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Miércoles, 28 Febrero 2018 19:04

La historia de “El Bajito” en Ixtapa, de comerciante a narco… y lo mataron

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

Va para dos semanas que en Ixtapa ocurrió un crimen del que casi nadie habló ni tampoco mereció espacios en la prensa. Ocurrió la media noche del sábado 17 de febrero pero solo hasta pasados dos días un portal digital publicó una notita y literalmente la “escondió”.

Lo sabido es que en la banqueta de la casa de uno, dos vecinos se saludaron, platicaron  por breve instante y al final, luego de una acalorada discusión, uno mató al otro y emprendió la huida. El reporte de policía oficial indicaba que el responsable estaba plenamente identificado.

Días después, un lector del autor de está espacio reclamó: “no escribiste nada”. Ni modo. Los no menos candentes sucesos políticos impidieron ocuparnos de este suceso y nos aplazaron hasta hoy.

Primero, debemos destacar que en Ixtapa mucho se habló del hecho. El finado y su familia, son bastante muy conocidos en aquella comunidad. Pero así como la mayoría de los miembros de dicha familia, también es cierto, que la sombra de la fama negra caía sobre Martín García Topete.

Del hecho, y eso solo por recordar, citaremos que ocurrió media hora antes de la medianoche del sábado 17 del ya pasado febrero, a tres cuadras de la plaza principal de Ixtapa. Una bala atravesó el cuello de la víctima, perforó su humanidad y salió por la espalda. Brotó la sangre pero cuando llegaron los paramédicos de una ambulancia de la Cruz Roja había vida en el cuerpo de Martín García, pero estaba inconsciente. Fue llevado a un nosocomio pero unas pocas horas después se reportó su muerte.

En septiembre del 2010, un solitario matón ejecutó a un individuo de apodo “el gringo”. En aquellos tiempos, decía  que dicha persona era “jefe de plaza” en Ixtapa. También hirieron a una persona de apodo “el chive”.  Éste es hermano de Martín García. El suceso se registró a dos cuadras de la plaza, en la banqueta de un depósito de cerveza, y frente a un billar.

El tan mencionado nombre del fallecido en la calle Emiliano Zapata del centro de Ixtapa, es mejor conocido como “el bajito”. Es probable que por el nombre, a muy pocos llamó la atención su muerte.

Conocimos a “el bajito” hace ya varios años por su negocio de mariscos, una carreta en el crucero de la primer entrada a Ixtapa, ahí donde hoy está una farmacia Guadalajara, casi frente a la tienda Aurrera. Luego se movió a otro punto de intenso tráfico. Hasta hace alguna semanas se podía observar un armatoste, quizá el suyo.

Dos hermanos de “el bajito” son prósperos restauranteros. Uno de ellos estableció su marisquería por la carretera a Las Palmas, en una finca en franco deterioro pero que no demerita en nada la calidad de sus platillos.

Otro hermano, tiene su negocio en el corazón de Bucerías. Tiene dos plantas e inclusive, afuera y en plena calle opera un carretón para estar más cercas del cliente.

Conocemos a la familia como personas emprendedoras. Nada que ver con ociosidades ni con individuos dedicados a negocios ilícitos. “El Payo” y “Valente” son personas de trabajo.

La carreta de mariscos de “el bajito” era seguida por sus clientes y por eso nos sorprendió cuando hace un año cerró actividades para dedicarse a dudosas actividades. Jamás lo vimos haciendo lo que muchos decían hacía. No le vimos vender alguna sustancia o droga. Pero cada día se multiplicaban comentarios en el sentido de que “andaba mal”.

Allá por diciembre del año 2016 trascendió la liberación de una persona de apodo “el gilillo”.  Sobre él pesaba la fama de estar vinculado a la delincuencia organizada. Varias versiones apuntaron a que él invitó a “el bajito” a entrarle a esos negocios. Entre enero y febrero se presentaron como “jefe de plaza” y se involucraron en varias acciones. Hubo registro de balaceras. Hablaron de levantones. Y casi siempre salía a relucir el apodo del famoso marisquero.

Varios conocidos por dedicarse a eso se tiraron a huir. Hubo escenas narradas en donde iban acompañados de policías. Alguna vez esos genízaros hasta, una cuenta de consumo pagaron los señores de la ley. El grupo se encontró luego de una balacera a espaldas de una farmacia Guadalajara. Los tres principales actores de aquella balacera de una madrugada ya murieron. Uno fue “el chico”, muerto por un camión de pasaje urbano, hace poco más de un mes.

Unos dos o tres días antes de la ejecución de “el bajito” se ordenó llamar a cuentas a otro comerciante semifijo de Ixtapa. Le leyeron la cartilla. “Ya te vimos con el bajito”, le dijeron en tono inquisitorio.

Martín “el bajito” García estaba condenado desde que la jefatura regional les retiró el poder a “el gilillo”. Desde el año pasado dejaron de patrullar los jovenzuelos ligados al grupo. “Abandonaron Ixtapa. Si regresan los van a matar” decía la versión más aceptada.

Frente a la casa de nuestro personaje de hoy, vive una familia conocida como “los rayados”. A uno de ese clan, de apodo “el chorro”, le achacan haber matado a “el bajito”. No nos queda claro si ese vecino llamó, se plantó, reclamó y encaró al vecino con la consigna y orden de matarlo.

El silencio que rodeó la muerte de “el bajito” provoca demasiado suspicacias. Los investigadores que tomaron el asunto saben quién fue el autor material del homicidio y también tomaron nota respecto a la víctima y sus actividades. Pero han guardado un sospechoso hermetismo. Debió ocurrir dos días para conocerse el caso. Después, el silencio se impuso otra vez. Ha transcurrido casi dos semanas y nada que valga la pena se sabe respecto a las investigaciones. Si atraparon al matón, no se sabe. Menos se sabe de las razones que “el rayado” tuvo para asesinar a su vecino, sí es que fue el autor.

REVOLCADERO

Si los temas políticos nos han ocuparon por semanas sin duda alguna este jueves ha sido de alertas y alarmas rojas. A las primeras horas de la tarde ocurrieron dos hechos que trascendieron más allá de Puerto Vallarta y han sido nota nacional e inclusive, internacional. Sus numerosos grupos asaltaron dos joyerías, con armas largas y cortas y también armados con el clásico marro. Volvieron a caer a la joyería Diamonds, que se sitúa en el punto donde inicia el malecón, frente al hotel Rosita. En un video  grabado por un particular se observa a un sujeto dando una patada y un cachazo a un agente de seguridad del negocio. La turba salió corriendo y de la puerta se treparon a una camioneta Windstar y se volvieron ojo de hormiga.***** Y de manera simultánea. Apenas con minutos de diferencia en tiempo, se registró un asalto similar en una joyería en el nuevo centro comercial La Isla. Con su carga, como los del otro asalto, emprendieron la huida pero a estos la suerte les hizo una mala jugada. Cuando buscaron internarse a un fraccionamiento por la calle Mike Lemus, ahí frente a Plaza Península, un automóvil bloqueó el paso a la camioneta cerrada donde huían los asaltantes. Perseguidos de cercas por policías en una patrulla, a tropel bajaron y corrieron hasta perderse en las residencias. Una intensa búsqueda dio frutos y atraparon a una persona identificada inicialmente como parte de “la banda del mazo”. Por la forma de operar, tomar por asalto la joyería, a punta de pistola y con lujo de violencia, destrozando las vitrinas a punto de marrazos llamó la atención de noticieros nacionales de televisión. No se sabe si los dos grupos de asaltantes tienen vínculos entre sí pero los dos asaltos ya son comparados y asocian a la pandilla que semanas atrás asaltó una joyería en una ciudad de Uruguay.******Ni modo, una política. Y es noticia que viene del PRI Jalisco y es un duro golpe a ese partido político. El presidente municipal de Tonalá, Sergio Chávez Dávalos renunció ´para irse al Movimiento Ciudadano. Y también se visten de naranja tres regidores priistas y el secretario general de dicho Ayuntamiento, Enrique Guzmán. Los regidores son Gustavo López, Melina Gallegos y Claudia Rangel. ¿Por qué abandonaron al PRI? “Porque el PRI perdió el rumbo”. Eso alegaron. En pocas palabras, pues dijeron sentir que les cerraron espacios y no los tomaron en cuenta. ****** Hubo otra renuncia, la de Claudia Delgadillo González. No es una renuncia menor pues se trata de la “coordinadora de campaña” en Jalisco del candidato presidencial, José Antonio Meade. Bueno, la ex diputada y hasta hace unos días, precandidata a la alcaldía de Guadalajara, era “coordinadora” de Meade en el estado. Solo un día ejerció esa responsabilidad. Ahora es la nueva consentida de AMLO y vamos a saber en breve si le ofreció alguna diputación o la candidatura en Guadalajara. En su haber y bajo la tutela del PRI la dama ya fue regidora en Guadalajara, diputada federal y ahora sino es diputada local. Así como que la trataron mal, pues no tanto. Pero argumentó en su escrito de renuncia que las reformas para el reparto de candidaturas en materia de equidad de género son “letra muerta” en el PRI. Las posiciones y candidaturas se dan entre amigos, lamentó.

 

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