Sin embargo, al parecer hay cierta oposición desde la oficina presidencial para hacer oficial el nombramiento y todo indica que el primer edil, Arturo Dávalos, va a dejar por más tiempo a Jesús Rodríguez Campoy o va a nombrar a un tercero, en anuncio que quizá se haga mañana martes durante la sesión de Cabildo.
El tema de seguridad pública, es más complejo al interior del gobierno municipal y está dando visos de cierto descontrol, ya que estamos ante un trato desaseado que se le dio al coronel Méndez Cachú, de quien incluso dijeron que no había pasado los exámenes de control de confianza, cosa que fue totalmente falsa, puesto que nunca se sometió a la prueba que exige la Ley de Control de Confianza para el Estado de Jalisco.
Sabemos que la solicitud para que el coronel se someta a dichos exámenes apenas fue hecha al interior del Ayuntamiento, pero que dicha tardanza, de casi dos meses, provocó que entraran otros intereses en la Dirección de Seguridad Pública y que Jesús Rodríguez Campoy no quiera soltar la Dirección, pese a que tampoco ha pasado el examen de control de confianza para un puesto de Seguridad Pública, y a que existen graves señalamientos en su contra por casos de corrupción, como el presunto cobro a empresas de grúas para darles trabajo en los operativos alcoholímetro y la entrada de una compañía fuereña de nombre “Grúas Márquez”, cuyo dueño tiene una enorme cola por amistades peligrosas y una sospecha de enriquecimiento inexplicable.
En Guadalajara, Enrique Alfaro supo defender a la persona que él propuso para Seguridad Pública, a Salvador Caro y ahí lo sostuvo pese a que decían que no había pasado el examen de control de confianza, pero en Puerto Vallarta, las cosas parece que se salieron de control y mañana vamos a ver si el alcalde respeta la recomendación que le hizo un general diplomado de estado mayor para nombrar a Salvador Méndez Cachú, nombra a un tercero, o si prefiere dejar en manos de esta Dirección a un inexperto como Rodríguez Campoy.