Durante su permanencia en esta ciudad, cientos de vallartenses y turistas tuvieron la oportunidad de visitarlo y recorrer sus diferentes espacios, además de adentrase en la historia naval de nuestro país y conocer el objetivo de esta embarcación, que surca los mares de todo el mundo para extender los lazos de amistad y cooperación de México con otros países.
“Me gustó mucho el barco, vine con mis hijos y valió la pena, los dos querían tomarse fotos en el timón y en la campana y el pequeño de tres años se emocionó cuando uno de los oficiales muy amable le prestó su gorro de marinero para tomarse una foto, aunque hay mucha gente ojalá vinieran más porque es una experiencia única poder acudir”, señaló Karina Gutiérrez, turista de Guadalajara.
“Mis hijos se sintieron piratas o marineros, no querían bajarse del barco. A mí me gustó ver el mar desde esa altura, nunca me había subido a una embarcación, está muy bien cuidado y se siente uno como en otra época, de película al ver un barco de madera”, señaló el señor Juan José Medina, originario de Coatzacoalcos, Veracruz, padre de tres hijos y habitante de Las Juntas en Puerto Vallarta.