Al principio se dijo que la persona presentaba huellas de tortura y que tenía varias puñaladas, pero después que revisaron el cadáver sólo observaron que estaba amarrado de las manos y los brazos hacía la cintura, y con un bóxer puesto, además de algunas raspaduras en los hombros.
De hecho, presenta escoriaciones en el codo derecho y en el omoplato, por lo que serán los peritos forenses los que dictaminen las verdaderas causas del deceso.
Se informó que fue su pareja quien lo encontró y dio parte a las autoridades.
También trascendió que sus compañeros de trabajo informaron que Osvaldo Alejandro tenía varios días sin presentarse a laborar, y que, al buscarlo en su domicilio, lo encontraron en la habitación ya señalada del populoso fraccionamiento “La Aurora”, donde viven cientos de empleados y obreros.