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Viernes, 19 Septiembre 2014 22:23

José Gómez, un alcalde demagogo y mentiroso, asume la presidencia municipal de Bahía de Banderas

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

José Gómez Pérez ya es el presidente municipal de Bahía de Banderas. Si los badebadenses le deben creer, con el cuestionado alcalde, todos verán resueltos sus problemas pues, como todos sus antecesores, proclamó el más clásico de los discursos: progreso y más progreso y todo en base a la honestidad.

 

Sn embargo, los muchos que le ayudaron a llegar a esa responsabilidad, el mismo día de su toma de protesta faltó a su palabra y mintió a todos pues a ellos no les cumplió su compromiso de darles chamba. No es necesario dar muchos nombres pero se nos antoja para acordarnos que desde hace meses, Alfredo Rivas Hernández, “el rocky” para sus amigos, ya se vía como titular de la cartera de Protección Civil y Bomberos. En esa área fue designado Marco Antonio Villegas Gómez.

Por supuesto nada imaginativo ni mucho menos creativo ha sido el discurso de entrada gritado por el cuñado de Rafael Cervantes Padilla. Al fin y al cabo, con discursos demagogos y mentirosos se les gastan las autoridades en Nayarit. Con semanas de antelación, los del grupo compacto del ex empresario de los bailes masivos había rasurado a varios que hicieron equipo en los días de campaña.

NETO GOMEZ, PERDIO RESPETO Y AMIGOS

Ernesto Gómez Martínez fue el ejecutor en el área de prensa y propaganda.

Ahora presume su encomienda en el gobierno municipal, pero el costo para el hijo del finado Ernesto Gómez Bernal es alto. Quizá gane, y buen sueldo, pero en el camino perdió respeto y amigos. El Neto Gómez se tardó muchos años en  vestirse de funcionario municipal. Desde la primera vez que Héctor Paniagua quiso ser candidato por el PRI a la alcaldía, a finales de la década de los 90, él se ofrecía para ser las veces de enlace con periodistas. Con el Cheché Gómez cumple su sueño, pues Paniagua en su tiempo lo desechó dos veces.

José Gómez, mas a las malas que a la buena, ganó la elección constitucional y es alcalde. Tiene en su lomo mucha responsabilidad, la misma que en su momento su cuñado Rafa Cervantes. Es la nueva familia de virreyes de LA PUJANTE Bahía de Banderas.

Los dos prometieron acabar con los problemas que aquejan a los pueblos del sur de Nayarit. Rafa, a decir de la propia familia, pero más de sus enemigos políticos, resultó todo un pillo. Él y sus amigos resolvieron su futuro, construyeron mansiones y ranchos, compraron flotillas y concesiones de vehículos del servicio público, se hicieron de caballos finos y acrecentaron sus cuentas bancarias.

Será difícil dentro de tres años hablar bien de José Gómez. Es probable, cómo él y su equipo de campaña lo hicieron sin piedad del cuñado, que estemos hablando de que Gómez resultó un tirano y una rata. No hay ningún aviso, ningún mensaje, nada en el discurso que nos haga ser optimista y estemos frente a la figura de un estadista en el sillón de la alcaldía de Bahía de Banderas. Las primeras decisiones así nos lo indican. Al fallarle a decenas de sus amigos, Pepe Gómez nos anima a ver en él a otro más de los suyos que han gobernado el municipio, se dedicaron a saquear la riqueza de la joven municipalidad. 

De la mano de Gómez va Mónica Saldaña Tapia en la Sindicatura. Es la hija de Oscar Saldaña, aquel dos veces candidato panista que jamás pudo cumplir su sueño de ser presidente municipal. Su hija Mónica decidió probar de los tres colores, entró en la intimidad de una figura de talla nacional del PRI y eso le ayudó a ser llamada para la alianza de la familia con los Gómez-Padilla Cervantes. La mancuerna es una suerte de pacto de sangre, un pacto contraído por intereses que van mucho más allá del amor a su pueblo, que ni siquiera es el pueblo de ambos, sino que se atraen por la ansiedad de probar lo que sus otros familiares ya probaron. Es el dinero, el poder económico y el poder político y nada más. Si Gómez es de veras honesto, hubiera tomado las calles y asaltado la oficina de su cuñado para exigirle, con el apoyo del pueblo, acabar con el lodazal en que están convertidas las calles y avenidas del municipio. Pero no, seguramente se dedicará en los siguientes meses a cubrirle la espalda a su cuñado.

Entonces, con la perpetuidad de la familia no se construyen condiciones para cumplir a cabalidad ese slogan de estar viendo el arranque de “una nueva historia de progreso”. Eso suena mas a demagogia pura, a mentiras repetidas cada tres años, escuchada ahora de voz de los cuñados.

No vamos a ver transformar nada en Bahía de Banderas. Si acaso las residencias y ranchos de la familia de Gómez y sus amigos. La transformación del gobierno es surrealista. Cambian rostros en los despachos pero en todos ellos veremos afiladas uñas arañando algo de riqueza. Así empezó Gómez y eso, nos confirman algunos de sus aliados y operadores de campaña. Nos reiteran que estamos viendo el nacer de un individuo ladino en el arte de engañar y que va a progresar con el aprendizaje en áreas como la simulación y el solapamiento a su cuñado.

Quizá hallemos revelaciones en los nombres de los primeros nombramientos. No son ni por asomo los mejores hombres, los más honestos y los más capacitados de Bahía de Banderas. En grupo forman la nueva cofradía de una aldea de la que se creen reyes y virreyes. La designación de Claudia Angélica Díaz de Sandi Neuman es una simulación de intento por congraciarse con el gobernador Roberto Sandoval Castañeda y con el diputado local, Héctor Santana.

Es una simulación porque si alguien golpeó a Claudia Díaz fue precisamente el grupo de Gómez. A la guapa dama no la quería e inclusive le cerraron las puertas de sus cuarteles de campaña. La vieron como una extraña y oportunista. Es una decisión aderezada de mucha hipocresía y algo de cinismo de Gómez, pero sobre todo envía un infame mensaje, de asumir ya una posición de un títere que desde Tepic hace lo que le ordenen. La fortaleza de Claudia Díaz responde explícitamente a su personal relación con el ejecutivo estatal.

Bahía de Banderas ya se merece un presidente municipal real no de a mentiritas. No un demagogo y mentiroso, que pregona gobernar para todos y que termina hinchándose sus bolsillos.

REVOLCADERO

Y pues bueno, cuando vemos que el flamante comisario de Seguridad Pública es Xavier Esparza García, regidor de la mano de Rafael Cervantes Padilla en el pasado Ayuntamiento nos confirma que las familias de Bahía de Banderas siguen soñando con un pasado glorioso salpicado de abusos y atropellos a la población. Cómo olvidar los tempos de un Javier Esparza Montelongo, que, al frente de los gorilas de la Policía Judicial del Estado, en la década de los 80, vejaron a los nayaritas. La familia pretende regresar al poder que les otorgó impunidad absoluta y los herederos de aquel infame Montelongo poco a poco toman por asalto al municipio.******* Nos llaman la atención dos nombres adicionales del gabinete de Pepe Gómez. Uno es Víctor Reynoso Gallegos, a la postre nombrado “Secretario Técnico de Gabinete”. Otro es el de Héctor Regalado. El segundo es el nuevo contralor. Ya antes desempeñó tareas en la Tesorería Municipal. Son dos ejemplares de esa fauna familiar que asumen la administración municipal como una propiedad personal a compartir con los suyos. Regañado tiene mucha responsabilidad en el brutal saqueo a las arcas municipales y por lo visto, otra vez le dan manga ancha. Al otro muchacho, hermano del ex diputado local Omar Reynoso, ya el pueblo le dijo que no lo quiere de regidor. Pero bueno, José Gómez lo quiere y lo de menos es lo que diga el pueblo pues de perder la elección en la regiduría por la demarcación de Valle de Banderas, Gómez lo rescata y lo llama a coordinarle su gabinete. Y bueno, hay un tercer nombre de “la familia feliz” encarnado en Carlos Alfredo Ríos Hernández. El señor es el nuevo tesorero y puede cumplir su tarea con cierto decoro. Ya fue subtesorero cuando Luis Carlos Tapia Pérez fue presidente municipal.*****

 

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