Y es que tuvo que venir Enrique Alfaro a Puerto Vallarta para apretar tuercas y recordar que la filosofía del Movimiento Ciudadano es clara y transparente y que lo que se prometió en campaña se tiene que cumplir, es decir, que Ramón Guerrero tiene que cumplirle a los ciudadanos de Puerto Vallarta la promesa de someterse a una votación para que la gente decida si se queda o se va.
La consulta llega cuatro meses tarde, pero al final lo que importa es que el ejercicio, democrático en apariencia, se desarrollará este domingo 31 de agosto en esta ciudad puerto y tendrá la mirada de los actores políticos encima y la vigilancia permanente de los medios de comunicación.
Sin duda, será un ejercicio muy interesante porque no cualquier alcalde se arriesga a que el pueblo salga a votar en masa y le diga que tiene que cumplir con la revocación del mandato en caso de que el voto le sea adverso, darle las gracias por estos meses de trabajo e irse por donde vino, con todo y la recua de amigos que trajo de Guadalajara.
EL PARACAIDAS
Pero El Mochilas es arrojado y temerario, no le importa meterse a una olla de grillos con tal de salir airoso y con tal de cumplirle a Enrique Alfaro esta consulta que ya se ha dado en municipios donde gobierna el Movimiento Ciudadano, como Tlajomulco de Zúñiga.
Quizá Ramón Guerrero trae un paracaídas en la mochila, como bien dijera el periodista Carlos Martínez Macías en una de sus columnas que se publican en el periódico Milenio.
Ahora bien, este movimiento hay que analizarlo desde diferentes perspectivas, sin descartar ningún factor que pudiera incidir en la votación del próximo domingo, ni tampoco dejar del lado alguna estrategia que se haya implementado desde antes para que la consulta no solo salga favorable al Mochilas, sino que resulte contundente en cuanto a números, tendencias y preferencias.
Y es que es muy probable que la mesa esté ya puesta para que Ramón Guerrero no tenga el menor problema para triunfar en forma abrumadora y quedarse en la alcaldía al menos por algunos meses más. De hecho, sabemos que hubo reuniones privadas con empleados y promotores de la Dirección de Desarrollo Social y la Dirección de Participación Ciudadana para que tuvieran al menos mil personas cada uno y que tuvieran la seguridad de que van a votar en la Consulta Ciudadana del domingo.
Otros son más mesurados y dicen que cada promotor va a llevar 100 personas a votar a favor de que se quede Ramón Guerrero; que con eso está garantizado el ejercicio y de esta manera el alcalde no tendrá el menor riesgo de que algunos grupos antagónicos, ya sean de PRI, el PAN o el PRD les puedan meter goles al enviarles cientos de votantes que sufraguen en contra del Mochilas.
COMO PEZ EN EL AGUA
En nuestro muy particular punto de pista, creemos que Ramón Guerrero no tiene necesidad de recurrir a cochupos o a estrategias barrocas para salir adelante en esta consulta ciudadana, pues trae el arrastre suficiente en las colonias populares como para ganar otra vez la alcaldía si ese fuera el caso.
Ramón Guerrero es un alcalde que sabe manejar los tiempos políticos, es muy audaz para moverse entre el pueblo y ha hecho trabajos vistosos que lo han posicionado muy bien ante la opinión pública y los medios de comunicación. Es tan listo, que con tan sólo pavimentar las principales calles y cubrir los baches, además de ejercer algunas otras acciones que le abonan popularidad, calla a sus críticos y esconde a la perfección los actos de corrupción que también se han registrado en su administración al frente del Ayuntamiento vallartense.
Tan sólo hay que observar cómo se mueve –como pez en el agua-- ante hechos adversos como el accidente en que un empleado municipal atropelló a estudiantes de la escuela secundaria técnica Pesquera. A diferencia de Javier Bravo, cuando protegió y encubrió a su chofer José Guadalupe Solís –mejor conocido como Pepe Muelas—luego de arrollar y dar muerte a una madre y a su pequeña hija en el libramiento carretero, Ramón lo que hizo fue dar la cara, ordenar que los escolares los llevaran a los mejores hospitales de la localidad y posteriormente los visitó para ver qué se les ofrecía.
Son este tipo de acciones las que levantan la popularidad de Ramón Guerrero, ya que las acciones de corrupción que existen al interior de la administración son opacadas de inmediato por el mismo trabajo que el presidente hace en las colonias populares; eso por un lado, pero por el otro, no existe una oposición fuerte e inteligente para sacar los trapitos sucios de Ramón y exhibirlos de una manera contundente y permanente en la prensa, casi siempre se trata de llamaras de petate, pero sin denuncias con el suficiente peso jurídico.
LA ALCALDESA INTERINA
Ramón Guerrero va a salir airoso de la Consulta Popular, de eso no nos queda la menor duda, pero eso no quiere decir que el pueblo de Vallarta le esté entregando un cheque en blanco para hacer lo que quiera en los próximos meses en que todavía estará al frente de la administración.
Por ejemplo, esa renovación de confianza que le otorgará la población, no justifica que quiera dejar como sucesor –es decir, como alcalde interino cuando él pida licencia para irse a buscar la diputación local, lo cual es un hecho—al oscuro regidor de Las Palmas, Oscar Avalos Bernal, ni mucho menos a la cuasi iletrada María Guadalupe Anaya Hernández, mejor conocida como Lupita Anaya.
Lo anterior, porque hace unos días hubo una reunión privada entre Ramón Guerrero y los regidores consentidos del Movimiento Ciudadano, es decir con Luis Ernesto Munguía, Pitas Pelayo, Otoniel Barragán, Doris Ponce, Oscar Avalos, Lupita Anaya y Cande Villanueva, (sin la presencia incómoda de Humberto Gómez Arévalo, Susana Carreño ni el síndico Roberto Ascencio Castillo), y ahí se trató el tema del alcalde interino.
Desde luego, ni por asomo Ramón Guerrero quiere a un opositor ni disidente –léase Susana Carreño o Humberto Gómez--, pero tampoco quiere a alguien proclive a la traición, por lo que les dijo que sólo había de dos sopas, o eligen a Oscar Avalos Bernal o a Lupita Anaya.
Al final, la tendencia se inclinó en favor de Lupita Anaya, aquélla regidora que ni siquiera sabe leer y que lloró en la primera sesión de Cabildo por no poder continuar leyendo el nuevo Reglamento de Ayuntamiento, y que por imposición de Ramón Guerrero, podría convertirse en la alcaldesa interina de Puerto Vallarta.
Algunos regidores como Doris Ponce salieron de la reunión visiblemente molestos porque consideran que Lupita Anaya no tiene ni la capacidad ni la mano política ni los conocimientos para ocupar el cargo.
Mientras tanto, también se supo que al joven Luis Ernesto Munguía (El Dorian Gray de los vallartenses) no se le consideró como sucesor porque es un hecho que el chaval va a ser candidato a diputado federal, mientras que Ramón Guerrero será el abanderado del MC para la diputación local y El Cepillo Dávalos –aunque usted no lo crea--, es el fuerte para ser candidato a la alcaldía, aunque a Arturo Dávalos está por estallarle un mega escándalo que quizá lo deje fuera de la contienda.
INFORMACION CLASIFICADA
RAMON GUERRERO NO TIENE LA NECESIDAD DE COMETER ERRORES TAN GRANDES como cobijarse en la Asociación de Empresarios de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas para que sean sus miembros los que vigilen, observen y cuenten las votos de la Consulta Ciudadana de este domingo 31 de agosto para la revocación de mandato.
Había profesionistas, académicos y reconocidas personalidades de la Sociedad Civil de dónde echar mano –ahí está el CUC, la UNIVA o el Tecnológico--, pero no de una Asociación que tiene integrantes con una cola que va de aquí a las islas marietas (¿acaso seré yo?, dirían los Rizutto, Sovernigos, Velas Ruiz, Chávez Morán, Legorreta etc.) y que desacreditan con su sola presencia el proceso.
Pero en fin, el resultado ya se los anticipamos, Mochilas será ratificado con un amplio margen de votos, con o sin cochupos.