En efecto, es triste el caso del PAN. Ni siquiera se sabe nada de alguna convocatoria para celebrar su antes esperada convención municipal donde tradicionalmente se elige a su abanderado a la alcaldía. Por esa tradición democrática, el panismo era el modelo frente a cualquier polémica en torno a la democracia de su selección de candadito.
En realidad, los medios de comunicación han sido atrapados en el espiral del desinterés de la militancia panista. No se conoce que dos o más militantes se disputen el honor de abanderar al blanquiazul en la elección de munícipes. A lo sumo se ha podido dar lectura que Ricardo Ponce Ibarría. Ya no se apuntan aquella media docena que cada tres años reclamaba ese honor.
Decíamos triste la realidad del panismo vallartense; pero esa es la condena que desde la elite nacional les dedicó con su gran alianza nacional con el Partido de las Revolución Democrática y el Movimiento Ciudadano. Triste porque en esa alianza en Jalisco y en Puerto Vallarta son ninguneados en grado vergonzoso. El MC desdeñó esa alianza para la elección federal y solo aceptó negociar una coalición parcial en la entidad. Esa alianza restringida es para unos cuantos municipios. No van juntos, porque el MC rechazó al PAN, en la elección para gobernador. Para la alcaldía de Puerto Vallarta tampoco van juntos.
Es grosera esa alianza porque lleva a militantes que antepusieron la dignidad toda su vida y ahora son literalmente obligados a hacer campaña para quien mucho los agravió en los años recientes.
No sin sarcasmo implícito será un agravio para militantes de la talla de un Humberto Muñoz Vargas ir a un mitin de Ramón Guerrero Martínez. Curioso será ver a Jesús Ruiz Higuera echarle porras a “el mochilas”. Éste último, como presidente del Comité Directivo Municipal del PAN, antes de reducirse dicho órgano a “delegación municipal” promovió la expulsión de Ramón Guerrero cuando blasfemó contra el PAN por aquél proceso interno de principios del 2012.
La alianza PAN-PRD-MC para la elección federal es una bofetada para todo aquel que se digne ser militante convencido de los principios, doctrina y valores. No podemos imaginarnos ver en un evento masivo de la campaña de Ramón Guerrero, con banda musical de por medio, a la ex senadora Eva Contreras Sandoval gritando a todo pulmón sus arengas en favor de “el mochilas”. Eva Contreras fue de las panistas más molestas e indignadas cuando Ramón Guerrero acusó al PAN de antidemocrático y de que militantes como Humberto Muñoz y Eva Contreras le “robaron” la elección interna. Con absoluto desprecio de Eva a Guerrero, declaró en su periódico Tribuna de la Bahía que (el mochilas) “sin el PAN no gana ni una regiduría”.
Los vallartenses perderemos calidad de asombro si vemos a la maestra Dulce María Flores aplaudirle y votar por Ramón Guerrero. La ex regidora panista fue de las más aguerridas cuando se clamó fincar juicio partidista y expulsar a “los traidores” del PAN.
Ya pasaron muchos años que el PAN dejó de ser moda en Puerto Vallarta. La realidad que hoy vive es una auténtica tragedia. Al perder el apoyo popular los obliga ir aplaudirle al mismo personaje que hace menos de cinco años lo expulsaron.
Con mucha regularidad se suele acusar a los medios de comunicación discriminar a tal o cual partido o candidato. Ocurre por ejemplo sostener que no voltean a ver ni abrir espacios a los candidatos independientes. Sucede que la euforia de los independientes raya en la jamaicada de barriada. No se ve seriedad entre los apuntados y han hecho de sus aspiraciones una auténtica broma.
En cierto sentido, el Partido Revolucionario Institucional se las ha ingeniado para no salir de la elite local de la política. Su proceso de selección de candidato fue un momento que colocó al partido en la punta del populómetro político. No tienen nada que envidiarle al MC. Roberto González se mantiene como un trending tópic, la medida con la que se marca la tendencia de popularidad en las redes sociales.
Falta por definirse algunas candidaturas pero se nos antoja situar al maestro Roberto González Gutiérrez como a quien le corresponderá apostarse en la posición de la única y real amenaza para Arturo Dávalos Peña, el alcalde que busca hacer historia y ser el primero en ser reelecto.
Allá por febrero vamos a conocer al abanderado del PAN. El Ricky Ponce no tiene oposición y en el momento que lo desee, será candidato. Si no quiere el hijo de Pina Ibarría, nos han dicho que habilitarán un militante, el que sea. Los del Movimiento Nacional de Regeneración Nacional han repetido que se la jugarán con una dama, pero ni en eso se ponen de acuerdo. Los seguidores de Héctor Gallegos no declinan y amenazan con tomar sus canicas y abandonar Morena si no postulan al contador.
Hemos solicitado algunos informes de la agenda del virtual abanderado priista y más allá de propuestas, se percibe una visión que seguramente le permitirá colocarse en igualdad con otros aspirantes en puntos importantes como en conocimiento de su persona. Roberto González estaba abajo del mismo Cesar Abarca y ya avanzó varios escalones. Es probable, y nadie lo discute, que Arturo Dávalos es una marca más popular que González Gutiérrez. Pero si desde ya le construyen una plataforma que le permita dejarse ver y saludar en la colonia, en las comunidades, en la esquina más transitada, en cualquier calle del municipio, sin duda seguirá avanzando y en cinco meses, podrá competirle en ese rubro al más conocido de los candidatos a alcalde.
En este momento no hay propuesta de Roberto González ni de ningún otro aspirante. Por lo demás, eso está prohibido. Los mensajes deben estar dirigidos a la militancia de los partidos. Empero, en cualquier competencia electoral, las propuestas siempre son un factor decisivo, a veces el que más influye. Vamos a esperar qué nos propone Roberto González. El priismo, quienes apostaron por él y le dieron su palomazo, tienen confianza de que por su perfil, más académico que político, gane la confianza del electorado vallartense y derrotar al poderoso MC y a Arturo Dávalos.
REVOLCADERO
Luego de varios años de no asistir a un evento organizado por el gobierno municipal, el sábado acudimos al desayuno por el Día del Periodista. Unos días antes nos había invitado Martha Ramírez con una poderosa razón de por medio. Se le rendiría un reconocimiento a Lorenzo León Zazueta, “el viejo León”. La periodista misma se apoderó del micrófono y contó alguna anécdota, de esas que abundan en la autobiografía del hijo predilecto de Choix, Sinaloa. El jefe de prensa Luis Hernández leyó la semblanza. Para la nuevas camadas del periodismo, nada de raro será ignoren por desconocimiento el legado de Lorenzo León. Fue un terco periodista que a martillazo en cada tecla logró hacerse un campito en los celosa cofradía de periodismo nacional de las década de los cincuenta y setenta, hasta perder su status de periodista sedentario y construir su nido en esta región, en Puerto Vallarta y una finca en Guayabitos, en donde se inspiró para su luciérnaga.****** Al evento al que no pudimos gritar presente fue el festejo por el cumpleaños quince y tantos de benigno Lara, mundialmente conocido como “Winnie Poo”, el nuevo orgullo de Los Tamarindos, acaso el primer fraccionamiento de Ixtapa. Nos había dicho el cumpleañero que demostraría más poder de convocatoria, es decir, tener más amigos, que “el mochilas”, y tener no menos de mil asistentes. En honor a la verdad, ni preguntamos ni nada sobre número de invitados que fueron al corral de Armando Ibarría. Supongamos que no fueron los mil pero sí fueron 500; no, menos (parafraseando al preciso) asistieron 200. Son muchos. Ni Nacho Cortés puede presumir tal. Ofrecer un agasajo a 100 o a 200 invitados debe ser para presumir. Nos enteramos que al lugar se hizo presente el alcalde Arturo Dávalos y que fue tan aclamado, o más, que el cumpleañero. Un día antes, el sábado, saludamos al “Winni” en su feudo del Magisterio, y entre que daba órdenes de servicios urgentes de recolección de basura, nos contaba que tal amigo le regaló 30 kilos de tortilla, que otro tantos kilos de carne, que los guisados del bufete los cocinaría tal comadre, etc. ****** Buen alboroto se traen el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado con la Secretaría der Hacienda y Crédito Público y los priistas. Corral reunió a la crema y nata del PAN y PRD en aquel estado y un elenco de figuras de clase nacional. Se queja el gobernador del “Estado Grande” que es víctima de una represión del gobierno federal al retenerle su partida presupuestal. La SHCP respondió que el dinero ya se depositó en las cuentas del estado. ¿Y por qué todo eso? Aduce Corral que el gobierno federal lo reprendió por su batalla contra la corrupción luego de encarcelar a un priista por un tipo de manejo de dinero desviado supuestamente a campañas de candidatos priistas. Bueno, las aguas se batieron a tal grado que hasta Manlio Fabio Beltrones se amparó contra una eventual aprehensión. ****** Este lunes se le dio difusión a una fotografía en donde aparecen juntos Andrés González Palomera, Cesar Abarca Gutiérrez y Roberto González Gutiérrez. ¿Los conoce? El primero fue candidato a alcalde hace tres años, el segundo se perfiló para hacer el mismo papel en este 2018 y el tercero, le ganó la jugada al segundo y es el virtual abanderado priista a munícipe. Por lo que sabemos, algo se traen en mano los dos primeros, Andrés y Cesar, y no es que traten de hacerle manita de puerco el tercero, pero a éste -a Roberto- le beneficiaría una jugada que se nos antoja sería natural en donde estaría de por medio la candidatura a la diputación federal. Para entender lo anterior consideren que Andrés aspiró, pero guardó el secreto, ser candidato a diputado federal. Como Cesar, también le cerraron la puerta. Hoy, los dos están en una posición de ser considerados para la diputación federal. Es aquí en donde Roberto González debe captar que él sería el tercer beneficiario ir en fórmula con Cesar o con Andrés. Catastrófico sería que el partido imponga a un candidato de aquellos municipios perdidos en la sierra. Tal vez por eso se vio animado en ese café al profe Roberto.
