De acuerdo con información a la que este medio tuvo acceso, fue el juez Juan Antonio Reynoso Nava, quien dentro de la Carpeta de Investigación número 1702/2018 que se abrió en contra de los imputados José Daniel N y Pedro Damián N, decidió dejarlos en libertad al argumentar que su detención fue ilegal.
En la Audiencia de Control y Proceso del Distrito VIII que se efectuó el 03 de abril a las 20:30 horas, donde la parte ofendida fue la Farmacia Guadalajara y la víctima una empleada de nombre Marlén N, este juez no tomó en cuenta ningún señalamiento en contra de los imputados, pero sí en cambio, tomó nota de lo narrado por la defensa de estos dos sujetos y al final tomó una decisión de dejarlos libres porque ellos –los presuntos asaltantes—no le dieron permiso a la policía de revisar el vehículo en el que habrían dado a la fuga, y en donde encontraron una caja del medicamento conocido como paracetamol de 500 miligramos y tres mil 370 pesos en efectivo, que habrían robado del negocio en comento.
Los policías que participaron en este caso expusieron sus datos de prueba para acreditar la legal detención de los imputados. Dijeron que les marcaron el alto cuando iban en un vehículo marca Ford tipo Figo en color blanco y se les tomó en cuenta su voluntad para hacerles una inspección al interior del coche, donde encontraron la medicina antes descrita, así como el dinero en efectivo.
Sin embargo, no encontraron el arma blanca con la que supuestamente amagaron a la trabajadora de la farmacia.
Por ello, la defensa de los presuntos ladrones adujo que, si bien los detenidos fueron sorprendidos saliendo de la farmacia Guadalajara abordando un vehículo, que cómo era posible que en el informe presentado nunca se señaló dónde fue arrojada la supuesta arma blanca con la que habrían hecho el atraco.
Que, además --según la defensa--, uno de los detenidos no coincidía con las características de vestimenta en el momento de la audiencia.
Por cierto, el día de los hechos, una mujer acompañaba a los imputados, pero de ella no se dijo nada.
Desde luego, el juez no dio tiempo para que el Ministerio Público ni la parte ofendida entregaran las pruebas de las grabaciones de las cámaras del circuito cerrado de la farmacia Guadalajara robada, y otros testimonios, en donde podría demostrarse que sí fueron estas personas las que perpetraron el asalto, pero sí, en cambio y en cuestión de minutos, ordenó la inmediata libertad de estos tipos, debido a que “no se mencionó por parte de la representación social que el imputado haya otorgado su voluntad para revisar el vehículo, es decir, sobre las posesiones”, y que por lo tanto la detención había sido ilegal.
Todavía peor, el juez declaró nulos los registros y pruebas encontrados en el interior del carro Ford figo color blanco.
De lo anterior se desprenden tres cosas:
1.- Los ladrones tienen todas las facilidades para robar, ya que si escapan y son señalados por alguien y los alcanza la policía, pero si ellos no les dan permiso a los uniformados de revisarles el automóvil, la detención es ilegal y rápido tendrán que ser liberados.
2.- Cualquier Juez de control que sea influenciado por terceras personas o que pudiera corromperse, puede argumentar cualquier detención como “ilegal” para llegar a un acuerdo con abogados que defienden a presuntos criminales para obtener su libertad, en perjuicio de la sociedad toda.
3.- Los policías municipales están en completa indefensión al iniciar el protocolo de la Carpeta de Investigación como primeros respondientes, ya que su trabajo es tirado a la basura por cualquier juez de control que se preste a liberar a presuntos delincuentes, quienes al parecer tienen más derechos que la parte ofendida y o sus víctimas.
Así, así no se puede impartir justicia.
