La situación es grave por el lado que se le vea, desde el proceder del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero –por tratar de enjuiciar a Mirtha Villalvazo en pleno proceso electoral—hasta los errores que habrían cometido colaboradores de Villalvazo Amaya que hoy la tienen en un serio embrollo judicial.
Y es que hubo descuidos garrafales en la adquisición de bienes inmuebles que, quizás se habrían hecho en las circunstancias legales adecuadas, pero quizás no. Lo cierto es que dieron pie a la presunción de que se habían cometido delitos en agravio de la comuna.
En el equipo jurídico de Mirtha Villalvazo insisten en que esto es, a todas luces, una persecución política de parte del gobernador en contra de la presidente con licencia; pero en la fiscalía tienen otros datos, como la forma en que el ex jefe de adquisiciones del Ayuntamiento, Eduardo Huerta Marcial, operó para recibir cifras significativas de dinero de varios desarrolladores por ciertos favores.
LA MANO DE HUERTA MARCIAL
Un caso, por ejemplo, es el de la firma inmobiliaria “Mar de Plata”, que, por un permiso otorgado, le regresó más de 300 mil pesos a Eduardo Huerta, según aparece como evidencia en documentos oficiales.
No se debe de perder de vista el nombre de Eduardo Huerta Marcial, porque este personaje es el que habría metido en serios problemas a Mirtha Villalvazo, toda vez que ambos firmaron documentos de compra venta de inmuebles. Y aunque el equipo de Mirtha asegura que ella adquirió los departamentos de El Tizate, por ejemplo, antes de ser presidente municipal y que, además, se compraron vía créditos mercantiles… En la fiscalía dicen otra cosa, como que los inmuebles se tasaron un precio ridículo.
Para no ir muy lejos, los dueños del desarrollo Náutica (de la familia del difunto Felipe Tomé) se vieron obligados a firmar un acuerdo reparatorio con el gobierno del Estado por más de 15 millones de pesos por haber violado la altura permitida con dos pisos más uno de sus edificios y, cuyo dinero se habría ido al populista “fondo soberano” del gobernador Navarro Quintero.
De hecho, se sabe que un representante de Náutica fue citado a declarar por el delito de cohecho en este espinoso caso.
Bajo esta tesitura, hay cientos de datos que involucran en negociaciones con desarrolladores, constructores y edificadores a Eduardo Huerta Marcial. Otro botón de muestra es Maggie Vélez, que construyó un edificio fuera de reglamento, gracias a que se habría “arreglado” con el señor Huerta Marcial.
LA OPACIDAD
¿A quién le creemos?
Bueno, pues de las dos partes ha habido una espantosa opacidad que ha abierto la puerta a un mundo de especulaciones. La Fiscalía, con el pretexto de “el sigilo”, no ha informado a los medios sobre la investigación que trae contra Mirtha.
Ahora bien, del lado de Mirtha Villalvazo tampoco se ha generado un manejo adecuado de medios. No hay un operador de control de crisis y, por lo tanto, no hay información precisa del por qué ahora el gobernador, vía la fiscalía, se ensaña con la señora Villalvazo… con razones jurídicas, tal vez, pero es necesario que rompan el cerco opaco que han incrustado desde la fiscalía.
Algunos van a decir que no hay tal saña, pero desde que el juez de control dictó prisión preventiva por seis meses en contra de Cecilia Zareth (que ninguna culpa tiene de lo que habrían hecho sus jefes) se ve que hay línea para perjudicar a una mujer --a todo lo que huela a Mirtha-- que bien podría enfrentar su proceso en libertad, con la medida cautelar correspondiente desde luego.
Pero bueno, si alguien es responsable de que se le pueda caer la candidatura a Mirtha Villalvazo, ese es precisamente Eduardo Huerta Marcial, toda vez que hay datos duros, documentados, de todas sus transas.
LA SOMBRA DE MARIO DELGADO
Sin embargo, aparece otro personaje de peso pesado en este turbulento escenario. Se trata ni nada más, ni nada menos que del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien, dicho sea de paso, pudiera ser el árbol que le da sombra a Mirtha Villalvazo y que, según algunos trascendidos –no pasan de meras conjeturas hasta ahorita—se habría beneficiado con algunos magnánimos negocios en Bahía de Banderas, operados desde los sótanos de Eduardo Huerta.
Por ello, es urgente aclarar el supuesto: Sí Mirtha Villalvazo se vio obligada a realizar operaciones dudosas por promesas o presiones de Mario Delgado, es el momento de que las dé a conocer, porque si llegase a librarse una orden de aprehensión en su contra, de inmediato se cancelarían –o se suprimirían, que para el caso es lo mismo—sus derechos políticos… Y adiós candidatura.
Así las cosas, el escenario político sin duda ha cambiado en apenas dos días, ya que algunos observadores de aquel municipio sostienen que el relevo de candidato en Morena se está tejiendo en favor de Héctor Santana, un hombre que lleva más de nueve años en la lucha por convertirse en alcalde de Bahía de Banderas.
No obstante, las opiniones están divididas en las calle y en las redes sociales, entre los que pugnan porque Mirtha Villalvazo siga siendo la candidata y vaya por la reelección, y los que aseguran que Héctor Santana –quien además tiene pendiente que le resuelvan una impugnación que promovió en la sala regional del Tribunal Federal del Poder Judicial de la Federación—ya tiene listas las maletas para embarcarse en la difícil tarea de, primero, ser candidato a la alcaldía y, después ganar los comicios el próximo domingo 02 de junio.
Antes de que se nos pase, queremos hacer una precisión: Para quienes preguntan por qué hasta ahora comenzó el proceso judicial en Bahía de Banderas, les podemos responder que es porque la alcaldesa con licencia ya no tiene fuero constitucional.
Así de simple.