“Vemos a Méxicoleaks desde la perspectiva de la gente que no es periodista pero que tiene el deseo de informar sobre malas prácticas o casos secretos sin arriesgarse a denunciarlos de manera pública”, afirmó Rafael Rodríguez Castañeda, director de la Revista Proceso, durante la presentación de la plataforma.
El director de la revista emeequis, Ignacio Rodríguez Reyna, abundó en este sentido: “Cada medio (de la alianza) ya cuenta con sus fuentes, Méxicoleaks es una herramienta más que se suma a las posibilidades de comunicarse con los medios”.
Rodríguez Reyna aseveró que ninguno de los medios y organizaciones involucrados en el proyecto tiene “agenda partidista”, y precisó: “no somos la PGR ni el Ministerio Público, haremos nuestros trabajo periodístico y de difusión”.
La plataforma Méxicoleaks funcionará como un buzón de envío y recepción encriptado de archivos electrónicos. El informante accederá a ella con el navegador Tor, un programa que codifica los datos del usuario y los envía por Internet a través de una red aleatoria de nodos, la cual desaparecerá cuando se termina la conexión.
Al llegar a la página de Méxicoleaks el ciudadano podrá subir archivos con documentos a la plataforma y decidir a qué destinatario enviarlos, ya sea a un solo medio de comunicación u organización, a varios o a los ocho participantes.
A través de un código, proporcionado en el momento de enviar la información, el informante puede volver a la plataforma y comunicarse con el equipo de investigadores de las organizaciones a las cuales decidió entregar los archivos.
Alianza inédita
Con base en un amplio diálogo que inició hace siete meses con el proyecto Méxicoleaks, “por primera vez en México” distintos medios y organizaciones de la sociedad civil –Proceso, Animal Político, Aristegui noticias, emeequis, Periodistas de a Pie, Másde131, R3D y PODER– formaron una alianza que pulió estándares de máximo rigor periodístico, se felicitó Dulce Ramos, editora general de Animal Político.
Homero Campa, coordinador de información internacional de Proceso, indicó que, en el marco de Méxicoleaks, los participantes de alianza se pusieron de acuerdo sobre puntos clave de coordinación en caso de que el informante decida enviar sus archivos a más de una organización.
“Si llega a dos o más medios nos comunicaremos y acordaremos fechas de publicación –ya que cada organización tiene sus tiempos–. Luego decidiremos si trabajar el tema juntos o cada uno de su lado”, aseveró, al indicar que los integrantes de la alianza tienen conciencia de los riesgos que conlleva recibir información de fuentes anónimas, ya que las organizaciones no sabrán quién envió los archivos.
“Nos pueden meter un gol, una información falsa desde una empresa o una administración para desprestigiar la plataforma, estamos muy conscientes de ello y tendremos mucho rigor periodístico”, insistió.
Si bien existe el riesgo de recibir información falsa, Eduard Martín-Borregón, integrante de la organización PODER, aseveró que según la experiencia de plataformas similares en otros países, la información tiende a ser valiosa.
A escala internacional, subrayó, “la actitud del poder consistió más bien en ignorar a la plataforma en espera de que caiga en el olvido”.
Dulce Ramos dejó en claro que “no vamos a publicar todo lo que recibimos”, sino que las organizaciones analizarán la información que recibirán, para evaluar su interés periodístico.
“No es un buzón de quejas”, añadió Rodríguez, al plantear que “Proceso tiene un criterio periodístico definido y claro, tanto para sus lectores como para sus detractores”.
Seguridad y anonimato
Ante el posible carácter sensible de la información enviada, Méxicoleaks publicó en su página una serie de instrucciones para maximizar la seguridad y salvaguardar el anonimato del informante, cuyos derechos están observados en la Constitución mexicana.
“Si se siguen los pasos es prácticamente imposible rastrear el camino de la fuente”, afirmó Borregón, al recordar que las herramientas digitales que emplea Méxicoleaks son las mismas que utilizó el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden para divulgar los programas de espionaje mundial que llevaban a cabo los servicios de inteligencia estadunidense.
Afirmó que los documentos están almacenados en un servidor seguro, en un país extranjero garante de las libertades en Internet, lo cual los hace “muy difícil de ser hackeados” y los protege de los ataques que tumban las páginas a partir de ataques masivos.
Si bien el sistema se basa en el Navegador Tor para encubrir la identidad electrónica del informante, Luis Fernando García, integrante de la Red para la Defensa de los Derechos Digitales (R3D), advirtió que existen otras medidas que adoptar para maximizar la seguridad.
Entre éstas destacó la importancia de enviar documentos desde una computadora ajena a la red de la empresa o la administración donde el informante trabaja. Recordó que, para mantener su anonimato, el informante debe ser discreto en su entorno laboral, familiar y de amistades, y debe evitar decir en las redes sociales que proporcionó alguna información.
“El informante es una persona de mucho valor, quien toma riesgos para dar a conocer cosas escondidas. Nuestro deber es de proteger su identidad”, dijo.
Tutorial Méxicoleaks: http://www.proceso.com.mx/media/2015/03/tutorial.mp4
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