No sólo eso, sino que además, el personal de la Fuerza Única Regional (FUR) están sin control, atropellan derechos ciudadanos e impiden la labor de los reporteros locales, lo que habla muy mal del orden que debe poner el propio fiscal Nájera Gutiérrez.
Los propios reporteros que sólo realizan su trabajo, fuero los que habrían hallado un hueso que “olvidaron” los especialistas forenses que llegaron desde la semana pasada de Guadalajara.
Sin embargo, serán estos mismos peritos los que en base a estudios dictaminen el sexo y la edad aproximada de las dos osamentas encontradas por el rumbo del camino a La Palapa, por el arroyo Santo Domingo.
El Fiscal General sólo está dando información a cuenta gotas y lo hace exclusivamente a la prensa de Guadalajara, aunque en Puerto Vallarta ya hay trascendidos de que han asegurado por lo menos 17 vehículos, la mayoría con reporte de robo y que de El Tuito –la cabecera municipal de Cabo Corrientes—se habrían llevado a siete personas ligadas a un grupo de la delincuencia organizada.
El director de la fiscalía regional, Marco Roberto Juárez, ha sido prácticamente marginado de las investigaciones, por lo que no se ha informado a los medios lo que se encontró en las camionetas que han sido aseguradas desde el pasado jueves, un día después de la balacera en que murió un elemento del ejército y el sicario Reinaldo Palma.
El fiscal Nájera, no ha querido profundizar mucho en los vergonzosos hechos del fallido operativo del pasado 18 de enero de 2015, donde falleciera abatido a balazos, el cabo de infantería del ejército mexicano José Guadalupe Hernández Saucedo, por parte del presunto secuestrador Reynaldo Palma Bedolla, alias “el Comander” o “el Chispa”, muerto a su vez por elementos del ejército mexicano, según los informes disponibles.
Tampoco se sabe el nombre de la persona detenida el martes 17 de febrero –un día antes de la balacera en Villas Río— y quien habría sido el que delató el escondite de “El Chispa”, pero ayer el mismo Nájera dijo que la información proporcionada por el sujeto los ha llevado a asegurar autos, casas de seguridad y probablemente otras personas.
El “detenido” llevó a las autoridades a varios parajes donde supuestamente estaban enterradas otras víctimas, esto en áreas cercanas al basurero municipal de la colonia Magisterio pero sin lograr encontrar nada.
Posteriormente, los llevó por el camino viejo a la Palapa, pasando el rancho el Jilguero y ahí exhumaron los retos óseos de dos cuerpos, sin que oficialmente tengan que ver con el regidor desaparecido, Humberto Gómez Arévalo ni con la instructora de pole fitness, Erika Cueto.
Por cierto, la misma Fiscalía ha ocultado mucha información en torno a Erika Cueto y su novio Robert Godínez y la relación de ambos y del por qué viajaban constantemente a Sayulita, en el municipio de Bahía de Banderas, Nayarit.