Lo que sigue es un largo proceso de impugnaciones. Hay evidencias de que la jornada electoral, desde el inicio de las campañas, aquello se convirtió en un “cochinero”. Peor fue un cochinero del cual todos y cada no de los participantes estaban conscientes y bajo esas reglas, todos participaron. Podría decirse que el más prudente fue Guerra Padilla. Pero él también asistió con alegría a una jornada plegada de anomalías. Lo auxiliaron mapaches enviados de Puerto Vallarta y el ejemplo lo fue el ixtapense Víctor Manuel “el cachis” Aréchiga.
Bajo las reglas del juego, el rey es el PRI. José Gómez puso a trabajar una maquinaria bien aceitadita y cuando eso ocurre nadie le gana. Paniagua lo intentó pero se quedó corto. Algo mas de mil 200 sufragios fue suficiente. Un poco mas del dos por ciento y se apartaron del riesgo de abrir por ley los paquetes y repetir el conteo del voto por voto. Si la diferencia es menor al uno por ciento, es obligado recontar “voto por voto casilla por casilla”. Empero tan corta diferencia animó a los representantes de Paniagua solicitar el recuento en las Comisión Municipal Electoral. Pero el órgano electoral se configuró a modo del priista y toda petición se desechó. Quizá el error fue o impedir semejante monstruosidad. Ignoramos si Paniagua confió en los comisionados ciudadanos que le hicieron de referí pero el sospechosismo apunta a su presidente Alfredo Elizondo.
Las crónicas sabidas presumen que durante toda la jornada se aplicaron los métodos mas socorridos en este tipo de competencia. Hablaron de carrusel, de tamales de compra, de votos, de amenazas y hasta de hombres armados y encapuchados. Lo más carnicero sería en la tarde, después del cierre y conteo de votos en las casillas. Que fue cuando actuaron los encapuchados y armados hasta los dientes interceptaron a quienes trasladaban los paquetes electorales al cuartel electoral para arrebatárselos y hacer sus artes de magia. Es decir, la maniobra culinaria modificando cifras y actas para agregarle votos al PRI y quitárselos al PRD. Claro, en todo momento el enemigo a vencer, el que iba arriba en la suma de cómputo de las primeras casillas era Paniagua. Al PRI ya no le interesaba Adrián Guerra.
Los seguidores de Paniagua afirman tener pruebas de las irregularidades y que las van a exhibir en las instancias legales. Es raro que se declare procedentes, válidas y suficientes las argumentaciones en este tipo de juicios electorales. Pero en una de estas arman la impugnación y le tumban el triunfo a Gómez. Será clave el respaldo de las dirigencias nacionales del PRD y del PAN, los dos partidos que apoyaron a Paniagua en la campaña.
Pero bueno, queda el análisis del origen de los votos. Las demarcaciones han sido asignadas. El PRI, al menos hasta el momento, ganó las demarcaciones correspondientes a la costa. De 1 al 5, son priistas. Paniagua está satisfecho pues en su rancho votaron por él y sus candidatos. En la demarcación 9, la de San Juan de Abajo, el Tony Peña arrasó. Ganó con el 56 por ciento contra la priista Angélica Flores que apenas así sumó el 29 por ciento. Más abajo, el contador Chava Ruelas del MC registró poco más del nueve por ciento. La demarcación 8 es la de Valle de Banderas. Gerard Aguirre se adjudicó por más del 46 por ciento. El priista, Víctor Reynoso, hermano del diputado local y coordinador general de la campaña de Gómez, Omar Reynoso, mordió el polvo. En la cabecera municipal, 37 por ciento para el PRI y 9 para el MC, que postuló a Josefina Moreno Aguirre.
Citamos los números anteriores por que algo pueden decirnos. En los poblados donde es conocido Paniagua, el elector confió en él. Desdeñaron a Adrián Guerra y le demostraron total rechazo al priista José Gómez. Pero, mientras mas lejos está el elector del centro neurálgico de la política municipal, el voto favoreció al tricolor y a sus candidatos. Sin duda es en Lo de Marcos, San Pancho, Sayulita donde menos conocen a Pepe Gómez. Y allá fue donde mas cosechó votos. Es una observación que vuelve a confirmar que al PRI siempre le va mejor en tanto sus candidatos son menos conocidos. Porque, cuando conocen a los representantes del PRI, así les va. Nuestros amigos del PRI, arrastran una fama negativa y la primera reacción en una campaña es el rechazo.
De Adrián Guerra se puede decir que cumplió las expectativas. No iba a ganar. Si alguien le creyó, los engañó. Cuando pudo ganar, en las elecciones de hace tres lustros, no quiso. Si, ganaron dos de sus candidatos a regidor y tendrá el MC tres representantes en el Cabildo, sumado ya el que le corresponde por la vía plurinominal. Pero, la dolorosa derrota de Pedro “el perico” Espitia, nos dice que en El Porvenir y parte de San José, sus paisanos y vecinos le clamaron al perico con su voto el rechazo por haberse aliado a Guerra. Es decir, el rechazo fue al candidato a alcalde, no al candidato a regidor del MC. Rita Paredes del PRI ganó en la 2 pero apenas le sacó una ventaja de seis puntos a la paniagüista Ilda Minjarez.
REVOLCADERO
En las demarcaciones hubo algunas sorpresas, pocos apostaron por el priista y cetemista Jesús Castro Vargas. El hijo del legendario dirigente dela sección 136 del sindicato de trabajadores de la gastro-hotelería, Obdulio Castro Mondragón le tocó bailar con la más fea. Y ganó el voto mayoritario de Valle Dorado, Mezcales, Mezcalitos. El Chuy Castro, hermano por cierto de Rafael Castro, regidor en la administración 2006-2009 en Puerto Vallarta. Ganó con el 38 por ciento de votos, mucho más que el 25 por ciento que sumó cada quien la perredista, Ciola Arévalo y le emecista Teresa de Jesús Toscano. Se nota que ese es el feudo del PT pues pudo obtener casi el siete por ciento de los votos de esa demarcación. En Mezcales viven los fundadores del Partido del Trabajo en el municipio.******La demarcación 3 corresponde al sur de Bucerías. Ahí el PRI mandó a Cristóbal Esparza, un ejemplar más del clan “los Montelongo”. Para sorpresa de propios y extraños, el muchacho ganó la regiduría. Fue una demarcación competida, la que más, quizá no por el conteo final, sino por las artimañas que la familia Esparza Montelongo puso en práctica. El PRI se alzó con la victoria con apenas el 32 por ciento. El PRD, con Jorge Antonio Luquín de candidato, sumó 23 por ciento en tanto que Neydi López el 18 por ciento.****** La regiduría mas alejada de la cabecera municipal, la número 1, fue pan comido para el PRI. Hermes Ortega aplastó con su 45 por ciento al perredista Sergio Parra y a la candidata del MC Maris Cristina Cruz Rodríguez. 28 por ciento y 21 para ellos dos respectivamente. Lejos del PRI, que en los pueblos costeros tiene voto amarrado. Lo de Marcos, Sayulita, San Pancho, Punta de Mita, San Quintín, Las Lomas, son pueblos donde la voz y mando de los señores de edad, se imponen a las decisiones de sus descendientes. ********Dejamos al final, la demarcación 7. Es el voto de San José del Valle. Fueron tres competidores quienes se jugaron el gane. Los tres tenían posibilidades. Para asombro de muchos, ganó Gloria Cuevas Martínez del Movimiento Ciudadano. Los grandes perdedores fueron la priista, Isabel Amaral Plata y el perredista Pepe Castañeda. Gloria Cuevas será regidora con el 33 por ciento de los votos de su pueblo. Chabelita Amaral contabilizó a su favor el 31 por ciento y el locutor de La Patrona, el 29 por ciento. Fue por mucho la regiduría mas peleada y ocurrió en al tierra del abanderado priista José Gómez. Si Paniagua le peleó la alcaldía a Gómez en el voto de San José hay sobradas razones.
