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Lunes, 30 Junio 2014 00:01

El trasfondo de la renuncia de Antonio Pinto a la Secretaría General; y Guillermo Cosío Vidaurri, el reclutador de priistas resentidos

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

La renuncia de José Antonio Pinto Rodríguez a la Secretaria General del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, como días antes la de su líder político, Abraham González Uyeda al PAN, no es ni por asomo una decisión tomada a la ligera. Las dos renuncias es una forma de respuesta a las estrategias que en el municipio y en todo el estado aplican los priistas ante la proximidad del proceso electoral 2015.

 

(Antes de ir al tema, estamos obligados a precisar que el pleno del Ayuntamiento no aprueba aun la renuncia de Pinto Rodríguez. El asunto se discutiría en sesión dominical pero la mayoría de regidores votó en contra del orden del día y no se pudo celebrar la sesión).  

Pinto Rodríguez dimitió a su encargo municipal para regresarse a Zapopan y buscar la postulación a la alcaldía por el PAN. Es una pieza del ex subsecretario de Gobernación, encargado de despacho por un tiempo, y tomó la decisión de común acuerdo. Los dos procuran construir condiciones para cerrar el acuerdo de unir a panistas y al Movimiento Ciudadano. González Uyeda es tachado de asesor externo y voluntario del gobierno local y en otros municipios ganados por el MC en donde comparten intereses con el grupo político de Enrique Alfaro Ramírez. Pinto Rodríguez y Abraham González son apenas dos piezas panistas vinculadas al MC. Otra pieza del mismo engranaje es el ex dirigente estatal del PAN, Eduardo Rosales Castellanos que de propia voz ha dicho ser asesor externo “voluntario” del gobierno de Puerto Vallarta.

La dimisión de Pinto Rodríguez es pues una renuncia anunciada cuya intención final es cocinar la alianza PAN-MC, partido éste último al que sirvió en Puerto Vallarta. La candidatura a construirse en Zapopan no es por el MC, sino por el PAN.

El brazo derecho del alcalde Ramón Guerrero Martínez sigue siendo militante de PAN e inclusive es consejero estatal. Allá y acá se dedica a la política y sus servicios los presta igual para su partido como para el MC. Es lo mismo que su jefe político, González Uyeda y que el ex líder estatal panista, Lalo Rosales. Todos son un grupo que negocian en paquete. En el paquete se mueven otros alfiles del mismo ajedrez, como por ejemplo representantes del gobernador de Baja California Sur, el panista Marcos Covarrubias en la administración municipal. El representante de Marcos Covarrubias es su hermano Cuco y su operador estelar en la entidad, Ramón Cerna. El director del área jurídica, José Santiago Leal Amador es un espacio del mandatario de la Baja. Entre todos ellos se negocian la repartición del poder en Jalisco, todo de común acuerdo en la alianza con Alfaro. 

En la operación de “alta traición al PAN”, está coludido el dirigente estatal del PAN. Diego Monraz Villaseñor. A este personaje lo acusaron desde los tiempos que fue coordinador en Jalisco de la campaña presidencial de Josefina Vázquez de jugar en contra del partido. A hurtadillas, Monraz teje fino, siempre a la vista de su antecesor Rosales Castellanos, el contacto con el MC. Lalo Rosales es amigo, compadre y socio de Enrique Alfaro. Comparten los intereses empresariales pero también se comparten sus dividendos políticos. No es ninguna casualidad que Rosales sea “asesor voluntario” de otros gobernantes emecistas, como el primer edil de Tlajomulco de Zúñiga, Ismael del Toro, de quien es también su estratega.

Entonces, desde adentro del PAN, Lalo Rosales es el “asesor honorífico” de gobernantes del MC y siempre con el visto bueno de Diego Monraz. Son puntas de lanza de un sector de militantes promotores de la gran alianza PAN-MC. El primer reto es ganar Zapopan con Toño Pinto y al mismo tiempo Guadalajara con Alfaro. El mismo plan contempla mantener el gobierno de Puerto Vallarta, aquí lanzando al actual director de Desarrollo Social, Arturo Dávalos Peña. El segundo paso es la reinvención de Alfaro Ramírez, ser candidato y ganar la gubernatura.

Así las cosas, ya se están dando los primeros pasos y tomando las primeras decisiones. Lo de Pinto es parte del plan tal como lo fue la renuncia al PAN de González Uyeda, el dueño de la lechera Sello Rojo.

Pero en Puerto Vallarta hay un imprevisto. Resulta que el bendecido, Dávalos Peña nomás no ha podido crecer. Los focos rojos se encendieron cuando Dávalos entró en conflictos con parte de su equipo íntimo. Sus diferencias con Guillermo Salcedo Contreras, el director de Servicios Públicos, le complicó crecer. Fue en ese momento que se dispararon las primeras recomendaciones para instrumentar un “plan b”. En esto último no hay acuerdos decisivos y la discusión interna está abierta. Es mas, lo del “plan b” no pasa de ser una propuesta aun en proceso de maduración y uno de los primeros que deberán asumir la responsabilidad de aplicarla será Santiago Centeno Ulín. Es el asesor de cabecera del alcalde, el que de los asesores políticos de Ramón Guerrero más ha crecido en materia de operación política. Si le preguntan a Centeno, quizá ni él esté enterado del plan.

En el “plan b” no hay acuerdos sino todo lo contrario. Abundan divergencias. Sucede que entre los propuestos a ocupar la posición de Dávalos se propuso a Diego Franco Jiménez, aquel que como suboficial administrativo le usurpó todas las funciones al titular, Ignacio Guzmán García. Como Franco manejó nóminas y repartió plazas y aviadurías, pronto entró en conflictos con el “grupo Vallarta”. Y cuando el ex regidor Héctor Gallegos se confrontó con el alcalde y lo removieron de la dirección de Participación Ciudadana, colocaron en su lugar a Diego Franco. Desde esa posición, el tapatío se reposicionó y ahora ocurre que a ojos de un grupo de influyentes funcionarios municipales es un “presidenciable”.

Habrá que precisarlo. Ya van para dos semanas que se empezó a trabajar en el llamado “plan b”. La operación política ya arrancó y un primer pronóstico es que habrá nuevos choques entre funcionarios públicos de la legión extranjera y el “grupo Vallarta”. Se iniciaron la hostilidades, cuando la entrega de grados a policías municipales, acto realizado en el salón de un hotel del norte de la ciudad. En las primeras negociaciones se incorporaron inclusive algunos empresarios. Naturalmente, son hombres de negocios ligados a los intereses de González Uyeda, gente de todas sus confianzas con quienes comparten el interés de mantener el control político de la ciudad.

Sin embargo, los planes de los emecistas-panistas no parecen reparar en un eventual problema. Sí saben que el Partido Revolucionario Institucional implementó un programa de reconciliación con militantes que renunciaron al partido en los últimos años. Saben que el ex gobernador Guillermo Cosío Vidaurri está a la cabeza de dicha comisión y que el regreso del abogado y regidor Miguel Ángel Yerena Ruiz, del ex regidor Heriberto Sánchez Ruiz, de otras figuras locales, es producto de estas operaciones políticas. 

Desde Guadalajara se han lanzado invitaciones a dialogar a diversos personajes vinculados al MC. Son funcionarios municipales que de suscitarse problemas internos pueden tomar la invitación de incursionar en el PRI. La invitación incluye por supuesto chambas en el gobierno federal y estatal. En este plan de reclutamiento interviene el mismísimo gobernador Aristóteles Sandoval, el ya citado Cosío Vidaurri, el dirigente estatal del tricolor, Hugo Contreras Zepeda. Tienen conocimiento, también el dirigente regional y estatal de la CTM, Rafael Yerena Zambrano, el alcalde de Guadalajara, Ramiro Hernández García, el coordinador de la bancada en el Congreso local, el ixtapense Rafael González Pimienta e inclusive, el ex secretario general de gobierno, Arturo Zamora Jiménez. Son pues ofrecimientos y negociaciones al más alto nivel. El interés único es cerrar la puerta a Alfaro y echar abajo la mas mínima posibilidad de de perder el gobierno estatal. En Puerto Vallarta, el objetivo es recuperar la alcaldía en julio del 2015.

El comisionado, Cosío Vidaurri ya reincorporó algunas piezas en la ciudad. Mantiene una serie de pláticas con otros actores. Están por cerrar el retorno del alcalde de Ayotlán, Jesús Rodríguez Rojas, quien ganó la elección por el MC. Están trabajando con María Victoria Mercado Sánchez alcaldesa de Cuquío por el MC. En Puerto Vallara, la lista de prospectos a reclutar, con quienes se sostiene negociaciones, es extensa. En un céntrico hotel de la capital se ha platicado, entre otros, con el Síndico, Roberto Ascencio Castillo y el ex regidor Héctor Gallegos. Hay negociaciones con los regidores, Javier “el pitas” Pelayo Méndez, Humberto Gómez Arévalo y Susana Mendoza Carreño. La información apunta a que con estos tres, los operadores priistas creen tener posibilidades de pactar el reclutamiento. En la lista que circula, aparecen nombres como el del ex presidente del ejido Las Palmas, Francisco “chico” Flores Jiménez, los empresarios Nacho Cadena, Jorge Díaz de Sandi, Oscar Domínguez y otros no tan conocidos como Luis Michel de la O, Homero Maldonado y Víctor Aréchiga.

Con las reincorporaciones y nuevos reclutamientos, los operadores del PRI calculan que irán a la siguiente elección en condiciones favorables y recuperar Puerto Vallarta. El equipo de Ramón Guerrero y sus asesores, con Enrique Alfaro, asumen que tienen margen para negociar una alanza, sino con todo el PAN, con un sector de panistas y amarrar el triunfo en el municipio. Alfaro piensa igual y coordina las estrategias que ya aplica en Guadalajara. Antonio Pinto es el alfil movido de Puerto Vallarta y enviado a Zapopan. Tienen todo el respaldo del gobernador de Baja California Sur, Marcos Covarrubias.

En síntesis, priistas y emecistas apuestan a que en las elecciones de julio del 2015 se resolverán vía el factor de las alianzas.

REVOLCADERO

Los panistas no están ajenos a las operaciones políticas  de sus adversarios. De ahí que apuran sus negociaciones internas para reconstruir su unidad. La operación cicatriz se cierra poco a poco y en esta última semana se atrevieron a dar los primeros pasos. Asumen que los más vistos del PRI, son Andrés González Palomera, Gustavo González Villaseñor y Cesar Abarca Gutiérrez. Los panistas no creen que el MC, postule a Arturo Dávalos. Ellos, también por varios mochilistas, bautizaron a Dávalos como “la mona” y están seguros que en el MC también sirvió para calentar al gallo. El panismo mas realista, ya concluyó que será con el diputado local, Juan José Cuevas García con el que darán batalla y tendrán la posibilidad de volver a ganar Puerto Vallarta. Por lo pronto, las tribus azules ya empezaron a unirse.****** No gustó a muchos la decisión de designar al contralor municipal, Víctor Manuel Bernal Vargas como el nuevo Secretario General del Ayuntamiento. Sus críticos afirman que jamás cumplió su compromiso de ser un “contralor ciudadano”, como ofreció el alcalde Ramón Guerrero la razón del Colegio de Contadores Públicos para proponerlo al cargo.***** A días de cerrar campañas, en Bahía de banderas, el ambiente se tensa. Pepe Castañeda, con amplias posibilidades de ganar la regiduría en la demarcación de San José del Valle, por el PRD-PAN denunció el viernes pasado haber sido víctima de amenazas por sobrinos del candidato del PRI, José Gómez. Son también familiares del alcalde Rafael Cervantes Padilla. Si nadie controla a sus porristas en cualquier día puede desencadenarse la violencia. Ojalá y se imponga la sensatez. Alguien debe decirle a sus porristas que se juegan una elección. No se juegan la vida.**** Por cierto, el dirigente del PAN en Bahía de Banderas, Miguel Ángel García Navarro fue el primero en avisar que su candidato, Héctor Paniagua sostendría su cierre de campaña a las seis de la tarde de este domingo 29 en San Juan de Abajo. El secretario general del CEN panista, Ricardo Anaya Cortés encabezaría el evento.

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