El contrato, ventajoso y leonino por donde quiera que se le vea, fue firmado entre Mavi de Occidente y el Ayuntamiento de Puerto Vallarta en la administración de Javier Bravo Carbajal y este contemplaba la transferencia de recursos mensuales a esta sociedad Anónima de Muebles América, vía la nómina de los trabajadores, dizque para garantizar pagos presentes o futuros de créditos eventuales que se le asignaran a los burócratas.
Fue un negocio entre Muebles América y alguien, algún poderoso funcionario del Ayuntamiento que en ese entonces, reiteramos, estaba bajo la responsabilidad de Javier Bravo y sus regidores.
Pero algo salió mal, no hubo entendimiento o no se cumplieron los compromisos entre los que promovieron este jugoso negocio, ya que al final de la administración de Javier Bravo, se supo que la entonces tesorera (tía por cierto de Javier Bravo) Aurora Arreola no hizo los pagos correspondientes a Muebles América, es decir, el dinero que le descontaron a los trabajadores se perdió, se esfumó, en otras palabras, alguien se los robó.
Ya en la administración de otro priista, la de Salvador González Reséndiz, la firma Mavi de Occidente volvió a meter al pleno del Ayuntamiento una solicitud para que le ratificaran el contrato, y no obstante a las irregularidades y a que no le habían pagado en forma puntual, le ratificaron el convenio para descontar de la nómina un porcentaje del dinero propiedad de los empleados.
Otra tesorera, pero ya con Chavita, Martha Alicia Peña, tampoco hizo los depósitos correspondientes, quedó a deber y le ocasionó un enorme perjuicio a los trabajadores del Ayuntamiento.
Pero si usted creía que con el cambio de gobierno y la entrada del Movimiento Ciudadano con El Mochilas las cosas iban a cambiar, pues no. Las cosas siguieron exactamente igual y a la fecha se deben cinco millones 600 mil pesos a esta empresa que, aprovechándose de la situación, hostiga y presiona a los empleados, que ninguna culpa tienen de tener un patrón irresponsable, en este caso el gobierno municipal.
Lo peor de todo es que la Contraloría Municipal, esa figura que sólo sirve de tapadera de los malos funcionarios, no ha hecho ninguna investigación para informar en dónde quedó el dinero de los trabajadores, quién se los robó, por qué El Mochilas, ya no se diga El pitas Pelayo, no pagó ni siquiera lo que le correspondía a esta administración.
Hoy que están en Puerto Vallarta los diputados electos del Movimiento Ciudadano y su dirigente nacional, Dante Delgado Ranauro, debería de darles vergüenza que mientras ellos comen, duermen y sesionan en un hotel de Gran Turismo, los trabajadores municipales, los que realmente hacen la chamba del gobierno, viven en la incertidumbre por el anuncio de que Muebles América los va a embargar en cualquier momento.
