Y así es, Meño Candora lleva por lo menos una década buscando la posibilidad de ser delegado de El Pitillal, pero a veces las imposiciones han frustrado su sueño, y en otras ocasiones, la suerte no ha estado de su lado.
Durante el trienio del priista Javier Bravo Carbajal participó en la “elección interna” para sub delegado del Pitillal acompañando en la fórmula a Juan José “El Peri” Cuevas García, quien iba para delegado, pero las mañas de Javier Bravo fueron pudieron más y éste finalmente impuso a Eliseo Aréchiga en la silla de dicha delegación.
Desde entonces, Juan Carlos Rodríguez ha querido y ha buscado la delegación del Pitillal. “No lo hago por una ambición política, porque yo ni político soy, sino para ayudar a la gente más necesitada; para gestionar obras en las colonias, para que no haya tanto desorden vial, para pedirle al presidente municipal que nos repavimente o adoquine la calle principal del Pitillal”, comenta Meño Candora.
“Sé que hay otras personas que también quieren ser delegados, como Sergio Rodríguez Zavala, mejor conocido como “El Rayo”, pero yo he insistido mucho con el alcalde electo, Arturo Dávalos y con gente de su equipo para que nos den esa oportunidad a nosotros”, agrega.
Meño forma parte destacada del patronato de la Parroquia de San Migue Arcángel, ha apoyado a gente del Pitillal con gestiones para salud, campañas de salud visual y eventos con causa para obras altruistas.
En política siempre ha apoyado a candidatos como Peri Cuevas y hace seis años el mismo Peri Cuevas lo invitó a formar parte de su planilla, por lo que ha seguido trabajando para que le den esa oportunidad, comenta, de por fin ser delegado del Pitillal.
Actualmente, el encargado de la delegación es Antonio Gutiérrez Villaseñor, pero no ha entregado buenas cuentas a la secretaría general del Ayuntamiento –que es la responsable de las agencias y delegaciones-- , y antes, con Ramón Guerrero estuvo como delegado Guillermo Villaseñor, un comerciante de tacos que un día fue descubierto cobrando cuotas a los puesteros durante las fiestas patronales.
Lo cierto es que El Pitillal necesita un cambio, una delegación funcional, con objetivos y alcances para que la demarcación no luzca tan abandonada y para que los delegados no lleguen a hacer negocios con las fiestas y menos con los puesteros y comerciantes a quienes les cobran por todo.
El alcalde reelecto Arturo Dávalos debe pensar muy bien si abre una elección para elegir delegado, o designa a uno que apoye la mayoría de los habitantes del Pitillal, la delegación más grande del municipio de Puerto Vallarta.
