De esta manera, Magaly Fregoso abrió el abanico para que todo tipo de proveedores locales que ofrezcan productos y servicios se registren en el CIC y puedan ofrecer y vender. El único requisito es que ponderen la calidad por encima de todo.
Este es un punto sumamente importante, porque anteriormente los directores del Centro Internacional de Convenciones contrataban amigos o recomendados para que ofrecieran toda clase de servicios a los convencionistas que realizan juntas de negocios o exposiciones diversas.
Hoy las cosas serán diferentes, pues cualquier persona que venda servicios o mercancías que puedan ser compradas por los convencionistas o por el mismo CIC para atender de la mejor manera posible a los hombres de negocios y empresarios, podrá ser proveedor del Centro.
Así las cosas, si usted vende por ejemplo flores, artesanías, playeras, comidas especiales como servicios de canapés, bebidas, etcétera, podrá ser un proveedor más del Centro de Convenciones, siempre y cuando, como señalamos líneas arriba, ofrezca calidad en lo que oferta.
Por otra parte, Magaly Fregoso también anunció que cualquier empresario, por muy pequeño que sea, o personas físicas y morales, pueden rentar espacios en el Centro de Convenciones para llevar a cabo sus reuniones, juntas, encuentros etc.
No es tan caro rentar un espacio en el CIC como algunos piensan, todo está en que se acerquen, pidan información y utilicen el Centro de Convenciones como una herramienta productiva más para sus empresas.
Para ello, la misma Magaly Fregoso ya comenzó una campaña de socialización para que el Centro de Convenciones sea un inmueble de puertas abiertas, que la gente vaya para que lo conozca más, y que desechen esa sensación que había de que es un recinto cerrado, al alcance de solo unos cuantos.
Por lo demás, la también ex presidenta del DIF Vallarta ha logrado una importante recaudación en lo que lleva al frente del Centro de Convenciones, de 12 a 15 millones de pesos en este 2019 y su meta para el 2020 es de por lo menos el doble, es decir, unos 30 millones de pesos, recursos que podrían utilizarse en mejorar algunos aspectos del edificio, como cambiar los sistemas de energía para adquirir equipo que genere energía limpia, modernizar otros puntos, todo tendiente a lo digital.
Pero lo principal es que el CIC sea un centro de operaciones rentable y que los hoteleros lo vean como una opción para sus propias convenciones, no como una competencia.