En un acto que puede interpretarse como un “madruguete” político, fue el diputado local, Gustavo González Villaseñor, quien hizo el destape de Andrés González Palomera, como enviando un mensaje a la militancia para que no se confundan, como diciendo, “este es el bueno”.
Gustavo no se anduvo por las ramas, y aunque primero recurrió a un discurso sobre las bondades que tiene que tener el próximo presidente municipal; un presidente –dijo—que tenga arraigo e inteligencia para conducir a la gente a niveles de bienestar social, finalmente se quitó el velo y soltó el nombre que algunos querían escuchar, esa persona es Andrés González Palomera, su amigo de la infancia, del que se habla en todos lados, subrayó Gustavo.
Para consumar lo que algunos interpretan como “destape oficial”, aunque de oficial todavía no tenga nada, entró al escenario Rafael Yerena Zambrano, el líder de la CTM en Jalisco, quien manifestó que el factor unidad será el que lleve al PRI a recuperar la alcaldía vallartense.
Sin embargo, hizo una reflexión que tiene mucho de fondo y que no podemos dejar de lado. Rafael Yerena aseguró que en la última elección, es decir, donde eligieron a Adrián Méndez González, el famoso Archi, la perdieron por falta de unidad interna.
Se le olvidó al señor Yerena que Adrián Méndez fue impuesto por la CTM, que fue la CTM quien lo destapó en un madruguete similar al que acaban de hacer con Andrés González Palomera, que incluso el entonces candidato a la gubernatura, Jorge Aristóteles no estuvo de acuerdo con la candidatura de Archi, quien finalmente perdió frente al Mochilas.
De hecho, la cúpula priista en Jalisco quería que en ese entonces el candidato fuera Andrés González, mientras que Rafael Yerena decía en discursos y entrevistas que Andrés era un pillo, y que él, Yerena, se encargaba de que Andrés nunca fuera candidato a la alcaldía, pero hoy, eso ya se les olvidó.
Así las cosas, los priistas no aprenden del pasado reciente, dicen y gritan que ahora sí van en unidad para lanzar como candidato a Andrés González Palomera, pero se les olvida que hay otros actores políticos que también luchan por ser el candidato del PRI a la alcaldía.
Ahí está, por ejemplo, el diputado federal Rafael González Reséndiz, quien no quita el dedo del renglón.
Y por otra parte, y quizá el más activo, está César Abarca Gutiérrez, el actual Director del Seapal, quien no ha dicho sí, pero tampoco ha dicho que no.
Sabemos que César Abarca es institucional, sí, pero que le cayó como balde de agua fría el presunto “destape” de Andrés González Palomera.
Aquí deberíamos preguntarnos, qué tan sano y que tan conveniente es que el pequeño grupo que maneja las decisiones en el PRI municipal, que se remite a dos personas, Gustavo González Villaseñor y Rafael Yerena Zambrano, mande un mensaje de madruguete a la militancia.
Qué tal si en la primera quincena de enero del 2015, cuando los partidos ya deben tener listos sus pre-candidatos, surgen nuevos factores políticos, nuevas circunstancias y alguien –que bien podría ser el gobernador o el magistrado Leonel Sandoval, padre del mismos mandatario estatal—dice que siempre no va Andrés, que va otra persona.
Porque si esto pasas, entonces la tan pregonada unidad se iría al bote de la basura, como un mito más del PRI.
Recuerden una de las máximas en política, del plato a la boca se cae la sopa, por lo que los destapes prematuros, lo hemos vistos en otras ocasiones, son casi siempre contraproducentes.