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Miércoles, 19 Febrero 2014 03:18

Las confesiones de Alfaro en La Jornada Jalisco

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Por: Julio Ríos y Sergio Hernández Márquez

18 de febrero 2014.- “Emilio González Márquez no me apoyó. Si así hubiera sido, habría ganado la elección”. Esa es la respuesta que Enrique Alfaro Ramírez, mirando a los ojos y con voz pausada, da a la pregunta obligada.

 

Han pasado casi dos años del competido proceso por la gubernatura, y al tener enfrente a Alfaro todavía es inevitable preguntarle sobre aquella versión que, a fuerza de repetirla, llegó a permear en un sector de la opinión pública:

¿Lo apoyó Emilio González en 2012 movilizando electorado, recursos y apostando su capital político en detrimento del PAN?

Repuesto de la metralla y dispuesto a sanar las heridas, el jefe máximo de Movimiento Ciudadano (MC) acepta conversar en una extensa entrevista y revelar pasajes hasta ahora desconocidos  del 2012.

¿Emilio me ayudó siendo gobernador como presidente municipal? Sí. Eso tuvo un impacto en mi crecimiento político, yo creo que sí, porque eso me ayudó a ser un mejor presidente, pero ayudó con obra para la gente de Tlajomulco y seguro la gente se lo agradece.

Pero luego entramos a la parte electoral: ¿Me ayudó Emilio en la campaña? Si tu pregunta es si me ayudo con dinero, la respuesta es contundente: ¡No! ¿Me ayudó abiertamente con apoyo político? La respuesta es no”.

Y abunda:

¿Hicieron algo los panistas por ayudarme aportando quizá su voto? A lo mejor sí. Eso lo tendrán que contestar ellos. Y es la primera vez que doy una entrevista así. Eso no se puede catalogar como un acuerdo político de respaldo a mi campaña. Es más, y lo digo porque es lo que pienso: Si Emilio se hubiera decidido a apoyar mi campaña, hubiera ganado yo la elección.

Esos tres puntos que me faltaban los pudo haber aportado el gobernador sin problemas. Cualquier gobernador tiene tres puntos de capital político”, reflexiona.

Para Alfaro, el fenómeno de popularidad que significó su candidatura se debió a factores más complejos que la orden de una oficina de gobierno y sostiene que ningún panista tenía el poder de movilizar un millón 200 mil votos.

Estoy en mi derecho de defender la idea de que el crecimiento electoral que tuvimos fue muchísimo más complejo que el apoyo de Emilio. ¿Me apoyó Emilio González con dinero? No. ¿Con apoyo político expreso? No. ¿Me apoyó de formas que a lo mejor no me di cuenta o que son producto de una serie de circunstancias? No lo sé.

–¿Nunca se lo has preguntado?

–Sí. Yo le dije alguna vez a Emilio, sí se lo dije, que creía que si él se hubiera metido a apoyar este asunto, hubiéramos ganado.

–¿Qué te dijo? ¿Se puede saber?

–No, no, yo solo puedo hablar de lo mío.

–¿Qué opinas hoy de Emilio González Márquez a un año que dejó el puesto?

–Creo que como gobernador hizo cosas buenas y cosas malas y sostengo que si hizo algo indebido, quien tiene la responsabilidad de llamarlo a cuentas es la autoridad actual. El gobierno del estado y el hoy gobernador, fueron los que dijeron que lo iban a llamar a cuentas y que le harían pagar las consecuencias de sus actos.

La pregunta es cuándo. Si Emilio se robó un peso o alguien de su gabinete robó, como jalisciense espero que estén en la cárcel.

–¿Le ves ganas o tamaños al actual gobierno para hacer este acto de justicia en caso de que Emilio fuera culpable de algo?

–No. No lo veo. Suponiendo sin conceder, no les veo ninguna intención, creo que todo es alharaca.

–¿O manejo político?

–¡O conflicto de intereses! Vamos a ver, los Panamericanos. Todos tenemos la sospecha de que ahí hay un mugrero. No hay jalisciense que no lo crea. ¿Y cuál era la participación del entonces alcalde de Guadalajara en el manejo de los dineros? ¿De veras le van a entrar a revisar los Panamericanos cuando ellos fueron parte del desgarriate? Por eso digo… al tiempo.

 

“No seremos cueva de ladrones panistas”

Alfaro se deslinda de controvertidos panistas como Jorge Salinas Osornio, Eduardo Rosales Castellanos o Herbert Taylor.

Reta a sus detractores a que den pruebas de qué labores tienen en Movimiento Ciudadano y garantiza que ninguno de ellos será parte de su equipo ni mucho menos serán candidatos.

El ex alcalde de Tlajomulco asevera que achacarle ese tipo de personajes son fantasías que existen nada más en la cabeza de sus detractores.

Si a mí alguien me dice: qué es lo que hacen en este proyecto Salinas, Rosales, Herbert, Emilio y todos los que quieren achacarnos, pues órale, yo lo aclaro.

Y lo quiero decir así de claro: esto es más de quienes son nuestros adversarios que han querido construir la historia falsa de que este movimiento se va a convertir en una cueva de panistas desempleados, independientemente de su autoridad moral. La respuesta de mi parte es tajante: ¡Por ningún motivo!”.

Alfaro arguye que ni siquiera hubo algún panista que se acercara a pedirle una posición y que casi todos ellos empezaron a mandarle mensajes de supuesta solidaridad hasta el final de la campaña, cuando se dieron cuenta del inminente hundimiento del barco blanquiazul.

La pregunta es en qué me ayudaron, no tengo idea. Porque si me preguntas si me dieron dinero, no. Si me aportaron una estructura de votos, tampoco la vi nunca. En esto hay un montón de mitos.

La realidad es que todos esos actores políticos estaban profundamente desesperados. Esa es la única realidad”, enfatiza.

 

“Fue Peña el que me ofreció la candidatura  a senador”

La escena se vivió en la ciudad de México. Fue en la oficina del entonces candidato Enrique Peña Nieto, donde el ex gobernador mexiquense le ofreció a Enrique Alfaro Ramírez una candidatura al Senado de la República.

Así lo relata el líder moral de Movimiento Ciudadano en Jalisco.

Jamás acepté ser senador por el PRI. La propuesta de ser senador me la hizo directamente Peña Nieto, en su oficina, con la presencia del licenciado (Miguel Ángel) Osorio Chong y del licenciado (Luis) Videgaray.

Siempre agradeceré el gesto y el honor de tratarme así y de considerarme. Esa propuesta me la confirmó Jorge (Aristóteles Sandoval) en su momento y les pedí tiempo para responder, pero nunca les dije que sí”, recuenta.

Además de platicar con Peña Nieto, también tuvo que platicar con el presidente del Partido Verde, Jorge Emilio González, ya que esa candidatura al Senado se tenía que asumir bajo esas siglas.

Narra que la noche previa a la decisión estaba reunido con todo su equipo y había opiniones divididas. Unos a favor de integrar su proyecto al PRI y otros de rechazar. La decisión era difícil, pues en ese tiempo ya se había roto la alianza con el PRD y pudo haberse quedado con las manos vacías.

Y buscábamos una opción no sólo por mí, sino porque se trataba de un proyecto colectivo, con gobiernos por los cuales debían responder, y un capital político que cuidar.”

Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, Enrique Alfaro le pidió a su gente dejar que él tomara personalmente la decisión.

Aceptaron, le llamó a Aristóteles Sandoval y le pidió que lo recibiera a las siete de la mañana. Se fue a dormir, no sin antes hablar con su esposa.

La decisión la tomé gracias a que ella me dijo: Te imaginas en un templete echando porras a ese proyecto de país, a ese proyecto de estado. ¿Así te imaginas? Se acabó la crisis y tomé mi decisión”.

Y relata:

Aristóteles me recibió en su casa, pensando que yo iba a decirle que sí. No fue una noticia fácil. Esa es la historia. Me siento muy orgulloso de eso y al tiempo sé que tuve la razón.  Hoy el análisis de algunos priístas es que Alfaro sería senador y seguro sería su candidato al 2018.

He escuchado quien dice eso. Sólo que si fuera senador no sería el Alfaro que soy hoy. El Alfaro que hoy existe no existiría. Prefiero ser mil veces este Alfaro. El Alfaro desempleado de hoy me gusta más que el Alfaro senador”.

–¿Entonces nunca les dijiste que sí y te diste la vuelta? ¿Eso es otro mito?

–No, no, no. A Peña Nieto le dije te agradezco mucho la propuesta y voy a hacer mi análisis. Al que yo le digo que no es a Aristóteles y momentos más tarde al licenciado Osorio Chong, a quien no le gustó mi respuesta, lo cual entiendo y respeto.

En ese momento no existía Movimiento Ciudadano, no existía nada de lo que después pasó, lo único que existía era un PRD con la cortina cerrada, entonces no teníamos opciones. Estábamos buscando una salida  y encontramos la salida de la dignidad.

En ese momento no había luz. Después que fui a decirle que no a Aristóteles, me fui a mi oficina y dije: ¿Ahora qué? Pero cuando uno actúa con dignidad, tarde o temprano aparece la luz”.

La historia de lo que pasó después, todos la conocen en Jalisco.

 

El alfarismo irá solo en 2015, sin coaliciones partidistas

Movimiento Ciudadano no hará coalición en el 2015 ni con Morena, ni con el PRD, ni mucho menos con el PAN. Así lo adelanta Enrique Alfaro Ramírez, quien aunque ya no juega con las izquierdas, aún sigue definiéndose como un político progresista.

No me quiero pelear con los partidos, ni con los dirigentes, mantengo comunicación con algunos de ellos, pero nuestra ruta está trazada por un camino distinto al que han definido los partidos políticos.

Entonces cada quien, lo suyo, cada quien en su agenda, pero eso no significa que cerremos la puerta al diálogo”.

Alfaro aclara que no es enemigo de esas fuerzas políticas y que tampoco existe distanciamiento con Andrés Manuel López Obrador, como se ha publicado.

Por ningún motivo me peleé con él. Yo lo aprecio en lo personal y lo respeto. Pero así como yo desmiento cualquier pleito o distanciamiento con Andrés Manuel, también digo así de claro, yo le dije que en el 2015 no vamos a competir con Morena.

Y no es un problema con él, es un asunto que tiene que ver con la claridad que nosotros queremos darle a la identidad de este proyecto”.

Para Alfaro, el asunto de la derecha y la izquierda es algo en lo que la gente ya no cree y  manifiesta que aunque algunos quisieran verlo más belicoso, no cree en marchas ni plantones para transformar la vida pública, sino en acceder al poder de forma pacífica.

–¿Si pudieras ser candidato independiente lo harías entonces?

-Si existieran condiciones, lo sería encantado de la vida. Esa es la realidad. Pero no hay esas condiciones objetivas.

–Entonces es un hecho que sólo van con MC otra vez…

–Si yo soy candidato a algo y los candidatos que surjan del movimiento que estamos construyendo vamos a competir con las siglas de MC, ¡punto final! Eso no es un pleito con Morena, eso no es pleito con el PRD, simplemente tenemos nuestra propia identidad.

El PAN también queda descartado para una eventual alianza en las elecciones del 2015, agrega Alfaro, quien además admite que en el 2018, ya con el factor de  las candidaturas a la presidencia de México, las circunstancias cambian.

Este es un medio muy leído por las fuerzas progresistas y déjame mandar un mensaje muy claro: si podemos ir sentando las bases para en 2015 abrir de nuevo la comunicación entre las fuerzas progresistas de este país, yo me apunto. Ahí estoy.

Aunque el tema no pase precisamente por la agenda de las alianzas, pero sí del diálogo y de la comunicación y del respeto. No somos enemigos ni de Morena ni del PRD”.

–¿Ni del PAN?

–Tampoco. A los panistas también los respetamos, yo no soy enemigo de nadie, coincido con muchos o con algunos. Pero enemigos no. En esto no hay nada personal.

 

 

“Ayudaremos a  Aristóteles, los actuales alcaldes lo hunden”

Alfaro luce como quien vive un segundo aire. Vestido con saco negro, camisa blanca y jeans, es ambicioso en las metas de su proyecto. En 2015 quieren ganar los ocho municipios metropolitanos y la mayoría en el Congreso local.

El objetivo se antoja complicado, pero es optimista y menciona que ha aprendido la lección: un proyecto no debe girar alrededor de un solo hombre, sino construir un movimiento político horizontal, con estructura territorial.

Le queda claro que se está jugando el todo por el todo.

Si soy candidato a algo en el 2015 y no lo logro me voy. Si la gente da un no, creo que hay que entender la señal. Pero yo me siento afortunado de la oportunidad que tengo hoy. Me queda claro que en la próxima elección me juego mi resto”.

Y asegura que si pierde en esta apuesta, buscará otra actividad a qué dedicarse.

Alfaro cumplió 40 años de edad en junio pasado. Comenzó sus andanzas en la política cuando estudiaba en la Preparatoria 5 de la UdeG. Ahí se gestó el grupo que hoy encabeza, y del que forman parte otros ex alumnos de esa escuela, como Clemente Castañeda e Ismael del Toro.

Esta corriente rivaliza ahora con la que germinó en la Preparatoria 7, con personajes como el gobernador Aristóteles Sandoval y Ricardo Villanueva.

En estos 20 meses Alfaro se ha ido oxigenando para la gran batalla que se avecina en 2015.  Ahora vive de sus ahorros y de un sueldo que le da su hermano en la empresa familiar.

Asegura que lleva una vida austera y que el poco o mucho dinero que llega a tener lo invierte en viajes. Esa ha sido su pasión desde joven y ya ha conocido ciudades del Báltico, Egipto, Sudamérica y varias naciones de Europa.

Al abordar el análisis de lo que ocurre en la zona metropolitana asevera que es “lastimoso” el tipo de gobiernos municipales que está haciendo el PRI.

Yo le diría al señor gobernador que a nadie le sirve, ni mucho menos a él como gobierno, tener el nivel de ineptitud y de corrupción que hoy gobierna esta zona metropolitana, sobre todo lo que está pasando en Guadalajara.

¿Cómo se puede gobernar un estado cuando la capital está sumida en semejante crisis de ingobernabilidad? El proyecto que estamos construyendo para gobernar los ocho municipios de la ciudad le va a ayudar al gobernador más de lo que se imagina. Le vamos a ayudar a arreglar las cosas que hoy sus aliados, entre comillas, le están descomponiendo día tras día.

 

Sin embargo, Alfaro aún no quiere revelar si será candidato a la presidencia municipal de Guadalajara o de Zapopan. Sólo comenta que durante estos meses se ha encargado de armar una estructura que le permita enfrentar el 2015 con mayor organización  y fortaleza, independientemente de los nombres que figuren en la boleta.

Añade que con tal de ser la primera fuerza política de Jalisco estaría dispuesto a no participar como candidato.

–Pero eres el activo electoral más importante de MC

–Sí, en principio sí. Por eso digo que sí me gustaría estar en una boleta y me gustaría coadyuvar en ese propósito. Pero como cabeza de un proyecto tengo claro que para que sea exitoso necesitamos que lo que en 2012 fue una candidatura fuerte hoy sea un proyecto horizontal y colectivo sólido.

MC tiene que  trascender a Enrique Alfaro para ser un movimiento fuerte y ser la primera fuerza política. Ya lo fuimos en 2012. Vamos a mantenernos. En la elección de gobernador fuimos la primera fuerza política del estado, entonces vamos a refrendar esa condición”.

La desconfianza al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) persiste en Enrique Alfaro. Dice que el presidente de este órgano, Tomás Figueroa Padilla, traicionó la responsabilidad democrática que le correspondía, y de paso una amistad añeja entre ambos personajes.

Veo al IEPC exactamente igual que entonces, es un instituto propiedad del PAN, del PRI y del PRD. Los partidos políticos tienen secuestrado al Instituto”

–Pero él era tu amigo… te fuiste a Cuba con él a visitar al cantante Silvio Rodríguez

–De mis tres mejores amigos. Y fui a Europa con él y viajé mucho con él. La primera vez que fui a Cuba con él, fue en 1991, éramos adoradores de Silvio desde entonces.

Por cierto, sobre el pasaje de 2012 de su viaje a Cuba para supuestamente concretar un concierto con el trovador en Tlajomulco, reconoce ahora que no hubo una posibilidad real de traerlo al municipio y con una risa de resignación, cuenta que lo irá a ver al Telmex, dado que no se presentará en el municipio que gobernó.

Sobre Tomás Figueroa, matiza:

Era mi gran amigo, pero una persona que traiciona los principios más elementales, no de amistad, sino de responsabilidad institucional, deja de ser amigo. Yo jamás le habría pedido nada, porque sabía que además era amigo de Jorge.

Los tres somos amigos de muchos años. Lo que aprendí y lo que entendí fue que lo único que podemos hacer para evitar que ellos alteren el resultado  de la elección es ganar con muchísima ventaja para que no haya duda ni margen. Y en eso vamos a trabajar”.

–¿Qué tipo de relación hay con Aristóteles Sandoval? ¿Más profesional, de político a político?

–La relación se enfrió al inicio de la administración porque no vimos voluntad de un acuerdo que le sirviera a Jalisco para sumar voluntades. El Pacto por Jalisco era un membrete, nunca hubo un planteamiento formal o serio, sólo la intención de sacarnos la foto. Y para fotos, estoy muy feo.

–¿Pero también eran amigos tú y el gobernador?

–Sí, y me gustaría pensar que sigue siendo mi amigo. En lo personal no hay reclamo alguno. Hemos sido respetuosos siempre. Nunca hemos mezclado temas personales, conozco a su familia, la respeto, lo aprecio, pero tenemos estilos distintos de hacer y entender la política.

–¿Tú crees que se pueda concretar ese gran acuerdo político? ¿Es necesario?

–Estoy convencido que sí. Creo que el señor gobernador debe entender que urge hacerlo, y aquí está mi mano tendida para que diga en qué podemos ayudar. Pero que no nos pida que seamos una oposición como el PAN, porque no le voy a pedir ni una chamba, ni una plaza, ni un negocio, ni una obra, como sí lo hacen los panistas.

Nosotros lo que le vamos a pedir es respeto, y claridad para hacer cosas que le urgen al estado. Mi palabra ya la puse en su mesa: nunca va a tener de nosotros una petición de prebendas o de negocitos o de nada que se la parezca a la lógica con la que compró al PAN. Los dirigentes del PAN tienen precio. Nosotros no. (Entrevista publicada en La Jornada Jalisco)

 




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