Los hechos se registraron alrededor de las 15:30 horas, y según las primeras versiones, al negocio llegó un hombre que estuvo platicando con la esposa del hoy occiso, pero que en un momento determinado vio adentro a Jorge Aguilera y sacó una pistola calibre 40 con la que le disparó en seis ocasiones.
Al parecer hubo un forcejeo, ya que en las manos de la víctima se apreciaba sangre, pero fue alcanzado por las balas en varias partes de su economía corporal y falleció al instante.
El presunto sicario se dio a la fuga con rumbo desconocido y pese a que se montó un operativo, tanto de la Policía Municipal, como de elementos de la Fuerza Única que están destacados en Puerto Vallarta, no lograron dar con el paradero del agresor.
Jorge Aguilera enfrentaba cuatro procesos judiciales, ocho amparos y una presunta orden de reaprehensión federal, cuando estaba a cargo de la seguridad del coronel Silvestre Chávez
También tenía antecedentes de malos tratos, prepotencia y abusos en su paso como guardaespaldas del secretario de Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad Municipal en Nayarit en el año 2008, donde agredió a agentes de tránsito, los quiso golpear y les gritaba que eran unos gatos.
En Puerto Vallarta, igual humillaba, ofendía y hostigaba a los agentes de la policía municipal, según registros de prensa.
En los primeros cuatro meses que estuvo como funcionario de Puerto Vallarta en el año 2013, Jorge Aguilera se ganó fama de prepotente y corrupto al interior de la corporación policiaca, y era común que saliera a detener a ciudadanos en una suburban blanca o de querer llevar a policías municipales a la zona rural para enfrentar a supuestos narcotraficantes.
Muy pocos sabían que era dueño o socio de la tienda exclusiva de venta de chalecos antibalas, gases lacrimógenos, lámparas con descarga eléctrica, toletes, etc., que está en la Avenida Politécnico y donde fue ejecutado.