Será en la Primera Sala del VIII Distrito con sede en Puerto Vallarta, a cargo del juez Osvaldo López Tapia, donde será presentado Gudiño Cueto para que responda por las acusaciones en su contra por el presunto delito de fraude, según el expediente 2805/2019.
Como se recordará, el 21 de junio pasado dimos a conocer en este medio de comunicación que el también ex jefe jurídico de la policía municipal de Puerto Vallarta estaba siendo investigado por fraude cometido supuestamente en contra de unas 100 personas residentes de este municipio.
Según testimonios de las víctimas, de Gudiño Cueto les hizo creer que les conseguiría permisos de taxis con nuevas placas; que sólo tendrían que pagar 200 mil pesos y comprar coche nuevo y listo; que en breve tendrían su auto de alquiler en orden y sin que ninguna autoridad los pudiera molestar.
PERMISOS FANTASMA
Y que, para fortalecer sus promesas, Alberto Gudiño, quien en sus tiempos libres también manejaba un carro de alquiler, se autonombró Subdelegado Regional de la supuesta Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), con cuyo membrete y siglas cubrió algunos taxis que ya circulan en Puerto Vallarta.
Fue así como Gudiño Cueto comenzó a embaucar a personas de buena fe que confiaron en él y quienes le depositaron cientos de miles de pesos en un periodo de tiempo relativamente corto, ya que las promesas para realizar los trámites correspondientes y obtener permisos y placas para taxis los comenzó a hacer desde el año pasado.
Luego se supo, por las denuncias que se presentaron en la Fiscalía Regional del Estado, que Gudiño Cueto actuó de forma dolosa para obtener un lucro indebido, ya que prometió algo que no cumplió o que hasta el momento no ha cumplido, que son los permisos de operación de automóviles de alquiler.
También trascendió que Gudiño Cueto utilizó oficios que resultaron totalmente falsos, según versión de los propios afectados; ellos se enteraron de que los documentos que les dio Gudiño eran apócrifos por voz de varios ejecutivos de agencias de venta de vehículos de Puerto Vallarta.
LA CRUDA REALIDAD
Y es que, al intentar tramitar un crédito para la compra de un automóvil, les dijeron que la documentación no era correcta, que al parecer era falsa.
Así las cosas, Alberto Gudiño habría defraudado a personas que creyeron en él, por lo que hoy tendrá que explicar ante el juez de control del porqué su actitud.
En este sentido, varias víctimas de Gudiño Cueto contaron a este medio que luego de haberle depositado cantidades que van de los 20 mil, los 50 mil, los 120 mil y hasta los 180 mil pesos en diferentes cuentas bancarias para comprar un permiso de taxi, el señor Gudiño se hizo ojo de hormiga.
En este presunto fraude, también sale involucrado de manera indirecta un sujeto de nombre Rigoberto Vázquez Brambila –que tiene una supuesta representación sindical en Jalisco--, pues le habrían depositado 20 mil pesos por cada permiso que Gudiño Cueto prometió, aunque después, en un mensaje de Facebook, el mismo Brambila se deslindó de Gudiño.
LOS AFECTADOS
No obstante, afectados como Marco Antonio Flores Cortés y su esposa Maribel García, contaron que la primera vez que Gudiño Cueto los contactó, fue el 18 de noviembre del 2018 en las oficinas de la Secretaría de Movilidad (hoy Secretaría del Transporte) en Guadalajara, ya que estaban realizando un trámite de placas para su papá, y que éste los abordó para decirles que él podía darle celeridad a dicho trámite.
Que después los citó para platicarles que debido a su nombramiento (de subdelegado de CATEM) él podía tramitar muy rápido las placas y que, además, si les interesaba, hasta les podía conseguir permisos para taxis.
De esta manera, Marco Antonio Flores y su esposa se interesaron por dos permisos, por lo que Gudiño les dijo que, si aceptaban, de entrada, el trámite les costaría 200 mil pesos, tan solo para sufragar gastos de traslados, según les comentó.
También les pidió que consiguieran la mitad del dinero –100 mil pesos—para poder pagar las placas “y los demás gastos que se generaran”, y que el resto se lo dieran ya que les entregara las placas y los permisos.
DINERO TIRADO A LA BASURA
Posteriormente, los esposos llamaron a Gudiño para informarle que sí iban a querer dos permisos, por lo que de inmediato el sedicente abogado les pidió que hicieran los pagos en tres diferentes cuentas bancarias y que lo hicieran a nombre de José Rigoberto Vázquez Brambila. Y así lo hicieron, ya que el 14 de diciembre depositaron 25 mil pesos.
Después, entre el 15 y el 20 de diciembre pasado, Gudiño fue a la casa de los Flores donde le entregaron otros 120 mil pesos para adquirir dichos permisos.
Luego, el 17 de enero, pero ya de este 2019, Gudiño se presentó en casa de los suegros de la señora para entregar constancias de vigencia de permisos y reconocimientos de derechos de sitio. En la vivienda de los adquirientes, les aseguró que sus permisos ya estaban listos, que sólo faltaba que compraran los coches para ponerles placas.
Al día siguiente, los Flores comenzaron a notar que algo estaba mal, ya que al acudir a varios Bancos para solicitar financiamiento y comprar los vehículos destinados al servicio de alquiler, les negaron el crédito. Los ejecutivos bancarios les hicieron saber que los documentos que llevaban no eran permisos, ni mucho menos concesión de taxis.
Para dejar las cosas en claro, una ejecutiva bancaria les mostró a los Flores una verdadera concesión de taxi, que consta de 11 hojas, de un oficio, número de folio y concesión, señalando el sitio al que corresponde, así como un acuerdo publicado en el Periódico Oficial del Estado de Jalisco.
Después fueron a otras agencias automotrices y les dijeron lo mismo, que sus documentos no eran verdaderos, por lo que de inmediato trataron de comunicarse con el susodicho Alberto Gudiño Cueto, pero éste de plano ya no les contestó, ni las llamadas ni los mensajes.
En el artículo de junio, también escribimos que, así como Los Flores, hay decenas de afectados por las promesas de gestoría de Gudiño Cueto, que con el membrete de un sindicato equis, estaba presuntamente defraudando a ciudadanos de buena fe.
Hoy, es probable que lo vinculen por este supuesto fraude.