El pasado 26 de septiembre, dimos a conocer en este mismo espacio que Empleados de la ADR, tronaron contra la titular de esta dependencia, Dahely Dessiree Carranza Viesca, al señalarla como una funcionaria corrupta que comete actos presuntamente ilícitos con su cargo público, al ser parcial con algunos contribuyentes a cambio de jugosas cantidades de dinero.
También señalamos que los trabajadores de la ADR enviaron un escrito denuncia al SAT en la Ciudad de México –que también mandaron a algunos medios de comunicación como la revista Proceso, VallartaUno y al periodista Carlos Loret de Mola--, donde indican que los negocios que realiza la citada funcionaria son del dominio público en todo el edificio, ya que “es parcial con algunos contribuyentes que, a cambio de ciertas cantidades, son beneficiados, realizando un quebranto grave al fisco”.
En el escrito, los empleados que siempre se mantuvieron de forma anónima por temor a represalias, señalaron que tan sólo habría que preguntarles a los abogados del área de ejecución cómo es que reciben instrucciones para realizar las diligencias del PAE (Procedimiento Administrativo de Ejecución), “manipulando las actuaciones en campo desde la oficina; esto, realizado por el subadministrador de ejecución, Francisco Samuel Peña Contreras, otro coludido con estas mismas actividades”.
MOCHES Y BENEFICIARIOS
Por igual, en el escrito anónimo se indicaba que a los actuarios de vigilancia y cumplimiento se les dan encargos a fin de que realicen actos de notificación, de los que los mismos contribuyentes son informados con antelación para después beneficiarse con lo que parecen ser “moches”.
Revelaron asimismo en dicha carta, que algunos de estos contribuyentes beneficiados por los “informes con antelación” –o sea que les advierten que van a ser notificados—son empresas ampliamente conocidas en Puerto Vallarta como Lans Vallarta, la Inmobiliaria San Pancho, una firma denominada “Servicios de Apoyo Administrativo” y hasta el periódico Vallarta Opina, entre otros.
A raíz de que salió esta información a la luz pública, la señora Dahely Dessiree comenzó una “cacería de brujas” al interior de las oficinas del SAT en Puerto Vallarta, se puso histérica y sumamente nerviosa y empezó a desconfiar de todos los trabajadores… hasta el día 31 de octubre pasado, en que citó a cuatro empleados que ella supuso fueron los que filtraron dicha carta denuncia a los medios de comunicación, y los dio de baja con el endeble argumento de “pérdida de confianza”.
La Administradora del SAT mantuvo un hostigamiento laboral durante 35 días –después de que apareció la nota periodística—contra varios empleados, negó el acceso a otros a las oficinas de hacienda y de acuerdo con trascendidos informativos, puso a una de sus incondicionales, de nombre Irene Bernal, quien funge como Supervisora de Actuarios, a ocultar evidencias de los créditos fiscales de aquellas personas morales –empresas sobre todo—a las que estaba ayudando con información privilegiada, a cambio de supuestos “moches” o favores, como Lans Vallarta, Inmobiliaria San Pancho y el diario “Vallarta Opina”.
OCULTAN Y BORRAN EVIDENCIAS
En otras palabras, Dahely Dessiree Carranza comenzó a limpiar el cochinero que tiene al interior del SAT Puerto Vallarta, por cualquier investigación que se le venga encima ahora con el cambio de gobierno federal. De hecho, existe una fotografía donde se puede apreciar cómo esta mujer de nombre Irene Bernal está revisando la cuenta de los adeudos fiscales de la empresa denominada “Inmobiliaria San Pancho”, precisamente una de las que se señala en el escrito como favorecidas por la funcionaria.
Y es que lo más probable es que se hayan reactivado los créditos fiscales de las empresas “amigas” de Dahely para tapar la corrupción que pudo haberse generado.
En este contexto, Dahely Dessiree ya no aguantó más la presión y en vez de pedir una investigación sobre los señalamientos que sobre presuntos hechos de corrupción se le hicieron en el escrito, tomó represalias contra los trabajadores, a quienes, sin instaurarles el debido procedimiento administrativo, solamente los notificó que estaban dados de baja por supuesta pérdida de confianza.
QUEJA ANTE LA CEDH
Así las cosas, supimos que los cuatro empleados afectados por Dahely Dessiree acudieron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos Región Costa Norte con sede en Fluvial Vallarta, para emitir una queja contra esta prepotente funcionaria federal por despido injustificado y hostigamiento laboral.
Los cuatro coinciden en que fueron notificados de su cese mediante un oficio en donde se señala como motivo la pérdida de confianza para efectos laborales. Que los llamaron a cada uno por separado a una sala de juntas y que ahí los estaban esperando dos personas del módulo de recursos y servicios y otros dos de sus compañeros de trabajo que estaban en calidad de testigos para el caso de que no quisieran firmar dicha notificación y si así fuera, no les darían copia de este.
Los empleados dijeron en su queja que van a acudir al órgano jurisdiccional correspondiente para defenderse de esta injusticia, pero también señalaron que la funcionaria los hostigaba constantemente acusándolos, sin prueba alguna, de corruptos; les gritaba delante de los contribuyentes; que los humillaba al dirigirse a ellos con apodos y adjetivos calificativos subidos de tono y que hasta intentaba monitorear las llamadas y mensajes que realizaban con sus teléfonos celulares.
Que el hostigamiento y el acoso laboral empeoró a raíz de la publicación de una nota en un medio electrónico de noticias en la que en esencia se habla de actos de corrupción por parte de la Administradora.
INFLUYENTISMO EMBARRA A ALTO FUNCIONARIO DEL SAT
Estos cuatro trabajadores nunca se han visto envueltos en algún tipo de investigación o procedimiento administrativo, subrayan en la queja, por lo que van a buscar que se les haga justicia y los reinstalen en sus puestos, ya que uno era subadministrador desconcentrado de la ADR, otro fungía como actuario fiscal adscrito y los otros dos como abogados tributarios.
No obstante, temen que la señora Dahely Dessiree se salga con la suya y termine afectándolos aún más, porque ella presume tener una amplia relación con un alto funcionario federal en la Ciudad de México, de nombre Abraham Arciniega Camarena, quien funge como Administrador Central de Planeación y Estrategias de Cobro del SAT, a quien presume como su padrino y que por eso ella hace siempre lo que quiere.
Ha trascendido que este señor Abraham Arciniega Camarena, es muy amigo de Héctor Vázquez Luna, un personaje que se ha mencionado como el que podría ser el próximo Administrador General de Recaudación del SAT en el gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, los afectados confían en que el nuevo presidente de la República no tolere este tipo de influyentismo y amiguismo en perjuicio de los trabajadores en general.
Que, por el contrario, se inicie una investigación a fondo sobre el trabajo de Dahely Dessiree.