Siendo las 4:25 de la mañana se activó la alarma de robo a negocio de Soriana Pitillal, ubicada en la avenida Francisco Villa y González Gallo en la colonia Vida Vallarta, por lo que al lugar se trasladaron varias unidades de la Policía Preventiva a cargo del supervisor general en turno.
Al arribar se entrevistaron con una persona de 37 años, de quien se reserva la identidad por su seguridad, quien dijo ser el gerente de la tienda, mencionado que a eso de las 4:00 horas el agente de seguridad privada observó algo raro en las cámaras de vigilancia, por lo que inmediatamente se fue a cerrar las puertas de acceso y en eso les salieron de entre los pasillos seis personas armadas y encapuchadas, quienes los amagaron a los empleados que se encontraban en el sitio realizando sus labores.
Los individuos quienes portaban armas largas y cortas los sometieron y los amarraron llevándolos a una zona alejada de las cajas de cobro, luego intentaron llevarse los cajeros automáticos, los cuales se encuentran en los dos ingresos a la tienda y para ello llevaban numerosos implementos.
Es el caso que en un momento determinado la alarma silenciosa se activó y cuando los maleantes que vigilaban al exterior de la tienda se dieron cuenta que la policía ya iba encamino, alertaron a sus cómplices y se dieron a la fuga dejando abandonadas todas las herramientas y una camioneta de la marca Durango en color gris, sin placas de circulación.
Inmediatamente los uniformados desplegaron un fuerte operativo, aunque se desconocían mayores datos sobre los malhechores, pues por el horario no hubo quien pudiera precisar el tipo de vehículos en los que habían huido y el rumbo que tomaron, por lo que no hubo resultados favorables en cuanto a su arresto.
En el lugar se presentó el agente del Ministerio Público, Pedro Córdova Aréchiga y peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, quienes se encargaron de realizar las pesquisas en el lugar, siendo asegurados: unas cizallas, 2 tanques de gas, 2 sopletes, dos gatos hidráulicos, un tanque de acetileno, 2 barras de hierro y unas tijeras, todo lo cual quedó bajo resguardo de esa autoridad y el automotor enviado al corralón de grúas.