Fue hace poco más de un mes en que los rumores sobre un caso de corrupción iban y venían en los corrillos judiciales de Puerto Vallarta, pero nadie sabía con precisión el tema que se trataba, sólo se aseguraba que un ministerio público de nombre David y un juez estaban involucrados, entre otros servidores públicos.
Ningún funcionario de la Fiscalía Regional de Justicia quiso dar a conocer detalles de este asunto, solo sabían que el Agente del Ministerio Público había sido llamado por sus superiores a la ciudad de Guadalajara y que, incluso, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez había hablado directamente con el MP de nombre David, toda vez que abogados de un influyente despacho de la Ciudad de México se quejaron con el mandatario estatal.
El tema está tan fuerte, que la queja llegó también hasta el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien habría dado órdenes para que se atendiera el caso, en virtud de que al parecer se trata de un importante empresario de una firma internacional de las telecomunicaciones que tiene fuertes inversiones en México.
Lo grave del asunto, es que pese a que el gobernador Enrique Alfaro supo de primera mano el intento de extorsión millonaria contra el empresario extranjero –y el mal trato que le dieron, como si se tratara de un delincuente—que nadie ha sido removido de su cargo por esta acción, ya que se sabe que el Ministerio Público de nombre David sigue en su cargo, mientras que el juez no ha sido llamado a cuentas por el Consejo de la Judicatura.
Quizás, dicen algunos enterados, se está armando una investigación a fondo y no tardan en rodar cabezas de altos funcionarios de la Fiscalía y otros del poder judicial, incluso el mismo fiscal general, Gerardo Octavio Solís Gómez, estaría en la cuerda floja.
La investigación, apenas comienza. (Foto/Internet)