“Mi reconocimiento a Raúl Padilla por la creación de la FIL, el evento que mayor proyección internacional le ha dado a Jalisco en su historia”, escribí en mi cuenta de Twitter.
No me faltarán críticos y críticas, pero la verdad es que hay que saber reconocer lo bueno. Hemos hecho duras críticas a Raúl Padilla, sin embargo dejaríamos de ser justos pasar por alto lo bueno que ha hecho, una obra de esta magnitud como es la Feria Internacional del Libro (FIL) que posiciona a la capital de Jalisco en el mundo de la cultura.
Habrá de decirse que este evento no se ha aprovechado adecuadamente para detonar la lectura y el conocimiento entre nuestra comunidad, entre nuestros hijos, estudiantes, lo que es cierto, pero eso no le corresponde a la FIL ni a Padilla, sino a todos y cada uno de nosotros.
Otro aspecto que también no se pasa por alto es cuando se preguntan: ¿Y dónde están los Juan Rulfo, Agustín Yáñez y los Juan José Arreola de estos tiempos? Es cierto, pero el talento no se da en maceta ni por generación espontánea.
LAS DOS GRANDES OBRAS
Al reconocimiento que lancé inmediatamente me respondió mi apreciada amiga Yolanda Gutiérrez: “No concibo a Jalisco sin la @FILGuadalajara y sin @ExpoGuadalajara”.
De acuerdo. Feria Internacional de Guadalajara y Expo Guadalajara son de los dos proyectos más exitosos y trascendentes que ha logrado Jalisco, y que se hicieron con la buena voluntad de su gente.
La FIL sin duda es el evento que mayor proyección e imagen en el mundo le ha dado a Guadalajara y Jalisco. Y eso se lo debemos a un hombre visionario como es Raúl Padilla López, el jefe máximo del Grupo Universidad.
La Expo Guadalajara es otro magno proyecto que se ideó durante el gobierno de Enrique Álvarez del Castillo con José Guillermo Vallarta Plata de presidente municipal, cuya administración aportó el terreno y se construiría con aportación de gobiernos Federal, estatal y municipal, así como de empresarios.
Los gobiernos hicieron sus aportaciones en una figura de sociedad que cuando se empezaron a generar ingresos y utilidades, se recompraron esas acciones para que Expo Guadalajara siguiera su curso en manos privadas con un manejo transparente –salvo algunas excepciones de manejos y concesiones raras– con la reinversión de sus utilidades para contar hoy por hoy con uno de los mejores centros para ferias y exposiciones de América Latina. El sector turístico-hotelero fue detonado con esta obra visionaria.
En la historia de Expo Guadalajara hay que darle el mérito también a tres empresarios cuya participación y liderazgo permitieron que aquel sueño se hiciera realidad: Por un lado, Ignacio Montoya González, quien fuera vicepresidente municipal de Guadalajara (representando al sector empresarial en el Cabildo, el PRI les daba esas posiciones a los hombres del dinero) promotor de la idea y que convenció al alcalde de ese entonces Guillermo Vallarta Plata para que el ayuntamiento aportara el terreno. Los otros dos son Carlos González Lozano y Aurelio López Rocha. Uno fue el que dio el jalón de arranque y el otro entró de refuerzo al medio tiempo y culminó la obra.
LOS GRANDES PROYECTOS
La FIL 2013 representa la edición 27 y se convirtió en el encuentro editorial-cultural de mayor relevancia de Iberoamericana, cuyo motor ha sido la Universidad de Guadalajara, adonde los escritores de todo el mundo acuden cada año a presentar sus obras, el tema de la literatura es el elemento fundamental, pero al mismo tiempo el aspecto empresarial, el de negocio, que es indispensable para que ésta pueda funcionar.
En el evento de inauguración de esta edición cuyo invitado es el país de Israel, representado por su presidente Shimon Peres (dos veces primer ministro) volvió a reafirmarse el valor de la FIL, un evento plenamente consolidado, en el que también resaltó la figura del premio nobel de literatura, el escritor peruano Mario Vargas Llosa, el mismo que con una frase marcó al sistema de gobierno priísta cuando lo llamó “la dictadura perfecta”. En esta ocasión el gran literato aclaró que México ya no es igual al de aquella época, hay cambios y hasta bromeó que si fuera mexicano bien podría haber cambiado su voto.
Vaya, pues, destacar estas dos grandes obras y a los jalisciense que lo hicieron realidad, que muestran de lo que puede ser posible, construir cuando hay visión, inteligencia y trabajo persistente con liderazgos claros y firmes. Expo Guadalajara y Feria Internacional del Libro son proyectos magnos que han cuajado plenamente en cerca de tres décadas.
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