Por Jorge Olmos Contreras

Mientras en su periódico “Tribuna de la Bahía”, el empresario hotelero y de tiempos compartidos pregona a página completa que se debe cuidar y preservar la montaña de Puerto Vallarta, en la práctica incurre en lo que hacen todos los inversionistas voraces que sólo ven por sus propios intereses, al convertirse en un depredador más de la zona montañosa de Palo María, en donde construye una segunda torre del hotel Garza Blanca que claramente rebasa la altura permitida y atenta contra el área natural.

Sin permiso a la vista ni mucho menos acceso a cualquier ciudadano común que lo constate, Fernando González Corona continúa a marchas forzadas la ampliación de su hotel con ruidos excesivos y maltrato a la vegetación del cerro.

En la Dirección de Planeación Urbana del Ayuntamiento no hay nadie que pueda informar sobre los permisos o licencias otorgadas al ex presidente municipal panista, sin embargo, los trabajos de la segunda torre avanzan rápidamente, como se puede mostrar en la fotografía.

Con este hotel se completa un ciclo más de agresiones a la montaña de la zona sur de Puerto Vallarta, en donde hace ya varios años el mismo empresario cerró ilegalmente la entrada al arroyo Palo María, otrora lugar de esparcimiento y diversión de cientos de familias vallartenses que acudían al lugar de día de campo para bañarse en las cristalinas aguas del afluente.

Fernando González Corona hizo colocar una malla ciclónica para que “la chusma” no ingrese al arroyo y perturbe la tranquilidad de sus huéspedes, que son en su mayoría extranjeros.

Ahora la agresión es contra la montaña, al parecer la voracidad y rapacidad de Fernando González Corona no tiene límites.