Hagamos un poco memoria. A eso de las dos de la tarde, el viernes 27 de abril, un amigo nos enteró de la detención de Adrián Gómez. Antes de las cuatro de la tarde de ese mismo día nos confirmó el dato. En la policía municipal trascendió a esa misma hora.
Fue hasta el lunes 30 que la noticia trascendió más allá del entorno de la familia y amigos cercanos al personaje.
En el reporte oficial de la Fiscalía General del Estado difundido este miércoles se incluyó un dato y lo destacamos: Gómez Meza había sido recluido en el complejo penitenciario de Puente Grande desde el sábado. Solo fue dos días después cuando a muy temprana hora del lunes 30 se informó en la capital del país del arresto de quien fue presentado como “el contador del CJNG”.
El que decían era el contador del narco y que bajo esos señalamientos fue detenido este año en su casa de la colonia Las Moderna murió en extrañas circunstancias. El informe oficial puntualiza que lo hallaron “colgado en el área del gimnasio de la Comisaria de Prisión Preventiva”.
En la nueva la carpeta de investigación abierta por el caso se narra que tenía unas cuerdas atadas al cuello y amarrado uno de sus extremos a las estructuras metálicas del techo. Se precisa también que el hallazgo ocurrió justo a las 18:17 horas del martes. Fue después cuando se notificó a la familia y en el amanecer trascendió la noticia entre los amigos.
Natural del conurbado Pitillal, Adrián estaba a disposición de un Juez Federal de Control y Oralidad por delitos contra la salud y por posesión de cartuchos de uso exclusivo del ejército. Ingresó el 28 de abril de este año. Algo de eso le encontraron en su posesión cuando fue detenido en La Moderna, aunque su defensa alegaba la siembra de evidencias. Lo que es usual en detenidos por delitos de este tipo, Gómez Meza se había amparado contra la justicia federal para no ser trasladado a otro penal del país.
Es un suceso sin duda del cual se desprenden, por naturaleza propia, sospechas. “Lo suicidaron para callarlo” se repite. En los penales del país lo común es, en efecto, que cualquier preso indeseable, enemigo de quienes controlan el lugar, esté bajo alto riesgo de ser asesinado. Puente Grande no es la excepción. Ahí está como ejemplo el video de Don Chelo, conocido como el consuegro del más capo del cartel. Este novelesco personaje, detenido por cierto en una casona de Fluvial Vallarta a principios del año 2010, liberado y fue muerto apenas días luego de salir de prisión en noviembre del año pasado. No entendió ese amigo que por ser “amo y dueño de Puente Grande”, jefe del autogobierno, estaba más seguro preso que libre.
A la noticia del extraño suicidio de Gómez Meza al menos dos conocidos nos preguntaron quién era tal persona.
Con tener a la mano la hemeroteca más grande del mundo, el google del internet, cualquiera puede disponer de vasta información de la biografía oficial y no oficial de Adrián Gómez Meza.
En sus años mozos se acercó a la CTM y el jerarca obrero, Rafael Yerena Zambrano lo cobijó hasta promoverlo a la dirigencia local del ya desaparecido Frente Juvenil Revolucionario. Cuando Gustavo González Villaseñor recuperó para el PRI la alcaldía en 2003, lo designó oficial mayor Administrativo. Fue él quien decidía todo lo concerniente a la nómina, pagos, bajas y nuevas contrataciones de personal.
Cuando Javier Bravo Carbajal relevó a González Villaseñor, a su escritorio le llegó la carpeta con los datos personales de su vecino en El Pitillal. Don Rafa lo recomendó ampliamente y le rogaba de menos ratificarlo. Javier Bravo rehusó atender la petición. Y Salvador González Reséndiz (2009-2011) lo nombró subdirector administrativo de la Policía Municipal.
Después de su incursión en el servicio público se dedicó a asuntos privados. Cuando lo aprehendieron, se informó que desde 2017 se desempeñó como contador del líder de la plaza.
Lo que es público y consta en abundancia es su reaparición, discreta a finales del 2016 pero intensa; todo el primer semestre del 2017, en el proyecto de modernización del transporte urbano.
En la segunda semana de diciembre de 2016 asesinaron a José Bernal Romero quien hasta ese momento lideraba el proyecto de la Ruta Empresa de Puerto Vallarta. Con su muerte, la empresa Integrados y Unidos de la Bahía SA de CV quedaba descabezada.
Adrián Gómez Meza apareció a la muerte de Pepe Bernal con la batuta de la nueva empresa del transporte público. Reclamó con inusual agresividad al gobernador no cumplir y posponer la entrega de las concesiones; Aristóteles Sandoval respondía con cierto desdén, reviró que fue la empresa la irresponsable y acabaría por anular ya en mayo, la licitación asignada a la empresa conocida hoy por su razón comercial y social como OmnibúsPV. La puesta en marcha de la ruta modelo debió posponerse.
Cuando su arresto se supo que Gómez Meza era, sino dueño único, accionista de la empresa Transportes Unidos Costa Pacífico S.A de C.V. También de una empresa de comunicación, asociado con un viejo conocido periodista en Puerto Vallarta residente hoy en Guadalajara.
Quienes conocieron a Adrián Gómez están ciertos de que su desgracia inició al entablar relaciones con los malosos. Desde joven mostraba esas debilidades y hasta gustaba vestirse al estilo buchón. Botas de cuero de animales exóticos, culebras o caimanes, avestruz y de cualquier animal, era lo suyo. Por eso a nadie se le hacía raro verlo con desconocidos acompañantes en fiestas y antros. Le gustaba divertirse en bailes masivos y charloteadas por toda la bahía.
En el gobierno del estado y en el gobierno federal, estaban seguros que él hacía punta en un proyecto de inversión de lavado de dinero. En ese rumbo apuntaban las investigaciones ya truncas.
Sin embargo, pese a las sospechas de haber dinero sucio en las modernas unidades que ya circulan en su ruta troncal Puerto Vallarta-Ixtapa, resulta no menos extraño que en enero de este año, el gobierno de Aristóteles Sandoval Díaz le adjudicó un segundo concurso la concesión para operar el modelo Ruta-Empresa en Puerto Vallarta.
Y el gobernador Sandoval tiene prisa. Esa semana informó que antes de concluir su mandato en unos meses se propone al menos abrir una ruta de dos pendientes en esta ciudad.
REVOLCADERO
Nos pareció que lo mismo fue un exabrupto que un lapsus brutus el de Laurel Carrillo cuando en una rueda de prensa celebrada el martes, en respuesta a una pregunta dijo que todavía no analizaban “las direcciones” que le pedirían a Arturo Dávalos Peña. Lo anterior con el entendido de que un exabrupto es todo aquel dicho o gesto brusco e inesperado expresado por una persona con enfado pero con viveza. El lapsus brutus solamente elude al error o equivocación involuntaria de una persona. Lo explicamos para que no se esponjen los fans de la química. Ahora, también pudiera ser que la conciencia, o su inconciencia misma, traicionó a la dama. Con eso de que previo se deslizó el comentario de haber interesados en exigir “direcciones” en la próxima administración municipal, pues ya no se sabe. Y si, que nadie se asombre si Laurel y sus regidores negocian direcciones y chambas para los suyos. Que le piden asesoría al regidor independiente. Recuérdenle sus asesores a Laurel puede seguir el ejemplo de aquellos regidores panistas del trienio 1992-1995 que acordaron espacios y autos de nuevo modelo. ****** En la asamblea mensual ordinaria del Partido Acción Nacional, se aprovechó para invitar a personas que apoyaron en la jornada al cuidar las casillas y darles el agradecimiento. No hubo pues nada extraordinario sino una reunión de agradecimiento a esos simpatizantes voluntarios del panismo y también se les ofreció una cena. Ya luego vendrán las sesiones de analizar y evaluar el resultado, por cierto, nada para presumir y muy poco satisfactorio.****** La mañana de este miércoles 11 en Guadalajara la dirigencia del partido Movimiento Ciudadanos le entregaron en manos a Arturo Dávalos Peña la constancia de su triunfo en la elección del domingo primero de julio. La “línea” fue que los candidatos no acudirían a los órganos electorales a recibir el documento que los acredita como electos a sus respectivos cargos. Y sí, como que Laurel Carrillo ya se resignó que 18 mil votos son muchos como para alegar la existencia de evidencias y pruebas muchas que siquiera le permitan sospechar que le robaron la elección. Ojalá y ya entienda que más bien son sus asesores quienes conspiran para “robarle”, no votos, sino dinero.