La Fiscalía Central tiene la obligación de investigar hasta sus últimas consecuencias este caso, debido a que podemos estar ante un delito cometido por policías estatales, que podría quedar impune, sino se indaga a fondo.
Y es que tras el reporte de que estaba una persona muerta –al presuntamente derrapar en la moto en la que viajaba junto con otro muchacho— al fondo de la calle Aquiles Serdán, casi al llegar a la ribera del río Cuale, surgieron dudas de que se tratara de un simple accidente, toda vez que los policías estatales no permitieron que oficiales de tránsito municipal levantaran su reporte como es debido.
Lo peor es que acordonaron la zona y no se podía distinguir muy bien la parte delantera de la patrulla (al parecer la 260), pues algunas personas presumieron, en el lugar de los hechos, que los patrulleros alcanzaron a golpear a los jóvenes de la motocicleta con la unidad oficial y que esto provocó que cayeran al piso.
Otros desconocidos hicieron conjeturas en el sentido de que el golpe fue a propósito, con la intención de tumbar a los que iban en la moto.
De hecho, como consecuencia del presunto percance, el conductor de la moto se golpeó tan fuerte en la cabeza, que perdió la vida, mientras que el otro muchacho –menor de edad—fue trasladado a un hospital para ser atendido de lesiones graves.
Lo más sospechoso, es que la patrulla que participó en este asunto, ya no fue vista en la sede de la Fiscalía Regional, ni tampoco se informó si la trasladaron a algún corralón, por lo que hace pensar que quizá la escondieron para que nadie viera el golpe que traía del lado izquierdo delantero.
El área de comunicación social de esta dependencia no emitió un comunicado sobre el accidente y la supuesta persecución en toda la tarde del martes.
Se espera que este miércoles, se den a conocer con detalle los hechos para deslindar responsabilidades.