El taxista, que ya se la sabe y que tiene un colmillo bastante retorcido --eso que está de moda en estos días sobre la no violencia contra la mujer-- y a sabiendas que su pasajera lo podría acusar de mil cosas con tal de no pagar, optó por dirigirse a las “modernísimas” instalaciones de la Comisaría de Seguridad Pública para ponerle el dedo a “Lady Uber” e informar a los gendarmes de guardia que una preciosa, pero ebria señorita, no quería pagarle el viaje.
--¿Cómo? Le preguntaron los curiosos uniformados… ¿Y dónde está? --
--Pues ahí en el carro—señaló el afligido hombre ,que ya no sabía como salir de este embrollo.
Los polis, que para eso se pintan solos, salieron de inmediato en manada –como si fueran a detener a la Reina del Pacífico-- para llevarse a chirona a la bella dama, quien con todo y las copas que se había tomado, alcanzó a decir que se llamaba Maritza (de 31 años). Y como se puso agresiva, y no quiso dialogar, la “invitaron” a pasar a las elegantes celdas de los separos, no sin antes ponerla a disposición del juez municipal en turno.
El taxista se retiró del lugar y dio por perdido su dinero.
--Uf, de la que me salvé— Dijo para sus adentros.
--“Esto pasa toooodooos los fines de semana” --, comentó uno de los cuicos que no quería perderse el chisme, por nada del mundo.
“…PINCHES POLICÍAS NO SE METAN EN LO QUE NO LES IMPORTA”
Y vaya que sí, nunca faltan los ebrios y agresivos en el “buen finde” …, como los hermanos Jesús Fernando de 23 años e Ian Axel de 21, quienes –uno de ellos al calor de las bebidas espirituosas--, comenzaron a pelearse y a escandalizar en la vía pública, cerca del fraccionamiento Las Gaviotas, ahí donde antes vivían los ricos de Vallarta.
Los polis de la patrulla PV-513 que andaban haciendo sus rondines por Paseo del Marlin, recibieron un reporte de que por la calle Golondrina en su cruce con Cisne y Flamingos en la colonia Las Aralias II, había una discusión de hermanos, por lo que acudieron al lugar y, en efecto, tuvieron a la vista a dos masculinos “charlando” acaloradamente.
Al pedirles una explicación del por qué el altercado, Jesús Fernando dijo que estaba discutiendo con su hermanastro Axel por una motocicleta, pero que éste traía un fuerte aliento alcohólico y estaba agresivo. Los oficiales les pidieron que se retiraran de ahí y que se fueran a limar sus asperezas a otra parte.
Jesús Fernando obedeció la orden de la autoridad, pero Axel no y encima de esto les gritó a los servidores públicos lo siguiente: “pinches policías no se metan en lo que no les importa”, por lo que se lo llevaron directo a los separos municipales para que le dieran su “buen fin” y durmiera calientito. (Por las chicas súper poderosaspvr)





