El punto más crítico de estos ciberataques, fue en el momento de que los presuntos hackers lograron penetrar uno de los servidores del Seapal, que es desde donde se maneja todo tipo de información de esta compañía de agua, por lo que el Departamento Jurídico no dudó en presentar una denuncia en contra de quién o quienes resulten responsables de estas conductas ilícitas.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso este medio, los primeros embates detectados a las redes digitales del Seapal, se registraron el 24 de agosto pasado, y de ahí en adelante fueron en aumento, hasta “tumbar” la fam page de Facebook de Internet, así como otras dos páginas que mantiene este organismo y con las cuales interactúa con los usuarios.
Consultadas al respecto, fuentes internas del Seapal confirmaron estos hechos y abundaron que ante los constantes ataques cibernéticos que han sido objeto las redes sociales y los servidores informáticos del Seapal Vallarta en las últimas semanas, el departamento jurídico del organismo operador, levantó la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público, en contra de quien o quienes resulten responsables.
LOS BLANCOS
El responsable del Departamento Jurídico de la dependencia estatal, Gregorio Peña Montes, señaló que las cuentas afectadas de Facebook son: Seapal Vallarta (Fan Page), Seapal Cultura del Agua, el perfil del director del organismo, César Abarca Gutiérrez, así como correos electrónicos.
Precisó que, al encontrarse inaccesibles dichos medios para realizar el trabajo informativo diario, se pudo comprobar que existían intromisiones de parte de extraños, en los que incluso un servidor informático de la paraestatal fue blanco de ataques.
Estos medios –puntualizó-- son usados por el área de comunicación social para dar a conocer actividades del organismo, como noticias, estado del tiempo, trabajos programados, faltas de agua, eventos, consejos y recomendaciones sobre cuidado del vital líquido, así como programas e iniciativas relacionadas con el servicio.
Y aunque no quiso ser más enfático, Gregorio Peña manifestó que, derivado de estos hechos, “se desprende la existencia de una presunta conducta delictiva contra el organismo, por lo que solicitamos la intervención inmediata de la autoridad competente, a fin de dar con los responsables”.
TEMOR FUNDADO
Sin embargo, también informó que algunas de las cuentas y correos electrónicos afectados ya han sido recuperadas y operan normalmente; no obstante “existe un temor fundado que sigan sucediendo estos agravios”, por lo que se inició este procedimiento legal, según el testimonio público número 33933, para el esclarecimiento de los hechos.
Hasta ahí lo dicho por Gregorio Peña, pero cabría ahondar más en el tema para descubrir quién o quienes están interesados en violar la seguridad cibernética del Seapal y con qué motivos.
Es probable que el ataque provenga de hackers muy bien pagados por empresas o entidades públicas, interesadas en obtener información sensible que pueda ser mal utilizada para exhibir el Seapal, --ya sea para difundir información dolosa o falsa—como un organismo mal administrado, donde impera la corrupción y el dispendio, cosa que ha sido desmentido una y otra vez por funcionarios nacionales, estatales y empresarios locales.
Pero tampoco hay que perder de vista que el ataque cibernético pueda tener su origen en el llamado “fuego amigo”, y que en la violación digital estén implicados reconocidos funcionarios priistas –incrustados en el gobierno del Estado—que tienen mucho interés en desbancar de la Dirección a César Abarca, y qué mejor manera que exhibiendo las tripas del organismo operador de agua potable, que maneja un millonario presupuesto cada año.
Veremos si la Fiscalía del Estado tiene la capacidad –a través de la Policía Cibernética—para determinar (sin tintes políticos) de dónde procedieron estas agresiones a los correos, páginas y servidores del Seapal.
No hay que soslayar el hecho, no es un tema menor, pues podemos estar ante profesionales contratados para tumbar cualquier cosa de la red. Si hoy fue el Seapal, mañana puede ser cualquier dependencia del gobierno, sobre todo si las encuentran muy vulnerables.