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Martes, 17 Junio 2014 12:10

El Rancho Altamira y un asesinato, en la línea de investigación del regidor desaparecido de Cabo Corrientes, Juan Carlos Gordián Ramos

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Por Jorge Olmos Contreras

Aunque la Fiscalía del Estado prefiere utilizar el término “desaparición de persona” para referirse al caso del regidor priista, Juan Carlos Gordián Ramos –desaparecido desde el pasado 11 de junio--, los agentes investigadores que siguen este asunto al parecer tienen la certeza de que el edil del Ayuntamiento de Cabo Corrientes habría sido “levantado” por un comando armado en las inmediaciones del poblado Agua Caliente, en la brecha que va de Chacala a El Tuito.

 

En las investigaciones, los policías judiciales de Jalisco y ahora también la policía federal ministerial, no descartan que este caso tenga relación con el asesinato, el año pasado, del también regidor de Cabo Corrientes, pero del Partido del Movimiento Ciudadano, Héctor Salazar, quien fue ejecutado en la zona metropolitana de Guadalajara el 29 de agosto del 2013.

Héctor Salazar era el dueño del rancho Altamira, los lugareños decían que bautizo con ese nombre a su propiedad porque de alguna manera estaba relacionado con Ciudad Altamira, Tamaulipas, pero sus nexos estaban en Guadalajara, donde se presume que tenía amistades peligrosas, gente relacionada con la delincuencia organizada.

Por su parte, el regidor Juan Carlos Gordián habría sido chofer del asesinado Héctor Salazar, pero a la muerte de éste último, la regiduría quedó vacante y no se la dieron al suplente de Salazar, sino al hoy desaparecido Gordián Ramos, en una extraña negociación de partidos, ya que Salazar entró por la alianza PRD-MC y Gordián es priista.

De acuerdo a las investigaciones que sigue por separado VALLARTA UNO, Juan Carlos Gordián tiene toda la información relacionada con el rancho Altamira y quizá sabe quién o quiénes mataron al ex regidor Héctor Salazar.

Quizá por ello, presuntamente fue “levantado” por un comando armado en las inmediaciones del poblado “Agua Caliente” cuando viajaba en su motocicleta de Chacala a la cabecera municipal del municipio de Cabo Corrientes, es decir, a El Tuito.

Se ha completado una semana y el regidor Gordián no aparece, por más que lo han buscado diferentes autoridades, desde la marina Armada de México en sobre vuelos con el helicópteros, hasta elementos del ejército mexicano que peinan la zona hasta Tomatlán y Cihuatlán, así como policías federales, estatales y municipales.

En Cabo Corrientes, se cree que la policía municipal, al mando del comandante Miguel Santana, sabe más de lo que aparenta, por lo que también están siendo investigados.

El alcalde Homero Romero también está en la línea de investigación, pues se ha mostrado nervioso, parco y no ha querido cooperar con los agentes investigadores, ni estatales ni federales, como si ocultara algo; y mucho menos le da la cara a los medios de comunicación.

 

 

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