Hace tres días, Vallarta Uno publicó en su sitio de internet www.vallartauno.com su investigación sobre la fiesta realizada en enero pasado en Puerto Vallarta en la cual varios diputados panistas departieron alegremente con mujeres que en diversos medios han sido calificadas como teiboleras, bailarinas exóticas, prostitutas o sexoservidoras.
Vallarta Uno afirma que:
1. Quien contrató a las mujeres fue Oscar Pérez, quien en enero de este año era el secretario particular del presidente municipal de Puerto Vallarta, Ramón Guerrero, ex panista y ahora militante de Movimiento Ciudadano. Vallarta Uno no aclara si Pérez actuó de manera independiente o siguiendo instrucciones de Guerrero.
2. Las mujeres eran bailarinas en los centros nocturnos Taboo y Aqua.
3. Quien le pagó cinco mil pesos a cada mujer para que “acudieran a darles un servicio sexual a los diputados” es Walter Frank, identificado por el periódico Reporte Índigo como “contratista del Ayuntamiento, brinda servicios de renta de maquinaria pesada y pipas al municipio… uno de los allegados al alcalde del puerto, y uno de sus tantos financiadores de campaña… actualmente tiene asignados contratos por renta de maquinaria pesada, pipas, y otros servicios de construcción, que suman al menos 10 millones de pesos”.
4. Pérez prometió pagarle un extra a cada mujer “por agasajar a los diputados” pero no cumplió su promesa.
5. Un empleado de Reglamentos Municipales fue quien llevó a las bailarinas a la Villa Balboa durante tres días.
6. Las mujeres fueron recibidas en la Villa Balboa por Edelmiro Sánchez Hernández y su chofer, un hombre apodado “El Gordo”. Reporte Índigo reporta que Edelmiro Sánchez es “empresario y operador del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, implicado en narcotráfico en 2004 y el secuestro y asesinato del diputado local de Nuevo León, Hernán Belden Elizondo… en 2004 fue detenido por narcotráfico y absuelto cuando un empleado de él se responsabilizó del cargamento de 87 kilos de marihuana que había en su camioneta”.
7. Al llegar, las bailarinas tuvieron que entregar sus bolsas y celulares, los cuales les fueron devueltos al final de la fiesta.
8. “Ahora se sospecha que quien colocó cámaras y videograbó la parranda de los diputados con las teiboleras, habría sido el chofer de Edelmiro”. Sin embargo, de acuerdo a www.monitorpolitico.com, quien grabó la fiesta es un empresario regiomontano llamado Arturo Lauro González Villagómez, “propietario de una empresa que tiene contratos con el Ayuntamiento: uno por la renta de vehículos para patrullas de policía y tránsito; otro para venta de motocicletas”.
9. “Lo más grave es que Edelmiro al parecer tiene relaciones más estrechas con el Ayuntamiento de Puerto Vallarta y que alguien le pidió el favor para invitar a una pachanga a los diputados, ponerles música de banda en vivo, sexo servidoras y mucho alcohol para luego grabarlos y en un futuro exhibirlos, tal como sucedió”.
10. Es más que probable que “en la fiesta había una veintena de diputados del PAN, de acuerdo con videos aún no difundidos”.
Vallara Uno concluye afirmando que “todo el asunto apunta a una estrategia que llevaron a la perfección el entonces secretario particular de Ramón Guerrero, Oscar Pérez, el contratista Walter Frank y Edelmiro Sánchez”. Sin embargo la publicación no explica por qué este trío decidió grabar la fiesta y luego difundir el video.
Lo que cada día se va conociendo en torno a la actuación de los diputados panistas en Puerto Vallarta permite suponer que todos o casi todos los involucrados en el escándalo están inmiscuidos en asuntos de mucho dinero, tráfico de influencias y actos que muy probablemente son ilegales