Esta irresponsabilidad por parte de Automotores Flova ha dejado desprotegidas a las personas que compraron un carro Chevrolet para ponerlo a trabajar en UBER en caso de accidentes. Y no sólo desprotegen al chofer y al mueble, sino también a los pasajeros que contratan el servicio de esta plataforma digital y que les envían vehículos de esta marca, sobre todo los que fueron vendidos en la sucursal Bucerías.
Y es que Automotores Flova comenzó a promocionar algunos de sus automóviles en venta para uso exclusivo de UBER. Fue así como varias personas se acercaron a la distribuidora que está en Bucerías y compraron –de contado o a crédito—coches como el Sonic y otros.
EL ENGAÑO DE LOS SEGUROS
En el contrato firmado por Automotores Flova y los clientes –cuya copia simple posee VALLARTA UNO--, se puede leer claramente que en la cláusula 13, referente a los “seguros”, que “el cliente autoriza al distribuidor, para que, con cargo al financiamiento, asegure con cobertura amplia el vehículo adquirido con la compañía de seguros que elija el distribuidor”.
Para esto, la empresa distribuidora contrató para tal fin a la compañía de seguros “Qualitas”
Sin embargo, al registrarse accidentes, ni Automotores Flova, ni Qualitas se hacen responsables de cubrir los gastos generados al automotor ni a los ocupantes del mismo, así sea pérdida parcial o total del mueble, o haya heridos o muertos.
Un caso que indigna –por el abuso que representa y el engaño de Automotores Flova a sus clientes— es el del señor Lucas Plácito Aguirre, quien el 06 de julio pasado compró, a través de un financiamiento, un carro modelo Sonic color tinto (con valor de 260 mil pesos) para meterlo a trabajar como UBER, ya que le llamó la atención la promoción de la Chevrolet para que quien quisiera adquiriera carros en la agencia de Bucerías y los usara como taxis de dicha plataforma digital.
El señor Plácito dio el enganche requerido –21 mil 790 pesos-- y después le llamaron para que firmara el contrato con la distribuidora.
EL ACCIDENTE
Así las cosas, cabe subrayar que Automotores Flova, desde un principio, supo que el carro era para UBER, por lo que le ofrecieron un seguro de cobertura amplia al comprador.
Sin embargo, por azares del destino, el trabajador de don Lucas Plácito tuvo un accidente el 17 de agosto pasado frente a Plaza Galerías y el carro tuvo pérdida total por lo aparatoso del percance, por lo que llamaron a la agencia distribuidora para que entrara en acción la póliza del seguro contratada con Qualitas; pero grande fue su sorpresa e indignación, cuando uno de los ejecutivos de Automotores Flova les dijo que el seguro que les dieron no era el adecuado para un taxi UBER, y que por lo tanto no podían hacerlo valer.
Los de Qualitas tampoco respondieron debido a que el seguro que les dio la Chevrolet “no era el adecuado”; en otras palabras, que no era de cobertura amplia.
UBER SE LAVA LAS MANOS
Para desgracia del señor Lucas Plácito, la empresa UBER tampoco quiso cubrir con su seguro la pérdida del coche Sonic, con el argumento de que, en el momento del accidente, el chofer no estaba registrado en la plataforma haciendo un viaje, sino que iba a un “mandado familiar”.
Esto quiere decir que el seguro de UBER sólo aplica en caso de viaje registrado en plataforma, de otra manera no. Si un chofer sale de su casa o lugar de trabajo del patrón para apostarse en algún sitio en espera de pasaje y si en ese transcurso sufre un accidente, queda totalmente desprotegido por UBER.
Pero bueno, volviendo al caso de la Chevrolet, resulta un vil engaño que vendan carros para UBER con seguros de baja cobertura, y todavía peor, que no respeten el contrato firmado, por lo que dejan tanto al cliente como a los potenciales usuarios del automóvil, totalmente desprotegidos en caso de un siniestro.
Lo más grave es que podrían ser varias docenas de coches Chevrolet que Automotores Flova vendió en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas y que andan circulando como UBERS, y cuyos seguros estén en las mismas condiciones; o que, en el peor de los casos, no respeten la cláusula 13 de otorgar un seguro de cobertura amplia, como le sucedió a Lucas Plácito.
QUEMADURAS POR BOLSAS DE AIRE
Otro dato que se sumaría a las irregularidades de los carros de esta marca es que al momento del choque del Sonic tinto de don Plácito, el chofer –un joven de nombre Brian—resultó con quemaduras de segundo grado en brazos, ocasionadas por un químico que se desprendió de las bolsas de aire protectoras que se activaron tras el impacto, pero tampoco de estas lesiones se quiere hacer cargo el seguro.
Don Lucas Plácito, con más de 60 años a cuestas, no sabe qué hacer, ya que mientras la Chevrolet se desentiende de su caso, tiene que pagar la mensualidad del vehículo que ya no tiene, y que es de siete mil 800 pesos mensuales, incluyendo el seguro financiado que, como denunciamos, no ha respondido luego del accidente.
Por si esto fuera poco, don Lucas acudió a las oficinas locales de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en busca de ayuda, y ahí lo batearon; simple y sencillamente le dijeron que ellos no eran competencia para resolver este asunto, que tendría que ir a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
PROFECO SE HACE DE LA VISTA GORDA
Lo anterior, pese a que la cláusula 18 del contrato dice que “las partes están de acuerdo en someterse a la competencia de la Procuraduría Federal del Consumidor en la vía administrativa para resolver cualquier controversia que se suscite sobre la interpretación o cumplimiento de los términos y condiciones del presente contrato”.
Ya en el colmo de las irregularidades, don Lucas Plácito apenas se dio cuenta que el contrato que firmó está a nombre de otra persona; de un tal Jorge Ramiro Casillas Villavicencio, aunque al final del documento sí está su nombre completo, pero tiene temor de que le vayan a hacer otra chicanada.
Y bueno, todo parece indicar que los vendedores de Automotores Flova utilizan un machote para los contratos, y no se percatan de que al inicio del documento está el nombre de una persona ajena al comprador.
Asimismo, que quizás por vender rápido, no otorgan el seguro adecuado, pero cuya responsabilidad es de la distribuidora, no del cliente.
Don Lucas Plácito espera que Automotores Flova y o la Chevrolet, le resuelvan este caso y le respeten lo que contempla el contrato en cuanto a la póliza del seguro que ellos mismos subcontrataron con Qualitas.