Por Jorge Olmos Contreras
Aunque desde diciembre pasado ya tenía su renuncia preparada por diferencias irreconciliables con el mayor Rogelio Hernández de la Mata, el ambiente que generó el caso del joven Héctor Jonathan Franco, –quien fue cegado en la cárcel preventiva por otro detenido—agilizó la salida del subdirector operativo de la Comisaría Ciudadana de Policía y Vialidad del municipio de Puerto Vallarta, Jalisco, Ernesto Ojinaga Ruiz.
Ayer trascendió que Ojinaga Ruiz se despidió de sus subalternos y de algunos reporteros, a quienes informó que este miércoles dejará la subdirección operativa y con ello su salida definitiva de la Corporación Policiaca.
Ernesto Ojinaga Ruiz nunca tuvo buena relación con el mayor Rogelio Hernández de la Mata, y hoy que se dio el escándalo del muchacho al que le sacaron los ojos en la cárcel municipal, aprovechó para pedir su liquidación.
De acuerdo con fuentes confiables al interior del gobierno municipal, Ojinaga Ruiz tenía su renuncia desde la primera quincena de diciembre pasado, pero como no había recursos líquidos para pagar su liquidación de ley, el Ayuntamiento esperó hasta hoy para hacerla efectiva.
Ojinaga llegó con el coronel Silvestre Chávez, quien al no pasar la prueba de control y confianza de la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco, tuvo que renunciar al cargo.
Sin embargo, Ernesto Ojinaga, o “comandante Jaguar”, como le gustaba que le dijeran en las filas policiacas de Puerto Vallarta, se quedó unos días más al frente de la subdirección operativa, hasta que el nuevo Director de Seguridad Pública, Mayor Rogelio Hernández de la Mata, le pidió al alcalde Ramón Guerrero que lo despidiera, por no ser gente de su entera confianza.
