Con música de mariachi, banda y un grupo norteño de “palitos”, Santiago Amador convivía alegremente con sus invitados, la mayoría funcionarios del Ayuntamiento y el mismo alcalde Ramón Demetrio Guerrero Martínez.
El hecho de que Santiago Leal Amador celebre su cumpleaños en ese lugar no tiene nada de malo, lo criticable es que el edificio está irregular, el dueño se aprovechó de una licencia municipal que le autorizaba sólo tres pisos, y construyó 10, además de una enorme terraza en la azotea, que es donde precisamente se lleva a cabo el festejo.
Hace unos días, VALLARTA UNO denunció que el Director Jurídico, lejos de atender la queja de los vecinos y obligara al propietario del edificio a subsanar los errores de construcción, se había ido a vivir a un departamento del mismo, pero la autoridad municipal hizo caso omiso.
Hoy, con la pachanga y el ruido que molesta a los vecinos, es oportuno recordarles a los lectores el caso de este edificio irregular y lo que se escribió en este mismo espacio:
“Y es que estamos ante la flagrante violación de la Ley de Desarrollo Urbano del Estado, los Reglamentos Municipales vigentes y la legislación aplicable, al permitir este Director Jurídico la operación de un condominio en la calle Río Nilo 214 y 210 de Fluvial Vallarta que fue autorizado por el anterior Ayuntamiento para la construcción de dos locales comerciales en planta baja y tres departamentos en primero y segundo nivel habitacional plurifamiliar, y que ahora, gracias a la mala intervención de Santiago Leal Amador --mediante un convenio--, al edificio le permiten tener 10 condominios, es decir, siete más de lo permitido, y menos cajones de estacionamiento que la licencia municipal le exigía y le exige, pues dejará de surtir efectos el 12 de marzo del 2014.
La licencia número 0832/12 fue autorizada el 12 de marzo del 2012 por el entonces Director de Planeación Urbana, Oscar Monteón Espinosa y en el documento se lee claramente que es para construir dos locales comerciales en planta baja y tres departamentos en primero y segundo nivel, pero desde entonces, el dueño del inmueble, un tal Alfonso Paz Guzmán, comenzó a violar esta licencia al construir más departamentos y no los suficientes cajones de estacionamiento, por lo que los vecinos de Fluvial Vallarta se inconformaron, protestaron y buscaron a los funcionarios del entonces alcalde Salvador González Reséndiz, pero fueron olímpicamente ignorados.
Ante semejante afrenta, los vecinos organizados en la Asociación de Colonos, colocaron una manta de protesta en un terreno que está enfrente del edificio que viola la licencia municipal, y ahí advierten a las personas que antes de comprar un departamento verifiquen los permisos de las autoridades correspondientes, ya que la obra es irregular y no fue autorizada por el Comité Técnico de Construcción del Fraccionamiento.
Asimismo, recuerdan que esta obra está denunciada ante la Procuraduría de Desarrollo Urbano del Estado según el expediente 020/12. También interpusieron una denuncia penal contra quien o quienes resulten responsables ante la Agencia Uno de la Fiscalía Regional de Justicia, de acuerdo con la Averiguación Previa 2299/2012-III
EL NUEVO DEPA DE SANTIAGO
Los colonos de Fluvial Vallarta tenían la esperanza de que llegando la nueva administración se clausurara la obra por ilegal e irregular, pero los trabajos continuaron y recientemente se descubrió que el Director Jurídico del Ayuntamiento se “arregló” con el dueño del edificio para no molestarlo a cambio de que le entregara un departamento, que es en donde actualmente vive Santiago Leal Amador.
Se ignora la negociación que hicieron Santiago Leal Amador y Alfonso Paz Guzmán –el propietario del inmueble que actualmente tiene su domicilio en el fraccionamiento Los Delfines, precisamente en la calle Pez Vela 142—y los términos en que acordaron protección a cambio de prestarle un condominio al funcionario, pero el alcalde Ramón Guerrero está obligado a intervenir para poner de patitas en la calle a Leal Amador por este escandaloso caso de corrupción.
Si el alcalde no ejerce su principio de autoridad y hace los correctivos que procedan, corre el riesgo de que intervenga la Procuraduría de Desarrollo Urbano y obligue al constructor del condominio de Río Nilo a cumplir con la licencia municipal otorgada y como ya fue violentada, a demoler los departamentos que hizo sin autorización del Ayuntamiento”.