Cinco minutos después de las diez de la noche, ese mismo sábado, un buen amigo llamó al autor pidiéndole un apoyo personal. Relató brevemente el problema. Era parte del grupo de amigos en paseo de campo.
Estaban en la plática, cuando como de película fueron interrumpidos por un grupo de civiles. Se identificaron de boca ser agentes federales. Los civiles preguntaron pero como respuesta, luego de seleccionar a quienes debían llevarse, les ordenaron con don de mando, y en tono agresivo, no impedir su trabajo. En cuestión de minutos, los supuestos agentes federales regresaron por el sendero que llegaron, subieron a una camioneta de lujo y desaparecieron en la oscuridad de la noche.
Acudieron a la delegación local de la Procuraduría General de la República pero el personal de guardia simplemente les dijo no saber nada del asunto. Negaron tener detenidos o que agentes adscritos a la oficina hayan realizado algún operativo en las montañas al sur de Puerto Vallarta. No habían mentido. Cuando el autor procuró información al respecto, la respuesta no fue distinta. Un abogado de esa fiscalía federal de guardia confirmó que esa tarde y noche del sábado solamente hubo un detenido por asuntos de drogas.
Nuestro amigo no respondió a las llamadas telefónicas. Es probable que antes haya sido enterado de qué realmente había sucedido en la selva del rio Los Horcones, por qué aprehendieron a sus amigos, por qué causas y quienes eran en realidad.
La misma noche de sábado, horas después el autor obtuvo un poco de información. Se hicieron los primeros intentos por confirmar la versión inicial y saber a ciencia cierta si realmente aquellos detenidos, amigos de nuestro amigo, eran realmente esos peligrosos individuos. Ya en la mañana del domingo cualquier duda quedó despejada.
Primero, nuestro amigo es una persona de sobrada solvencia moral. También universitario. Su formación profesional le ha permitido recorrer medio mundo de ahí que no resulte natural rodearse de un círculo de amigos tal como nos describió por teléfono. “Gerardo, mi amigo es un quiropráctico, no es un delincuente. Nada de eso”, nos dijo.
Horas después, un boletín de prensa llegado de lejos nos obligó a profundizar en el asunto. Nos habían previsto de la posibilidad de tratarse de un levantón estilo mafia y tener cuidado. Sin embargo, luego de la información oficial, el tema estaba cerrado: Los detenidos en el predio rústico del río de los Horcones no eran quienes decían ser sino dos terroristas ligados dos décadas atrás con la ETA.
La Euzkadi Ta Askatazuna, ETA, es la organización ultra radical en España que asoló por años diversas provincias de la madre patria. Es la organización terrorista que procuró por décadas la independencia del llamado “País Vasco”. Siempre exhibió ideología vasca pero de tendencia socialista revolucionaria. Asesinatos de policías, secuestro, extorsión, y terrorismo son hechos que le atribuyen en España y a veces en zonas del vecino Francia. Se fundó en tiempos del franquismo, a finales de la década de los 50 del siglo pasado y cuando el dictador Franco cayó, la ETA rehuyó incorporarse a la incipiente democracia iniciada en 1977. Sus actos en vez de ganarle adeptos les hicieron perder simpatías en la sociedad.
El boletín de prensa es preciso en la información difunda el domingo: Detienen en Puerto Vallarta a dos terroristas de la ETA considerados los mas sanguinarios” se lee en el título.
“Agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) de México, en colaboración con la Comisaría General de Información (CGI) del Cuerpo Nacional de Policía, detuvieron este domingo en Puerto Vallarta a Juan Jesús Narváez Goñi, “Pajas”, y a Itziar Alberdi Uranga, miembros de la banda terrorista ETA considerados como los más sanguinarios por el número de asesinatos cometidos.
A través de un comunicado el Ministerio español de Interior dio a conocer que la detención ocurrió a las 04:00 horas de hoy en este destino de playa, sin especificar más detalles sobre la operación.
El informe señala que los detenidos llevaban veintidós años en paradero desconocido y eran reclamados por la justicia por haber cometido 18 asesinatos.
Sobre los detenidos:
Juan Jesús Narváez Goñi que a principios de los años 80, fue integrante del comando legal X-1, que colaboró con el “comando de liberados NAFARROA” en la comisión de varios atentados y, que acabó con la vida de un agente de la Policía y de un Capitán de la Guardia Civil en Pamplona, Navarra.
En abril de 1987, y tras pasar a la clandestinidad, Narváez Goñi fue detenido en Marsella (Francia) y expulsado a España donde ingresó en prisión. En marzo de 1988, tras salir de la cárcel se incorporó de nuevo a las estructuras clandestinas de ETA. Goñi ha sido reclamado por la justicia en diez ocasiones.
Itziar Alberdi Uranga pasó a la clandestinidad en noviembre de 1986, tras la liberación del industrial alavés secuestrado, Lucio Aginadle. Esto supuso la desarticulación del “comando Araba” para el que Alberdi realizaba labores de apoyo e infraestructura. Itziar Alberdi ha sido reclamada por la justicia en siete ocasiones.
En 1990, estos dos miembros de ETA pasaron a integrar el “comando de liberados EKAITZ” liderado por José Luís Urrosolo Sistiaga, con infraestructura en Barcelona, Tarragona, Zaragoza y Valencia. Este grupo armado tenía instrucciones de atentar en la costa mediterránea para boicotear los Juegos Olímpicos de Barcelona 92”.
Entre quienes conocieron a los dos españoles detenidos y deportados a su país de origen hubo consternación y asombro, todavía no asimilan la revelación. Los conocieron años atrás como una familia modelo, profesionistas y altamente especializados en la quiropráctica deportiva. No eran personas conflictivas y evadieron problemas de cualquier tipo. Sus clientes también eran selectos. Deportivas y no, iban a intensas sesiones con el terapeuta de la avenida Pancho Villa. Casi en el cruce de dicha avenida con el libramiento carretera tenían el local. Ayer amaneció cerrado. José Narváez, como era conocido, había adquirido fama por sus conocimientos en todo tipo de lesiones y dolencias de huesos y músculos. Entre sus clientes destacaban algunos deportistas. La señora, María Uranga fungía como administradora.
Así como en horas se informó del arresto de “dos etarras, no transcurrieron muchas horas para que de España llegara la información. Finalmente en aquel país serán procesados por los delitos que les acusan.
REVOLCADERO
Nos llamó la atención el énfasis de las autoridades, mexicanas y españolas, de acentuar que el arresto se realizó en Puerto Vallarta. Quién sabe si afecte la imagen del destino pero antes que nada se debe dejar en claro que nuestro destino está lejos de ser un santuario de terroristas. Claro, ninguna ciudad esta exenta de que se filtren personas o familias con un pasado oscuro. Nos hizo recordar el caso de un amigo que por varios años ejerció el oficio de periodista y que un día, de manera también intempestiva, fue detenido y llevado a la capital del país. Sin embargo, aquel asunto tardó meses en definirse su situación legal y ser deportado a España. ****** Nomás para llenar el espacio. Ahora que citamos aquel amigo periodista, una mañana los diarios tapatíos llevaron en la portada la información del descarrilamiento de un tren en Las Juntas. “Manuel, se te fue la nota. Te van a regañar” se le dijo. A paso veloz fue a revisar los periódicos en las jardineras de la plaza de armas. Regreso entre cabizbajo y preocupado. En su empresa no estaba permitido que se les fuera una nota de sangre. Se encaminó a la calle Juárez para treparse un camión con rumbo a Las Juntas. Respiró cuando dio para atrás al llamado de sus colegas. Cabrón, en Las Juntas de acá no hay trenes”. Hasta ese nivel eran las novatadas a una persona que desconocía la ciudad. Claro, el amigo “gallego”, como se le decía, era un tipo lúcido, de amplia cultura general y mucho conocimiento.
