cosechar gestos de simpatías.
“El chetillo” se mueve encantado de dar sus pininos en la política. Ya fue funcionario municipal, de medio pelo sí, pero no se le notan frustraciones. Mas bien, hasta a sus amigos asombra por ese ánimo y por aventurarse en respaldar el proyecto personal de Luis Alberto Alcaraz.
David Benjamín Baumgarten Macedo es actor secundario y poco hay por decir de él. Se desempeña como responsable de asuntos jurídicos de los raicilleros de la entidad (en realidad, todos de esta región). Es hijo del legendario don Benjamín Baumgarten Joya, el famoso “Cheto”. El padre del “chetillo” por poco y es candidato a alcalde a principios de los 90. Pero le ordenaron declinar para despejarle el camino a Rodolfo González Macías. Don José Baumgarten Joya, tío de nuestro amigo, fue alcalde muy a principios de la década de los 70. Quizá esa calentura del “chetillo” le viene de sangre.
El estrella pues es Luis Alberto Alcaraz. Es él quien tiene la inquietud y asume el reto de someterse al escrutinio público y con votos, demostrar que es un periodista popular en la sociedad, capaz de imponerse a cualquier político vallartense. Nos acordamos de él cuando en pleno proceso electoral del 2012, y en los días posteriores a la elección, escribía en su columna Perfil Político sus deseos de competir. Todo indica que hará realidad aquello que varias veces publicó. Varias veces se colocó como un ciudadano decepcionado de la clase política y también de las autoridades electorales. Se confesó agraviado, insultado y ofendido por un Ramón Guerrero Martínez y sus metódicas y constantes violaciones a las leyes en la materia. Como nadie, Alcaraz combatió al de apodo “el mochilas” por lo que consideraba “compra de votos” con sus mochivales”, las “mochifarmacias” y demás formas de “compra” de votos.
Ignoramos si los procesos del 2012 y del 2015 y el resultado lo animaron a dejar el confort del periodismo y lanzarse a los encordados políticos. Cuando apenas anunció su decisión fue advertido de esperarle momentos duros. Se le van a seguir recordando sus pecadillos. En las colonias no es conocido pero quizá mucho se hable de él ya cuando adquiera estatus de candidato. Bien dicen que para darse a conocer, solo es requisito ser candidato.
Pero también es probable que Alcaraz decidió incursionar en la política cuando sus amigos están en la lona. Sus amigos políticos ya fueron candidatos, unos ganaron y otros perdieron una elección. Imposible no asociarlo, por ejemplo, con Gustavo González Villaseñor, varias veces regidor y diputado y alcalde de la ciudad en el ya lejano trienio 2003-2005. La última apuesta por uno de sus amigos fue la última elección. Apostó todo por Andrés González Palomera. Perdió. Los González Reséndiz jamás fueron opciones suyas. Hacía ya casi dos años que otro de sus grandes amigos, Manuel Galindo Nolasco se había ido del PRI. No tiene problemas con el jerarca obrero, Rafael Yerena Zambrano pero siempre ha guardado distancia. Por lo demás, Yerena se desentendió del puerto y “heredó” a sus amigos y familiares el “negocio” de la CTM.
Quizá Alcaraz olfateó que mantener su lealtad a sus amigos, casi todos priistas, y por qué no decirlo, todos priistas, sería tal como un suicidio político. Y él mismo a estas alturas debe aceptar que es eso, un animal político. Vemos la valentía de erigirse en un independiente gladiador y solo atinamos a ese concepto de definición. Si toda su vida ha vivido de la política, del periodismo político; si su instinto de sobrevivencia le dice que con sus amigos en desgracia, es momento de romper su anquilosado modo de vivir, él es eso, un animal político.
Algunos amigos nos han dicho que lo de Alcaraz es un suicidio político. Es posible. Pero si pierde, sería solamente una derrota. Debió aprender de sus amigos. Perdieron una vez, dos veces, se levantaron y luego ganaron. Sino una elección, ganaron una candidatura. Lo reiteramos, son sus amigos – los citados arriba- son sus ejemplos, algo próximo a su inspiración. El mismo Fernando González Corona inició con una derrota. Claro, éste traía billetes. Pero Alcaraz está convencido de reducir a la nada el billete y sustituir el dinero por sus palabras. Se propone convencer a base de discursos, de convencimientos. No se hace planes de ganar con billetes. Ahí está su gran reto. Ya probó ser funcionario municipal, poderoso e influyente amigo de políticos. Hoy quiere emularlos y eso para él no es un suicidio.
Como periodista, Luis Alberto debe saber que para ganar un lector se ocupa mucho, mucho esfuerzo. Y para perder un lector se necesita un día, un escrito, una columna. Se pierde y se gana un lector más o menos en el mismo tiempo real que nos gana a un enemigo. Si no es fácil cuantificar número de lectores leales, también es imposible saber más ciencia cierta cuántos enemigos se sumaron. Es falsa la idea de dar por amigos a toda la lista de contactos en las redes sociales. Ni siquiera es confiable el directorio del teléfono celular. Más de un amigo medían “likes” o “me gusta” y concluyeron que son personajes muy populares. Calcularon mal lo que apenas se asoma ser una realidad virtual. Eso explica aceleres y desaceleres. Hay varios casos de amigos que declinaron aventurarse al sueño que anima a Alcaraz. Nosotros hasta lo animamos. Ojalá que al final no se resulta en otro conejillo de indias, un experimento de laboratorio que nos permita demostrar la complejidad de la política y de los políticos en Puerto Vallarta. Acá, hasta los compadres te fallan. Y no se digan los amigos, el vecino. Adelante Luis Alberto. Es bueno que se dé su oportunidad y exija a sus amigos le muestren lealtad, lo apoyen y se revindiquen con él.
REVOLCADERO
Lo que sigue es darle seguimiento al calendario electoral. Esta semana y hasta el domingo 19 está reservado para los pre registros y a más tardar miércoles 22 se dictaminará la procedencia de cada solicitud de aspirantes a munícipes. Ya en diciembre, a partir del día 29. Se les permitirá iniciar la ronda de recolectar las firmas de apoyo. En otros casos, los registros internos de precandidatura a más se realizan la segunda semana de este mes. Al cabo de esta tercera semana también habrá humo blanco en los partidos políticos en lo relacionado a las candidaturas a gobernador, senadores, diputados local y federal. Si los partidos lo deciden también habrá precandidaturas a alcalde y si se preinscriben, tendrán luz verde para salir a pedir el voto interno desde el 20 de diciembre en adelante. Son 40 días de precampaña. Como están las cosas, no se les ve al MC ni al PRI condiciones ni planes de abrir un proceso interno. Lo probable será ver a más tardar el siguiente fin de semana candidatos presidenciables. Por lo menos en el PRI. En Morena, ya lo tienen. Allá por enero y febrero paran precampañas para abrir breve pausa y abrir el periodo de registros. Casi de inmediato arrancan las campañas las que culminan el 30 de mayo.****** Quienes pensaron que habría un boom de independientes quizá se sienten defraudados. Personajes como Máximo Martínez Aguirre no levantan la mano. Manuel Galindo declinó. Por sus publicaciones en redes sociales se sabe dos personajes identificados como Pepe Martínez y Enrique Gou mantienen sus aspiraciones. Mas allá de sus círculos sociales, personales, amigos o familiares, muy poco se sabe de ellos. También ha trascendido el nombre de un mariachi de nombre Francisco Romero García. Esta flaca la caballada independiente.***** El fin de semana se vino a Puerto Vallarta el diputado local con licencia, Pedro Kumamoto. Dijo que sería diputado el periodo completo para el que fue electo pero falló. Se separó del cargo por aspiraciones de un político común, saltar a otro cargo. Kumamoto quiere ser Senador de la República. Son 28 jaliscienses los apuntados para participar en la elección federal. Destaca la famosa “Marichuy”, la candidata del zapatismos, originaria y con residencia en una comunidad indígena de Tuxpan. María de Jesús Patricio Martínez será nuestra candidata presidencial. Claro, primero debe resolver el embrollo de las 870 y tantos mil firmas de apoyo. Hay un notario público, el 43 de Zapopan, José Antonio Jaime Reynoso que busca la grande. Este señor ya fue una vez candidato a presidente, pero de Tlajomulco de Zúñiga y por Morena. Por ahí tiene antecedentes de fraude.