El que alguien del orden estatal en Culiacán haya querido detener al hijo del capo más famoso del mundo es algo ridículo. La reacción de la célula delincuencial era más que previsible, de hecho fue menor, mucho menor a lo que son capaces de hacer, el cartel de Sinaloa es el cartel más fuerte del mundo, no puedes jugar ni minimizar sus alcances.
Es un intento desesperado de la derecha el buscar alguna formula por no solo desestabilizar a López Obrador, si no por sacarlo del gobierno, sienten la soga al cuello, están al borde de la catástrofe; los negocios, las tranzas, su corrupción están revelándose cada día y saben que varios están al borde no solo de la ruina, si no de la prisión.
El respaldo de Trump a Obrador es un síntoma de fortaleza para el gobierno federal, el respaldo masivo en las redes sociales a la acción humanitaria del presidente es una señal contundente de que la sociedad ha despertado, que ya no cierran los ojos ante la realidad.
En el ámbito local es lamentable que el gobernador Enrique Alfaro haya mandado un mensaje en redes sociales queriendo sacar "raja" del asunto de Culiacán, de verdad que no tiene ni el más mínimo sentido de humanidad, es un pillo politico sin escrúpulos.
Juzgue usted: